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sábado, 3 de abril de 2021

LAS MATRACAS

   ROMERA SOTILLO, Álvaro 



    En las anteriores entradas veíamos la variación sonora que tenía lugar durante la Cuaresma. Durante el Triduo Pascual ocurría algo similar. Desde el canto del Gloria de la Misa “in Coena Domini” del Jueves Santo, hasta el Gloria de la Vigilia Pascual del Sábado Santo las campanas enmudecen y son sustituidas por matracas y carracas de madera que producen un sonido estruendoso, seco y desapacible. Aunque a veces ambas denominaciones suelen emplearse para designar al mismo instrumento, existe una diferencia técnica en la forma de producir el sonido. La matraca es un instrumento de madera en forma de aspa con martillos en sus vértices que al girar producen un sonido estruendoso y desapacible. La carraca produce su sonido un piñón que levanta una o varias lengüetas al girar.

Matraca de mano. Foto: https://tonoreguera.wordpress.com/



Matracas de aldabas. Foto: http://ladymarloleon.blogspot.com/2019/04/las-carracas-y-las-matracas.html

Exposición de Carracas o carracones de mano. Foto: http://ladymarloleon.blogspot.com/2019/04/las-carracas-y-las-matracas.html


Muestra de diferentes carracas y matracas de mano

    El origen de este instrumento es bastante antiguo. Los monasterios Ortodoxos todavía conservan el uso de la toaca o semantron, una viga de madera que se toca con sendos martillos de madera para convocar a los monjes a la oración. El canonista francés Guillermo Durando (1230-1296) ofrece la explicación mística de la sustitución de las campanas por las matracas y carracas durante el Triduo Pascual: al representar las campanas los predicadores evangélicos, y durante este triduo todos los Apóstoles estuvieron escondidos y callados por miedo, y Cristo solo y abandonado daba testimonio de la verdad desde el leño de la cruz con voz solitaria y casi apagada, por eso callan las campanas y solo se oye el sonidos de los maderos[1].

Monje ortodoxo tocando una Toaca. Foto: https://photographychronicles.files.wordpress.com/


   Toaca

 En España, prácticamente todas las catedrales contaban con una matraca en su torre campanario. Las parroquias urbanas y de poblaciones grandes, también solían contar con una, en cambio, las poblaciones pequeñas carecían de ella. En estos casos los monaguillos y muchachos convocaban a los diferentes oficios con carracas, carracones y matracas de mano.

    La Catedral de Toledo cuenta con una matraca, denominada por su gran tamaño “matracón”. Se encuentra ubicado en la parte más alta del campanario, justo debajo del chapitel. Es probable que el actual “matracón”, con posteriores reformas, fuera el realizado por el carpintero Francisco Reinado en 1681. Este, vino a sustituir al anterior perdido en el pavoroso incendio que se originó en el chapitel de la torre y que también dañó a las dos campanas grandes del cuerpo octogonal[2]. El año 2015 fue bajado para ser restaurado. En esta intervención se le dotó de un motor de volteo.

"Matracón" de la Catedral Primada. ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com

"Matracón" de la Catedral Primada. ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com

El "Matracón" descendido al suelo del cuerpo ochavado del campanario para ser restaurado. Foto: www.latribunadetoledo.es

El "Matracón" subido por el exterior del campanario después de su restauración. Foto: www.latribunadetoledo.es


"Matracón" colocado en su sitio después de la restauración. Foto: OSA MILLÁN, Sergio / www.campaners.com


"Matracón" de la Catedral Primada

    Ramón Parro le dedica unas líneas en su descripción de la Catedral:

“Aunque no es campana, como quiera que desde el Gloria de la misa en el Jueves Santo hasta la del sábado siguiente haces las veces de tal para llamar a los divinos oficios, debo hacer mención aquí al matracón que hay colocado encima de esta campana. Es una especie de cilindro como de 5 pies de largo por 3 de diámetro, hecho de madera con diversas chapas de hierro y varios martillos móviles que, al hacer rodar el cilindro sobre su eje, por medio de una cigüeña que tiene a un lado a la que atan una cuerda, golpean sobre las chapas con bastante fuerza, y como son muchos y caen sucesivamente por la rapidez con que voltea la máquina, y se oye desde muy lejos por la mucha altura de que goza.”[3]

    En la Regla de Toque del Ceremonial de Rincón (1585-1590) no se habla del uso del “matracón” durante el Triduo Pascual, aunque se supone, pero si lo menciona al hablar del toque de entredicho[4].

Quando pusieren entredicho tañeran aceleradamente con todas las campanas sin orden por tres veces entre las una vez y la otra harán un poco pausa y después de a ver tañido todas tres veces tañeran otras tres veces el matracón por el mesmo orden de las campanas y quando se quitare el entredicho tañeran con todas las campanas empino tres veces como quando tañen a vísperas solemnes”.[5]

    En uno de los manuscritos del fondo Borbón-Lorenzana se hace mención en varias ocasiones al toque de entredicho, mencionándose en ellas la forma del toque. Aunque este documento fue redactado durante el siglo XVII, el tipo de letra de esta explicación parece del siglo XVIII:

“Toquese a entredicho con dos tres o quatro campanas dando con la lengua un golpe y después arrastrando la lengua esto es media hora y despues se toca el matracon un poco”[6].

 

    Aunque en la Catedral de Sigüenza no se ha conocido la existencia de matraca, la regla de toque del sochantre Juan Pérez (1609) la menciona en el capítulo 30:

El Juebes Sancto han de tañer al mandato una hora entera y començaran a la hora que el sochantre les dixere. Suelen tañer de dos a tres y tañen a mano dando golpes con algunas pausas de la campana mayor.

Despues del sermon popular del mandato tañen un poco menos de un quarto de hora con la matraca y con la misma tañen a los Maytines algo mas lago. Y el día siguiente tañen con la matraca a Prima una hora y a completas y a Maytines a la hora que les dira el sochantre y el sábado a Prima con la matraca una hora y no se haçe señal en el choro ni se tañen mas veces”[7].

    Prosigue este capítulo con una interesante indicación:

A la oraçion a prima noche dan tres golpes con la campana mayor y no se tañe la otra campana y a los sermones desta semana que son Jueves y Viernes Sancto no se tañe”.

    Parece ser que en esta ocasión sí que se tañían las campanas. Creemos que esta excepción es debida a la costumbre y ceremonial propio de la Catedral, pues contraviene la norma general.

Fachada principal y torre campanario de la Catedral de Sigüenza. Foto: LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com

    En estos últimos años hemos podido documentar algunas matracas que, como viene siendo normal, toman como referencia la tipología de la Catedral Primada. Las características de las matracas “toledanas” se caracterizan por no tener una gran caja de resonancia. Los macillos golpean sobre una tabla. En otras latitudes (como Valencia o Andalucía) son habituales las matracas con caja de resonancia, construidas como una especie de cruz griega hueca.

Matraca de la Catedral de Valencia.

Matraca de la Parroquia de Santa María de Écija (Sevilla).

