RELACIÓN DE TOQUES DE CAMPANA DE CANTALOJAS (GUADALAJARA)
Álvaro ROMERA SOTILLO
Toques
recogidos el sábado 28 de septiembre de 2019 de Antonio Garrido,
hijo del último sacristán de la parroquia de Cantalojas.
El
conjunto consta de cuatro bronces: dos campanas (la grande y la
pequeña) y dos campanillos (la grande y la pequeña -actualmente
descolgada-).
Campana grande
Campana pequeña
Campanillo grande
Campanillo pequeño
De izquierda a derecha: campana pequeña, campanillo pequeño, campana grande.
Toque del Alba:
Al amanecer, lo solía tocar
su padre. Se tocaba desde abajo, la Grande a badajo, y la pequeña
se balanceaba con una cuerda atada a la palanca del brazo. Tocaba
tres toques pausados con la grande y una serie de campanadas (unas
diez). A continuación comenzaba la pequeña a media vuelta. Cuando
iba parando de la media vuelta, contestaba la gorda haciendo pin pan
pin pan. Cuando dejaba de sonar se tañían tres toques a la grande
y se daba por concluido. Este toque indicaba el inicio de la jornada
a los que iban a vender carbón y a los pastores.
Toque del
Mediodía: Se iniciaba con
tres campanadas con la gorda. Después repique, primero un
repiqueteo con la grande, luego con la pequeña y repique juntas. Lo
solían tocar Antonio y sus hermanos. Se tocaba a mediodía solar,
es decir, a la una antiguamente, hoy a las 14 de la tarde según el
horario de verano. Se tomaba de referencia la sombra de la torre que
se proyectaba en la segunda canal del tejado de la iglesia.
Toque de
Oraciones: Se tocaba ya de
noche. Era muy parecido al del Alba. Se tocaba también desde abajo.
Se daban tres golpes pausados con la grande, a continuación una
serie de campanadas (unas diez) y se comenzaba a balancear la
pequeña. Cuando se dejaba de tirar de la palanca de la pequeña,
ésta seguía balanceando y hasta que paraba se alternaba cada golpe
con dos de la grande: pin pan pan pin pan pan pin pan pan. Cuando
paraba la pequeña se daban tres golpes a la grande y se daba por
finalizado el toque. El toque indicaba la hora de recogerse.
Rosario, novenas:
Unas campanadas con la grande desde abajo con la grande.
Misa Diaria:
tres señales desde abajo, con la grande, indicando si era primer,
segundo o tercer toque. (un, dos o tres golpes al final).
Vísperas
Domingos: se volteaba la
campana pequeña y se repicaba la grande. Cuando dejaba de dar
vueltas y se balanceaba se repicaba a ritmo con los golpes que daba,
trararararan PAM trararararan PAM... así hasta que se paraba. Al
terminar se hacía repique con las dos. Se tocaba a la hora de las
Oraciones para indicar que el día siguiente era domingo. El toque
de víspera sustituía al de oraciones.
Misa Domingos:
Primer toque igual que el de la Víspera, los dos siguientes
señales.
Víspera fiestas
grandes: Comenzaba con el
repique de la campana pequeña. Y seguido comenzaba a voltear la
grande. Si subían sus hermanas se volteaban también los
campanillos. Cuando estaban todas volteando se dejaba de repicar la
pequeña y se comenzaba a voltear, de forma que estaban todas
volteando. Al terminar se hacía repique con las campanas. Al igual
que los domingos este toque se hacía en sustitución de las
Oraciones. Este
toque también se empleaba para las procesiones.
Misa Fiesta
grande: igual que el anterior,
empleando este toque como primer toque de Misa. Los dos toques
siguientes eran señales.
Bautizos:
Los bautizos se celebraban por la tarde y solo se hacía un toque.
Si era un niño el bautizado se tocaba a media vuelta el campanillo
grande, si era niña el pequeño. Si había dos bautizos los dos.
Toque víspera de
difuntos: Tocaban las cuatro a
clamor de forma pausada: primero la grande, luego el campanillo
grande, luego la campana pequeña y seguido el campanillo pequeño.
Empezaban al anochecer, paraban para ir a cenar y seguían después
hasta las seis de la mañana. Tocaban desde uno de los “escansillos”
que había en el interior de la torre. Tocaban a veces envueltos en
mantas por el frío que hacía. Solían tocar cuatro personas, él,
su hermano, su padre e Isabelo, un pastor que tenían contratado.
Clamor persona
adulta: indicaba la muerte de
una persona y se hacía con las campanas. Se daban tres golpes a la
grande y se comenzaban a dar campanadas pausadas con las dos. Cuando
se llevaban unos cinco minutos se daban tres golpes juntos con las
dos campanas. Eso indicaba que se había dado un clamor. Pero el
toque continuaba porque luego se daban dos clamores más. No se
indicaba el sexo del finado, aunque es muy probable que por la forma
de este toque, el número de clamores indicara el sexo del finado,
seguramente uno más para indicar que era hombre.
Clamor niño:
se hacía con los campanillos, lento pero había un momento en que
se hacía un repiquete con una de ellas, tintintin y se continuaba.
Entierro:
con las dos campanas, din dan din dan cuando traían
al difunto a la iglesia. Se paraba cuando llegaba y luego cuando se
lo llevaban al cementerio.
Perdidos:
este toque se realizaba en algunas noches de invierno para orientar
a algún vecino que por la nieve o el mal tiempo se había
desorientado. Se volteaba la grande lentamente, para que el sonido
llegase bien lejos.
Fuego:
toque rápido de emergencia, se tocaba como un repique muy rápido y
señalando la urgencia tantantantantantan.
Tintilinublo:
No hay noticia de toques contra tormentas, pero se sabe que se
sacaba la reliquia de la Vera Cruz a la puerta de la Iglesia cuando
había tormenta.
En el siguiente vídeo pueden escucharse algunos de los toques aquí recogidos, interpretados por Antonio Garrido en el campanario de la Huerce (Guadalajara).
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