Matraca de la Parroquia de Santa María de Écija (Sevilla).

    En el interior campanario de Novés se conserva el “Matraco”. Gracias a los testimonios obtenidos durante la documentación, sabemos que el toque del matraco requería la presencia de varias personas que fueran turnándose, pues resultaba bastante fatigoso mantener un ritmo continuado durante un largo tiempo. Actualmente el matraco se toca mediante un motor de volteo continuado. Es interesante el diseño de esta matraca, pues en los macillos golpean sobre cuatro sencillas cajas de resonancia.

"Matraco", Novés (Toledo)

"Matraco", Novés (Toledo)

"Matraco", Novés (Toledo)

"Matraco", Novés (Toledo)

"Matraco", Novés (Toledo)


    En la Puebla de Almoradiel pudimos documentar la matraca durante la restauración de la torre, conservada en unas dependencias de la parroquia hasta que terminaran estas. Una vez concluidas fue subida al campanario. Originalmente se encontraba ubicada en el interior, entre los dos ventanales del lado occidental. Después de la restauración fue colocado en uno de los ventanales del lado norte.


Matraca de la Puebla de Almoradiel almacenada durante la restauración de la torre. 

Matraca de la Puebla de Almoradiel almacenada durante la restauración de la torre. 



Matraca de la Puebla de Almoradiel después de restauración de la torre.


Matraca de la Puebla de Almoradiel después de restauración de la torre.



Matraca de la Puebla de Almoradiel después de restauración de la torre.



    En la Puebla de Montalbán y Mocejón existieron matracas. En la primera localidad fue destruida durante la guerra civil. En Mocejón se encontraba en uno de los ventanales del lado norte, todavía se conservan algunos herrajes y otros restos en la torre. Esta matraca tenía la peculiaridad de ser volteada a mano. Era frecuente que al impulsarla los martillos golpearan en los dedos del campanero si este no retiraba la mano a tiempo.

Mocejón, restos de los arañazos producidos por la matraca al voltear.

    Recientemente hemos encontrado unas interesantes fotografías de la guerra civil en Torrejón de Velasco (Madrid). En una de ellas se puede ver una matraca en la parte superior de uno de los ventanales. Esta matraca recuerda a la de Novés, con pequeñas cajas de resonancia en los extremos de las aspas.

Soldados Nacionales colocando una ametralladora en el campanario de Torrejón de Velasco. En rojo la matraca. Foto: Archivo de la Guerra Civil Española / Erich Andrés


    En Vicálvaro (hoy distrito de Madrid, antiguamente pueblo) el Museo de la Asociación “Vicus Albus” se conserva la antigua matraca de la parroquia de Santa María la Antigua. Junto a esta se conservan dos yugos de madera y algunos badajos.

Matraca de la Parroquia de Santa María la Antigua de Vicálvaro. Foto: http://cibercom.es/la-asociacion-vicus-albus-portavoz-de-la-historia-del-antiguo-pueblo-de-vicalvaro/


    En el interior del campanario de la Colegiata de Pastrana (Guadalajara) sabemos que se conserva una, todavía no la hemos podido documentar.

Colegiata de Pastrana. Foto: www.wikipedia.org


    En Villatobas (Toledo) hasta hace poco tiempo la matraca se ha conservado en uno de los ventanales. Actualmente se encuentra descolgada en el interior del campanario. Al igual que las vistas en Torrejón de Velasco y Novés, cuenta con pequeñas cajas de resonancia en los extremos de las aspas.

Matraca de Villatobas (Toledo)

Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio

Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio


Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio


Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio



    Todos estos pueblos formaron parte del antiguo arzobispado de Toledo (salvo Torrejón de Velasco y Vicálvaro, todos se encuentran actualmente en la provincia de Toledo), pero fuera de él hay también matracas. Destacamos la conservada en la torre de la parroquia de Horcajo de Santiago (Cuenca). Esta sigue la misma tipología que las toledanas. Actualmente se encuentra motorizada.

 

Matraca de Horcajo de Santiago. Foto: https://www.youtube.com/watch?v=rIntj_CbLQQ&t=9s

    Es muy probable que, su decaimiento y olvido, sea parejo al de las campanas. No son pocos los campanarios que conservan restos de cojinetes que pudieron ser en origen el asiento de estos instrumentos, lo cual nos hace sospechar que su uso estaba más extendido de lo que podríamos pensar en un principio.

    Hace pocos años, el campanero de Escalonilla (Toledo) y co-propietario de este blog (Carlos Jiménez) construyó una matraca para la torre campanario de su parroquia, cuya antigua matraca, instalada en una esquina interior de la sala de campanas, desapareció en torno a los años 70. El soporte de la matraca se diseñó de tal forma que permitiese su desmontaje para ser subida a la torre desde el Jueves Santo hasta la Vigilia Pascual (cuando es usada), estando el resto del año guardada en una dependencia del templo. Esta original idea permite una mejor conservación de un instrumento que, al estar elaborado principalmente en madera, y dado su restringiddo uso (solo tres días al año), quedaría demasiado expuesto a las inclemencias meteorológicas del campanario, acortándose su vida util.

Matraca de Escalonilla.

Matraca de Escalonilla.


    Su uso en ningún momento ha sido prohibido, sino más bien olvidado, lo cuál, puede permitir a las parroquias su recuperación, cuyo coste es bastante más económico que el de las campanas. Desde estas líneas animamos a las parroquias a que restauren, o tengan una matraca en su campanario para poder convocar a los fieles durante los oficios del Triduo Pascual.



[1] - Cfr: FERRERES, Juan Bautista (S.J.): Las campanas: Su historia, su bendición, su uso litúrgico, dominio de propiedad sobre ellas, influencia de su toque durante las tempestades. Tratado histórico, litúrgico, jurídico y científico, Madrid, 1910, p. 97.

[2] - ALONSO MORALES, Mercedes: Campanas de la Catedral de Toledo. Campana gorda, Aranjuez, 2005, p. 147.

[3] - RAMÓN PARRO, Sixto:  Toledo en la mano, o descripción histórico.artística de la Magnífica Catedral de los demás célebres Monumentos, Tomo I, Toledo, 1857 (Edición Facsímil Valladolid, 2012), p 743, nota 1.

[4] - El entredicho es una censura eclesiástica que prohíbe a ciertas personas o en determinados lugares el uso de los divinos oficios, de algunos sacramentos y de la sepultura eclesiástica.

[5] - ALONSO MORALES, Mercedes: “El tañer de las campanas de la Catedral de Toledo”, Toletum: Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias históricas de Toledo, nº 59 (2009), p. 216.

[6] - Biblioteca de Castilla-la Mancha, Fondo Borbón-Lorenzana, Ceremonias y sucesos de la Santa Iglesia de Toledo (Ms. 184), Fol. 141v.

[7] - Archivo Catedral de Sigüenza (ACS), Directorio de Coro IV, “El orden que en esta Sancta Iglesia Cathedral de Sigüença se tiene en tañer las campanas en todos los dias y fiestas por todo el discurso de todo el año”, f. 299v – f. 300r.

sábado, 2 de mayo de 2020

CAMPANARIO, CAMPANAS Y TOQUES DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO APÓSTOL DE NOVÉS (TOLEDO)


JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Carlos; ROMERA SOTILLO, Álvaro



1. LA TORRE CAMPANARIO

El templo parroquial de Novés tiene su origen en una antigua iglesia del siglo XII de la cual no se conservan restos. Las partes más antiguas del templo datan de finales del siglo XV y principios del siglo XVI. De esta época es la cabecera y el transepto y la torre campanario. El cuerpo de la iglesia es obra del siglo XVII.

La torre campanario se sitúa a los pies de la nave del Evangelio y consta de dos fases constructivas. La primera, de finales del siglo XV, lo conforman el basamento, el fuste (que viene a concluir un poco más arriba del alero) y un cuerpo prismático que originalmente fue el cuerpo de campanas. En la mitad y en el remate del fuste unas cornisas con bolas características del gótico final. El cuerpo del primitivo campanario consta de ocho ventanales (dos por cara) y remata en cornisamento y gárgolas. Originalmente la torre gótica terminaba en un pequeño cuerpo octogonal cubierto posiblemente por un chapitel. Este cuerpo fue eliminado en las primeras décadas del siglo XVIII, levantándose en su lugar un nuevo cuerpo de campanas. La motivación de esta intervención fue acústica: elevar más las campanas para su sonido se escuchase por igual en todo el pueblo. El cambio de época y de estilo es apreciable en el uso de ladrillo. Remata la torre un chapitel con templete en su parte superior donde se ubica la campana de las horas.

Ventanales del primitivo campanario.
Trompas sobes las que se asentaba el primitivo remate octogonal de la torre.


Se accede a la torre desde el interior de la iglesia. Hasta casi la altura del primitivo campanario se asciende a través de una escalera de caracol de obra, que además da acceso a diferentes estancias de planta circular. Desde aquí el ascenso continúa a través de unas escaleras modernas de hierro, que llegan hasta la planta del actual campanario, cuyo suelo es también de hierro. 

Sobre la planta del campanario existe otro piso más, donde antaño se encontraba la maquinaria del reloj, cuya esfera todavía se conserva entre las enjutas de los ventanales que miran al oeste.

La documentación del campanario nos ha permitido conocer la evolución de las instalaciones de la torre. Hasta el siglo XVIII las campanas se ubicaban en los ventanales del primitivo campanario. En algunos de los ventanales son todavía apreciables los mechinales donde se empotraban los cojinetes de madera y los arañazos circulares de los yugos. La colocación de las campanas en este primitivo cuerpo de campanas venía a ser similar al actual. En el siglo XVIII se construyó el actual campanario o cuerpo de campanas.
Detalle del cuerpo del campanario.

En origen las campanas debían ser tocadas desde la iglesia para toques ordinarios y desde el campanario para repiques, volteos y toques más elaborados. Prueba de ello son los arañazos circulares del campanario primitivo y la referencia documental de “campanas a vuelo” que tuvieron lugar en determinadas celebraciones. En una época indeterminada, entre la segunda mitad del siglo XIX y posiblemente el siglo XX, las campanas fueron inmovilizadas y tocadas exclusivamente con cuerda. Los últimos toques manuales conocidos se han realizado en exclusividad desde la iglesia, y excepcionalmente para festividades muy importantes, se ha subido a tocar a mano desde el campanario. Este progresivo empobrecimiento técnico muestra ciertos paralelismos con la Catedral Primada. A finales del siglo XIX las campanas de la Primada, que desde la edad Media eran tañidas a vuelo para los oficios religiosos (oscilando hasta dejarlas “a pino” -inmovilizadas en posición invertida-, y durante un breve periodo de tiempo del siglo XIX posiblemente a volteo continuado) y a badajo para los dobles de difuntos, se inmovilizaron y se empezaron a tocar con largas cuerdas desde la planta alta del claustro, donde se situaba la casa del campanero.

En la torre se conserva una matraca, conocida popularmente como “el Matraco”, con un diámetro de 83,5 cm. Hasta hace unos años era tocado desde el campanario con una cuerda atada a una manivela. La manivela fue sustituida no hace mucho por un motor de volteo continuo.

2. LAS CAMPANAS

Gracias a la información documental aportada por los historiadores Gregorio García-Nuero Illescas, Juan José López, José Luis Muñoz Lorenzo y Ángel Pérez Illescas, podemos conocer algunos datos sobre la historia material de las sucesivas campanas que ha habido en la torre. En 1458 se trasladaron de la parroquia del despoblado de Rodillas algunos ornamentos de la iglesia, entre ellos dos campanas (en otra parte dice que eran tres)[1].  En los libros de fábrica aparecen las primeras noticias de diversas fundiciones de campanas. En 1561[2] se le paga al maestro de fundir campanas Sebastián de la Torre[3] diecisiete mil ciento treinta maravedís por la fundición y colocación de una campana. En 1566[4] el maestro Juan de Haro[5] fundió “una campana grande” de quince quintales (690 kg aprox.) y “un esquilón” de siete quintales (322 kg más o menos).

Campanas
En 1657[6] se recoge el pago de cuatrocientos noventa reales que se debían al maestro fundidor Pedro de la Sota[7] por haber fundido en 1655 la campana grande. En el libro de bautismo se recoge la bendición de dos campanas por parte del Obispo de Jemnia, don Pedro de Orozco, que estuvo en Novés el 23 de abril de 1659 para administrar el Sacramento de la Confirmación[8].  Consagró dos campanas, la mayor, a la que se le impuso el nombre de San Pedro y a la menor Santa María.

Actualmente en la torre existen cuatro campanas, dos del siglo XIX, una del XVIII, y una cuarta correspondiente al reloj que no hemos podido documentar. De menor a mayor las campanas son: Corazón de Jesús (1), fundida en 1883 por Eduardo LINARES (83 cm de diámetro); Campana (2), fundida en 1845 por Pedro ALONSO VALVERDE y José PINEDA SOLAR (95 cm de diámetro); La Gorda, también llamada la Trueno (3), fundida en 1714 (107 cm de diámetro). En el templete superior del chapitel existe un cuarto bronce, la campana del reloj, la cual no se ha podido documentar. En el ventanal pegado a la campana 1, hay una viga de madera de la que posiblemente colgara un pequeño campanillo. No podemos olvidarnos tampoco de la presencia del “Matraco”, cuyo atronador sonido sustituye a las campanas desde el Gloria del Sábado Santo al Gloria del Sábado Santo.

Matraco


Debemos señalar también la importancia de los yugos de madera, de tanto valor patrimonial como las campanas, unos bellos ejemplares que conservan las proporciones y elementos característicos de los yugos toledanos: ejes acodados, yugo en dos piezas (brazo y cabeza), herrajes de refuerzo en los brazos, palanca de balanceo, campana empotrada en el brazo, etc.

Viga en la que pudo haber un campanillo.


Se adjunta a continuación un esquema de la disposición de las campanas (numeradas en orden ascendente de tamaño) y la matraca en la sala de campanas de la torre para mejor comprensión del lector. El esquema incorpora una flecha con la orientación Norte-Sur.


 

2.1 Corazón de Jesús





Nombre: Corazón de Jesús (1)

Municipio:  Novés (Toledo)
Edificio:
Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol
Localización:
Campanario
Diámetro:     83 cm      Altura del bronce:         68,5 cm           Borde:       6,7 cm
Peso aproximado:    450 kg  
Altura total yugo:  87 cm aprox.  
Altura brazo:   50 cm aprox.
Altura Cabeza: 37 cm aprox.
Altura escotadura brazo: 18 cm aprox.              
Altura extremos del brazo: 27 cm aprox.                     
Acodamiento ejes: 10 cm aprox.
Fundidor: LINARES, Eduardo
Año: 1883
Descripción:
Debido a la red anti-aves y a la acumulación de palomina sobre las inscripciones apenas hemos podido leer las inscripciones de la campana. No obstante, gracias a la ayuda de los historiadores locales Gregorio García-Nuero Illescas, Juan José López, José Luis Muñoz Lorenzo y Ángel Pérez Illescas hemos podido conocer el texto de las inscripciones, que previamente habían ya documentado parcialmente. En el Tercio aparece la dedicación de la campana “# DEDICADA AL CORAZÓN DE JESÚS EN 1883”. En el cartucho del medio aparece la inscripción correspondiente al fundidor, el Cura y el alcalde. Fue imposible documentar la inscripción, pues se encontraba tapada por una densa de palomina. Según nos facilitaron los citados historiadores, esta inscripción dice: “EDUARDO LINARES ME HIZO SIENDO CURA ECONOMO D. PEDRO MARIA RUI PEREZ Y ALCALDE D MARIANO CARO CASTAÑO”.
Tercio:
Tres cordones/
“# DEDICADA AL CORAZÓN DE JESÚS EN 1883” /
Dos cordones/
Cenefa con motivos decorativos
Medio:
(00) Cruz con Pedestal
(06) (Cartucho) “EDUARDO LINARES ME HIZO SIENDO CURA ECONOMO D. PEDRO MARIA RUI PEREZ Y ALCALDE D MARIANO CARO CASTAÑO”
Medio pie:
Cuatro cordones
Estado actual:
La campana se encuentra en estado de abandono. La red anti-aves protege el interior de la torre, pero no la campana, que se encuentra desprotegida de la acción dañina de la palomina, cuya acumulación en algunas zonas es preocupante. El badajo no parece el original, resulta un tanto pequeño. Martillo eléctrico golpea en su punto. Yugo de madera toledano. La campana se encuentra algo suelta. Parte exterior del yugo en malas condiciones. Ejes acodados. Abrazaderas de forja con pasadores. Ejes y herrajes sujetos con palomillas de forja. Palanca de balanceo (09).
Intervenciones:
En una época no determinada la campana fue inmovilizada con yeso.
Yugo:
Madera tipo toledano.
Toques tradicionales:
Toques con cuerda desde abajo. En origen también se tocaba desde el campanario.
Mecanismos de toque:
Martillo eléctrico (03)
Propuesta:
-Limpieza del bronce con chorro de arena húmeda por el interior y el exterior para recuperar la sonoridad original.
-Colocación de un nuevo badajo de hierro acorde con las dimensiones de la campana.
-El yugo de madera tiene tanto interés cultural como la propia campana. Evaluación del estado de conservación de las partes de madera del yugo. En función de la evaluación optar entre dos soluciones: Reintegrar las pérdidas de madera mediante enchuletado y masillas o bien realizar una copia exacta de la pieza en madera tropical. Restitución de las piezas metálicas, siempre y cuando no hagan peligrar la seguridad del conjunto, en cuyo caso serán sustituidas por otras iguales. Se evaluará la posibilidad de sustituir los actuales cojinetes de madera por rodamientos industriales.
Valoración:
Campana interesante. Puede refundirse en caso de rotura después de documentarla.
Instalación:
La instalación es original y debe ser conservada para proteger la sonoridad y otros valores culturales. Cualquier mecanización deberá conservar estas cualidades, reproducir los toques tradicionales y no impedir los toques manuales.
Notas:
La red anti-aves dificultó notablemente la documentación. No se pudo acceder directamente a la campana. Las medidas son aproximadas.
Documentación:
JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Carlos; ROMERA SOTILLO, Álvaro (31/08/2019)

2.2 Campana (2)

 


Nombre: Campana (2)

Municipio:  Novés (Toledo)
Edificio:
Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol
Localización:
Campanario
Diámetro:     95 cm      Altura del bronce:         70 cm           Borde:       6 cm
Peso aproximado:    500 kg  
Altura total yugo:  82 cm aprox.  
Altura brazo:   55 cm aprox.
Altura Cabeza: 27 cm aprox.
Altura escotadura brazo: 16 cm aprox.              
Altura extremos del brazo: 28 cm aprox.                     
Acodamiento ejes: 10 cm aprox.
Fundidor: ALONSO VALVERDE, Pedro; PINEDA SOLAR, José
Año: 1845
Descripción:
Debido a la red anti-aves y a la acumulación de palomina sobre las inscripciones apenas hemos podido leer las inscripciones de la campana. No obstante, gracias a la ayuda de los historiadores locales Gregorio García-Nuero Illescas, Juan José López, José Luis Muñoz Lorenzo y Ángel Pérez Illescas hemos podido conocer el texto de las inscripciones que previamente habían ya documentado parcialmente. En el Tercio aparece la dedicación de la campana y el año. De toda la inscripción, sólo hemos podido leer aquella parte que puede verse desde el interior: “… Y JOSE AÑO DE MDCCCXXXXV”. Es decir, la aparición al final de la inscripción de San José nos hace pensar que se trata de una invocación a la Sagrada Familia, Jesús, María y José, seguido del año (1845). En un cartucho en el medio la inscripción en la que aparecen los fundidores. Curiosamente no aparece el nombre del párroco ni del alcalde. Fue imposible leer durante la documentación esta inscripción, pues se encontraba tapada por una densa de palomina. Según nos facilitaron los citados historiadores, esta inscripción dice: “ME FUNDIERON LOS/ MAESTROS PEDRO A/ LONSO UALUERDE Y JO/ SE PINEDA SOLAR”.
Hombro:
Cruz (06)
Tercio:
Dos cordones/
“… Y JOSE AÑO DE MDCCCXXXXV”/
Dos cordones/
Cenefa con motivos decorativos
Medio:
(00) Cruz con Pedestal
(06) (Cartucho) “ME FUNDIERON LOS/ MAESTROS PEDRO A/ LONSO UALUERDE Y JO/ SE PINEDA SOLAR”
Medio pie:
Cuatro cordones
Estado actual:
La campana se encuentra en estado de abandono. La red anti-aves protege el interior de la torre, pero no la campana, que se encuentra desprotegida de la acción dañina de la palomina, cuya acumulación en algunas zonas es preocupante. De hecho, hay un nido de paloma sobre uno de los brazos (09). El badajo parece estar un poco descolgado. Martillo eléctrico golpea bajo y sin retroceso ¡Peligro de rotura! Yugo de madera toledano. La campana se encuentra algo suelta (se mueve cada vez que golpea el martillo). Parte exterior del yugo en malas condiciones. Ejes acodados. Abrazaderas de forja. Ejes y herrajes sujetos con palomillas de forja.
Conservación, mantenimiento:

Intervenciones:
En una época no determinada la campana fue inmovilizada con yeso.
Yugo:
Madera tipo toledano.
Toques tradicionales:
Toques con cuerda desde abajo. En origen también se tocaba desde el campanario.
Toques actuales:

Mecanismos de toque:
Martillo eléctrico (03)
Intervención urgente:
El martillo eléctrico golpea de forma incorrecta, lo cual puede causar la rotura de la campana. Es necesario reajustar la bola del martillo y el retroceso para procurar que el martillo golpee en su punto y no se quede pegado al bronce.
Propuesta:
-Limpieza del bronce con chorro de arena húmeda por el interior y el exterior para recuperar la sonoridad original.
-El yugo de madera tiene tanto interés cultural como la propia campana. Evaluación del estado de conservación de las partes de madera del yugo. En función de la evaluación optar entre dos soluciones: Reintegrar las pérdidas de madera mediante enchuletado y masillas o bien realizar una copia exacta de la pieza en madera tropical. Restitución de las piezas metálicas, siempre y cuando no hagan peligrar la seguridad del conjunto, en cuyo caso serán sustituidas por otras iguales. Se evaluará la posibilidad de sustituir los actuales cojinetes de madera por rodamientos industriales.
Valoración:
Hay que incoar expediente para incluir la campana en el Inventario General de Bienes Muebles. En caso de rotura sólo puede ser soldada. Puede ser reemplazada por una campana de distinta afinación.
Instalación:
La instalación es original y debe ser conservada para proteger la sonoridad y otros valores culturales. Cualquier mecanización deberá conservar estas cualidades, reproducir los toques tradicionales y no impedir los toques manuales.
Notas:
La red anti-ave dificultó notablemente la documentación. No se pudo acceder directamente a la campana. Las medidas son aproximadas.
Documentación:
JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Carlos; ROMERA SOTILLO, Álvaro (31/08/2019)

2.3 La Gorda


Nombre: La Gorda o La Trueno (2)

Municipio:  Novés (Toledo)
Edificio:
Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol
Localización:
Campanario
Diámetro:     107 cm      Altura del bronce:      88 cm           Borde:       8 cm
Peso aproximado:    650 kg  
Altura total yugo:  85 cm aprox.  
Altura brazo:   40 cm aprox.
Altura Cabeza: 45 cm aprox.
Altura escotadura brazo: 16 cm aprox.              
Altura extremos del brazo: 24 cm aprox.                     
Acodamiento ejes: 10 cm aprox.
Fundidor: Anónima
Año: 1714
Descripción:
Debido a la red anti-aves y a la acumulación de palomina sobre las inscripciones apenas hemos podido leer las inscripciones de la campana. No obstante, gracias a la ayuda de los historiadores locales Gregorio García-Nuero Illescas, Juan José López, José Luis Muñoz Lorenzo y Ángel Pérez Illescas hemos podido conocer el texto de las inscripciones. En el Tercio aparece la única inscripción de la campana, que no hemos podido leer completamente: “...# PRO NOBIS # AИO # DE # 1714 #”, no hemos podido leer el nombre del Santo al que pide intercesión, aunque siguiendo la costumbre, muy probablemente sea San Pedro, pues la campana mayor suele tener la advocación del santo titular del templo. Además, existe constancia documental de una campana llamada así en el siglo XVII.
Tercio:
Dos cordones/
“...# PRO NOBIS # AИO # DE # 1714 #”/
Dos cordones/
Medio:
(00) Cruz con Pedestal
Medio pie:
Cuatro cordones
Estado actual:
La campana se encuentra en estado de abandono. La red anti-aves protege el interior de la torre pero no la campana, que se encuentra desprotegida de la acción dañina de la palomina, cuya acumulación en algunas zonas es preocupante. El badajo, que parece el original, se encuentra medio descolgado. Martillo eléctrico golpea bajo y sin retroceso ¡Peligro de rotura! Yugo de madera toledano. La campana se encuentra algo suelta (se mueve cada vez que golpea el martillo). Parte exterior del yugo en malas condiciones. Ejes acodados. Abrazaderas de forja. Ejes y herrajes sujetos con palomillas de forja. Un tirante de la escalera de mano que accede al piso superior se encuentra soldado a los herrajes del yugo.
Intervenciones:
En una época no determinada la campana fue inmovilizada con yeso.
Yugo:
Madera tipo toledano.
Toques tradicionales:
Toques con cuerda desde abajo. En origen también se tocaba desde el campanario.
Mecanismos de toque:
Martillo eléctrico (08)
Intervención urgente:
El martillo eléctrico golpea de forma incorrecta, lo cual puede causar la rotura de la campana. Es necesario reajustar la altura del martillo y el retroceso para procurar que el martillo golpee en su punto y no se quede pegado al bronce.
Propuesta:
-Limpieza del bronce con chorro de arena húmeda por el interior y el exterior para recuperar la sonoridad original.
-El yugo de madera tiene tanto interés cultural como la propia campana. Evaluación del estado de conservación de las partes de madera del yugo. En función de la evaluación optar entre dos soluciones: Reintegrar las pérdidas de madera mediante enchuletado y masillas o bien realizar una copia exacta de la pieza en madera tropical. Restitución de las piezas metálicas, siempre y cuando no hagan peligrar la seguridad del conjunto, en cuyo caso serán sustituidas por otras iguales. Se evaluará la posibilidad de sustituir los actuales cojinetes de madera por rodamientos industriales.
Valoración:
Hay que incoar expediente para incluir la campana en el Inventario General de Bienes Muebles. En caso de rotura sólo puede ser soldada. Puede ser reemplazada por una campana de distinta afinación.
Instalación:
La instalación es original y debe ser conservada para proteger la sonoridad y otros valores culturales. Cualquier mecanización deberá conservar estas cualidades, reproducir los toques tradicionales y no impedir los toques manuales.
Notas:
La red anti-ave dificultó notablemente la documentación. No se pudo acceder directamente a la campana. Las medidas son aproximadas.
Documentación:
JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Carlos; ROMERA SOTILLO, Álvaro (31/08/2019)

3. LOS TOQUES

La documentación conservada y la conservación de buena parte de la instalación original del campanario nos ayudan a entender la forma de toque. Para los más ordinarios y técnicamente más sencillos se empleaban largas cuerdas desde la iglesia, sin necesidad de subir al campanario. En toques más elaborados y complejos las campanas eran tocadas desde el campanario.

Aunque no se haya conocido el movimiento de campanas (así nos lo han transmitido), las campanas se tocaban “a vuelo” para grandes festividades, como demuestra la documentación facilitada. Prueba material de esta forma de toque son los yugos, diseñados para el movimiento, conservando uno de ellos (la campana pequeña, Corazón de Jesús) su palanca de balanceo. Aparte de esta forma de toque, seguramente reservada para contadas ocasiones de gran solemnidad, como suele ser habitual en el antiguo arzobispado toledano, las campanas eran también tañidas con acelerados y vibrantes repiques en fiestas menores y domingos.

La descripción de los últimos toques manuales son una simplificación de los anteriores. Todos los toques se realizaban desde el pie de la torre y, de forma muy excepcional, para algunas fiestas patronales, se repicaba desde el campanario. Entre los ventanales del lado que mira al este, existe una argolla donde parece que se ataban las cuerdas de los badajos. A cada una de estas cuerdas se les ataba otra que bajaba al pie de la torre. Este sistema garantizaba que el badajo siempre estuviera cerca del bronce y por tanto el esfuerzo fuera menor, al no recaer el sostenimiento del peso del badajo directamente en las manos del campanero.

Argolla en la que se ataban las cuerdas de los badajos para dejarlos pegados al bronce
Agujeros por los que caían las tres cuerdas de las campanas.


Respecto a los toques actuales, no concuerdan del todo con los tradicionales. Actualmente el ordenador que regula los martillos eléctricos tiene grabados los siguientes: repique diario, volteo domingos y fiestas (un volteo simulado de las tres campanas), procesiones, cultos, Ángelus (el de Fátima, tocando también la campana del reloj), señal muerto hombre y mujer y Misa de Difuntos.

A continuación, adjuntamos la transcripción de lo que nuestros informantes pudieron describirnos sobre los toques de campanas propios de Novés:

Los toques que se recuerdan se hacían desde la sala de la escalera de la torre. No se recuerda subir arriba, aunque parece ser que alguna vez se subía a hacer un repique, sin ritmo concreto (o al menos no se recuerda), si no tirar cada uno una. Se menciona que fue para la patrona. Solo lo han hecho una o dos veces.

Diario: se tiraba de una de ellas, con la cuerda que está situada a la izquierda (¿con la Gorda?) según se mira de frente al entrar en la sala de la torre; tres, cuatro, cinco tiradas. Después se hace un repique con la cuerda de la derecha (según se mira de frente en la torre) y la del medio, las dos din dan din dan. Se hace dos veces media hora antes y unos minutos antes. Los dos toques iguales. No se hacen señales.

Festivo Domingo: con una mano se cogen dos cuerdas y con la otra la cuerda restante. Se hacen los primeros toques con la cuerda de la izquierda (suponemos que es la Gorda), como en el toque de diario, y luego se hace un repique alternando las tres campanas: din dan don din dan don din dan don. Una vez finalizado, el toque se remataba haciendo “tin titi tan” con una de las campanas (suponemos que fuese la más aguda de las tres). Así se hace por tres veces: media hora antes, quince minutos antes y un poco antes de empezar la misa. Este mismo toque se empleaba para los días de fiesta.

Volteo: tienen noticia de que en el siglo XVIII había volteo general de campanas. Pero no hay testimonio oral de haberlo conocido.

Toque del Gloria en las misas del Gallo, Jueves Santo y Vigilia Pascual: se tocaba igual que los domingos, tirando de las tres, mientras tenía lugar el canto del Gloria en la misa.

Los Golpes: en el momento de alzar la Hostia y el Cáliz se daban 3 campanadas con la Gorda (la gente del pueblo se santiguaba en cada toque).

Viático: se hacía sonar una campanilla por el monaguillo acompañando al cortejo procesional.

Campanadas, señal de defunción: 13 campanadas lentas con la Gorda para el fallecimiento de un hombre y 12 para una mujer (por la leyenda de las 12 costillas de Adán).

Defunción de niños: toque especial de alegría. No se recuerda el ritmo, pero suponemos que sería un repique similar al de misa de diario.

Misas de entierro, novenario y aniversario: durante la media hora previa se daban campanadas lentas con las tres campanas, din… dan… don. También se toca mientras tiene lugar la salida del cortejo fúnebre hacia el cementerio durante el entierro.

Noche de difuntos: desde la víspera de todos los difuntos hasta la mañana. Con las tres campanas, un toque similar al de misa de entierro.

Bautizo: lo había, pero no se recuerda el toque.

Ángelus: se hacen desde que están mecanizadas (actualmente está programado el Ave de Fátima). Antiguamente se tocaba a mano, en los años 40-50. No se recuerda el toque exacto.

Horas canónicas: se sabe que se hacían Vísperas y Maitines, pero no se recuerda el toque.

Ánimas: se tocaba todos los días al caer la noche. Pero no se recuerda cómo era el toque.

Quema: se tocaban las 3 campanas descompasadas y deprisa, de forma aleatoria sin ningún orden.

Matraco: desde el Gloria del Jueves Santo al Gloria de la Vigilia Pascual, para llamar a los oficios. Se toca media hora antes de cada oficio. Actualmente está mecanizado.



4. CONSERVACIÓN Y PROPUESTA ANTE UNA EVENTUAL RESTAURACIÓN

Debido al desconocimiento general sobre el tema, en buena parte suscitado por la ausencia de campaneros (que han sido sustituidos en los últimos años por autómatas eléctricos), a continuación se expone una pequeña guía de consideraciones y exigencias que deben cumplirse ante una eventual restauración o intervención del campanario, con el fin de evitar la destrucción de patrimonio material (piezas de bronce, yugos y estética de la torre) e inmaterial (imposibilidad de ejecutar los toques tradicionales del campanario).

En primer lugar, se exponen unas nociones básicas sobre las campanas del Arzobispado de Toledo, seguido de recomendaciones particularizadas para el campanario de Fuensalida.

4.1 Las campanas en la archidiócesis toledana

La morfología de las campanas, esto es, su aspecto externo, varía según la provincia eclesiástica en que nos encontremos. Esta morfología viene determinada en su mayor parte por la forma que presente el yugo que sujeta la campana.

Esta morfología del yugo determina también de forma decisiva el tipo de toque que se puede realizar con la campana (repique, medio vuelo o volteo) y el sonido que genera la misma (especialmente en los volteos y medios vuelos).

El yugo no es ni más ni menos que el contrapeso que tienen las campanas para poder ser osciladas.

Se piensa que este tipo de toque (el paso del repique con cuerda al volteo u oscilación) surgió a finales de la Edad Media en el sur peninsular (archidiócesis sevillana) extendiéndose después al levante y centro peninsular. En el sur y el levante este tipo de toque se adquirió en la forma de volteo de la campana, lo que genera un ritmo ternario (2 golpes y un silencio) en cada vuelta completa. Por su parte en el centro peninsular, especialmente en la provincia eclesiástica de Toledo (la actual Castilla-La Mancha, Madrid y sur de Castilla y León) el toque de campana en movimiento evolucionó a dos variantes: el volteo como en el sur y levante y el medio vuelo. Si el volteo genera un ritmo ternario (dos golpes y silencio) el medio vuelo genera un ritmo binario de dos golpes consecutivos rítmicos.

Para poner en práctica estos toques surgió el denominado yugo “toledano” que a continuación pasamos a describir.

4.2 El yugo toledano

Se denomina yugo toledano a una morfología de yugo propia del centro peninsular surgida en la archidiócesis de Toledo.

De forma general un yugo se compone de las siguientes partes:

             Eje: Los ejes son dos piezas de hierro insertas en acanaladuras realizadas en la parte inferior de cada lado del brazo, de forma que no entren en contacto con el bronce e impidan la transmisión de la vibración al muro. Sujetan la campana a la torre y suelen asentarse sobre unos cojinetes que tradicionalmente eran de madera, estando estos empotrados en la pared de la torre.

             Brazo: El brazo es la pieza de madera donde se sitúa el eje de giro. Esta pieza es la principal de todo el conjunto, pues lleva fijada en los ejes.

             Cabeza: es la parte superior del yugo y sirve en buena medida de contrapeso. Su tamaño y forma son muy variables.

Adicionalmente los yugos pueden poseer una palanca inserta en el brazo para oscilar o voltear la campana. En el caso de Toledo, todos los yugos originales poseen esta palanca que permitía a los campaneros manejar las campanas durante los toques. La única que campana que tiene esta herramienta es la Corazón de Jesús (1)

El tipo de yugo determina el contrapeso que posee la campana. En el caso de los yugos toledanos se trata de yugos relativamente pequeños para el tamaño de la campana, que contrapesan poco por sí mismos y se sirven de parte de la campana para que ella misma sirva de contrapeso. Para conseguir que parte de la campana contrapese el yugo se desarrollaron ejes acodados, en forma de “L”, que son típicos de la diócesis toledana.

Además de presentar los ejes acodados, el yugo toledano tiene rebajado el brazo, de forma que la campana queda embutida dentro de esta pieza del yugo, lo que otorga mayor robustez al conjunto.

La cabeza suele ser en general estrecha y estilizada, otorgando esbeltez al conjunto, y más que para contrapesar sirve para manejar la campana en los volteos junto con la palanca.

Los abarcones que sujetan la campana suelen estar fijados mediante tornillos a una pieza de madera más pequeña dispuesta transversalmente a la cabeza en la parte superior.

Así mismo, estos yugos suelen tener refuerzos metálicos semicirculares en el brazo para prevenir que la madera del yugo se raje por el peso de la campana o por secarse demasiado la madera.

Este tipo de yugo permite un control muy preciso de la pieza durante los volteos, permitiendo tocarla a volteo completo y dejando la campana invertida boca arriba sin mucho esfuerzo.

Así mismo permite reducir las dimensiones del vano del campanario para instalar la campana, al estar situado la línea de giro dentro del perfil de la propia campana.

Esta línea de giro no representa el punto exacto en que queda el 50% del peso por encima de ella y el 50% por debajo: de ser así, con un simple impulso la campana podría pasar bastante tiempo volteando sin volver a impulsarla. En realidad, representa el punto en que la descompensación de peso entre la parte inferior y superior es más o menos del 20-25 % del peso a favor de la parte inferior. Esta descompensación es la que permite precisamente dejar parada boca arriba la campana sin mucho esfuerzo, y es la que otorga al volteo de las campanas de estilo toledanas 2 golpes más rápidos y alegres que las valencianas. El ritmo sería así más parecido a 2 golpes y dos silencios que a 2 golpes y silencio como es el caso de las campanas de estilo valencianas.

El yugo de estilo toledano además permite una oscilación de la campana sin que esta llegue a dar la vuelta completa, generándose un ritmo binario alegre. En el caso de los yugos valencianos, esta oscilación se usa para dar los toques de muerto, ya que el elevado contrapeso de sus yugos hace que el ritmo de este toque sea muy lento y suene a “campanadas” de difunto.

Todos estos motivos serían más que suficientes para argumentar a favor de conservar este tipo de yugo en las iglesias en las que ya estaba presente. A ello se suma la alteración estética que supone su sustitución, modificando notablemente la imagen del campanario.

A continuación, adjuntamos unas indicaciones sobre las proporciones estándar de los yugos toledanos para su correcto equilibrado, y unos esquemas ilustrativos sobre este tipo de yugos:




4.3 Propuesta para una eventual restauración

El ideal que habitualmente planteamos en las propuestas de restauración es dejar el campanario de forma que se pueda tocar manualmente, tal y cómo se hacía antaño. Por eso, todas las intervenciones deben estar orientadas a respetar la instalación tradicional, conservarla y restaurarla.

En el caso de Novés, vemos que ha habido dos momentos en los que se han tocado a mano: una forma antigua, en la que se tocaban desde el campanario, e incluso se movían las campanas; y una segunda forma simplificada, en la que todos los toques se realizaban desde abajo con cuerdas atadas a los badajos. Creemos que, en una eventual intervención, debería primar la primera opción, pues se recuperaría el campanario en toda su expresión sonora, lo cual implica poder tocar desde el propio campanario y desde abajo, e incluso poder moverlas. En base a esto proponemos los siguientes puntos:

1- Redes anti-aves: a pesar de estar los ventanales y otras partes de la torre cerrados con redes, las campanas quedan al exterior y no se evita que la palomina entre dentro de la torre. Proponemos un replanteamiento del sistema, especialmente en el cuerpo del actual campanario. Se barajan dos posibilidades en función de las opciones que puedan plantearse en una eventual recuperación total de los toques. Se puede optar por la instalación de una red fija en la parte exterior del ventanal, si no se plantea mover las campanas. Si pretende recuperar el movimiento de la campana como toque en la parroquia se puede optar por diseñar una sencilla estructura hacia el exterior, en forma de jaula, que amolde la red al radio de volteo de la campana o bien instalar una red exterior a modo de persiana (que se sube o baja cuando se han de mover las campanas -solo para campanas que no tengan motor de volteo-).

Iglesia de Santa Leocadia, Toledo. Red anti aves con aro metálico para permitir el volteo de las campanas. SARRIÓ ANDRÉS, Pau /www.campaners.com
Parroquia de San Pedro, Yunquera de Henares (Guadalajara). Red tipo persiana que se eleva cuando se van a voltear las campanas. Este sistema solo es válido cuando el volteo de campanas es exclusivamente manual.

Parroquia de San Pedro, Yunquera de Henares (Guadalajara). Red tipo persiana que se eleva cuando se van a voltear las campanas. Este sistema solo es válido cuando el volteo de campanas es exclusivamente manual.


Las redes empleadas deberían ser de bajo impacto visual. A pesar de todas estas medidas que eviten la entrada de palomas en la torre, la medida más efectiva que existe es la presencia de campaneros en la torre de forma más o menos frecuente.

2- Limpieza de las campanas y nuevos badajos: las campanas presentan una densa capa de suciedad que ahoga su sonido. Para suprimir esa costra de suciedad adherida proponemos la limpieza de los bronces con chorro de arena húmedo.

Respecto a los badajos, el de la campana (1) (Sagrado Corazón) debe ser sustituido por uno adecuado a su tamaño (de mayor dimensión).

3- Restauración de los yugos: el conjunto conserva los tres yugos tradicionales de madera. Estas piezas y sus herrajes deberán ser restaurados convenientemente, rellenando con madera o masillas las grietas. No obstante, habría que evaluar el estado de conservación de cada una de las partes, y sustituir las piezas dañadas por copias exactas en madera tropical, respetando el diseño de los originales. Todos los herrajes deberán conservarse, a excepción de aquellos que por seguridad se recomiende su sustitución por otros iguales. En cuanto a los cojinetes de la pared, debería evaluarse la posibilidad de ser sustituidos por rodamientos autocentrados.

En el caso de sustitución de los yugos por otros, véanse las indicaciones dadas en el apartado anterior.

4- Mecanización:  el criterio de mecanización de campanas ha variado mucho desde que se inició este proceso, allá por los años sesenta. Desde el inicio de la mecanización los martillos eléctricos se convirtieron en sustitutos de los campaneros. A partir de los años noventa, aparece un replanteamiento y estos electromazos empiezan a verse como una herramienta del campanero, que le suplen cuando no puede tocar manualmente, de forma que la mecanización se lleva a cabo teniendo en cuenta que el toque manual es la primera opción y por tanto ha de hacerse permitiendo su ejecución. Este planteamiento, muy poco aplicado en el interior de España, lleva ya años implantado en Valencia. Es por ello que los martillos deben estar colocados de tal forma que permitan tanto el toque con el badajo como el movimiento de la campana, es decir, siempre en el exterior de las campanas.

Los martillos se deberán colocar en el lado opuesto al que tienen la palanca de balanceo (si la hubiera). Los martillos deben ser proporcionales al grosor de la campana. La bola del martillo debe tener el mismo diámetro que el grosor mayor de la campana, que es justo el punto de golpe. Un martillo excesivamente grande puede provocar la rotura del bronce. En el caso del arzobispado de Toledo no recomendamos la instalación de motores de volteo continuo (exceptuando en campanas que se tocaban a vuelo o medio vuelo de forma ordinaria), pues es una forma de toque que se solía reservar para las grandes solemnidades, cuatro o cinco veces al año. De esta forma se obliga a voltear a mano para solemnizar las grandes festividades y se evita el uso abusivo del volteo, que le resta solemnidad y excepcionalidad.

5- Reloj: en la toma de datos no pudimos accedes al piso del reloj ni al templete del chapitel, donde se encuentra la campana del reloj. Sería conveniente documentar esta campana, pues la experiencia demuestra que suelen ser campanas bastante antiguas.

Queríamos señalar también la importancia de los relojes mecánicos, uno de los bienes culturales más vulnerables de todo el patrimonio contenido en las torres campanario. la tendencia generalizada es sustituir la maquinaria por un ordenador, que a la postre, da casi más problemas que un reloj mecánico. Además, la vida útil de este tipo de ordenadores suele ser bastante corta en comparación con uno mecánico. Por desgracia el destino de muchas de estas maquinarias es un cuarto almacén de la iglesia, del ayuntamiento, de una persona interesada por la historia local, o sencillamente la chatarrería. Son muchas las maquinarias que han desaparecido, algunas de ellas históricas, del siglo XVIII o anteriores. Desconocemos cuál es el paradero actual del reloj mecánico, pero en caso de conservarse, debemos tener en cuenta que actualmente existen numerosos medios que nos permiten recuperar viejas maquinarias mecánicas. A ellas se puede agregar motores que diariamente suben las pesas, así como un ordenador que corrija posibles desfases horarios.

6- Recuperación de los toques tradicionales: recomendamos encarecidamente recuperar para la torre aquellos toques tradicionales que no existen programados actualmente en el ordenador. Para ello, proponemos que sean programados los toques para las diferentes categorías de misas según se han descrito por los informantes (en caso de que no estén actualmente programados de tal forma) y que como tal constan en el apartado correspondiente.

Para el toque de ángelus (uno de los que no se recuerda cómo eran) proponemos el siguiente modo de tocar (según lo mandaban las constituciones de los diferentes sínodos que han tenido lugar en Toledo): 9 golpes espaciados en grupos de 3 con la campana Gorda (ton ton ton … ton ton ton … ton ton ton) y a continuación un repique con las otras dos (din dan din dan din dan din dan) durante un tiempo prudencial. Pese a que el toque de ángelus actualmente programado (el Ave de Fátima) pueda parecer muy bonito y entrañable, constituye una completa aberración de la forma de entender las campanas en España. Dicho toque requiere de un número de campanas abundantes, y que estén afinadas entre sí (un carillón) para poder interpretar la melodía. Esta forma de tocar es muy propia de los países centroeuropeos, pero no en España, donde las campanas no están afinadas si no que son “macho” y “hembra”, es decir, una aguda y otra grave, sin importar la nota que tengan.

En cualquier caso, el tema de toques tradicionales en Novés requiere de un estudio más detallado, pues es factible que aun, entre la gente mayor, recuerden la forma de tocar concreta de cada toque, lo que permitiría su reconstrucción. Como incentivo a este estudio, hay que decir que, los toques en cada pueblo constituyen una manifestación de la cultura inmaterial genuina de cada localidad, y su olvido constituye una perdida patrimonial como lo pueden ser el olvido de canciones y bailes propios del pueblo. Aun así, caso encontrarse en un escenario hostil, en que no se pueda recuperar del olvido los toques propios, disponemos actualmente de una “consueta marco” del arzobispado de Toledo, que hemos elaborado sacando de cada municipio de que hemos visitado los rasgos comunes que tenía la forma de tocar toledana. Se adjunta como anexo a este informe y así mismo, está disponible en nuestro blog, en el artículo “JERARQUIZACIÓN LITÚRGICA DE LOS TOQUES DE CAMPANA” (http://vozdebronce.blogspot.com/2019/01/jerarquizacion-liturgica-de-los-toques.html).

7- Recuperación del toque manual: recomendamos así mismo que se procure el conocimiento del repertorio de toques tradicional a las nuevas generaciones a través de actividades. La recuperación del toque manual de campanas forma parte de la restauración de campanarios, ya que las campanas tocadas con martillos son “campanas sin alma”.

Por ello proponemos la creación de un taller de toque de campanas del cual puede salir un grupo encargado del toque manual y de la conservación de las instalaciones (la torre que más se estropea es aquella en la que no se sube a tocar). Sería deseable que, al menos en los días señalados para […], es decir, festividades patronales, fiestas de hermandades y fiestas solemnes de toda la Iglesia (Navidad, Semana Santa y Corpus Christi), las campanas pudiesen ser tañidas a mano.

Así mismo, habiendo tenido información de la existencia de problemas con ciertos vecinos del pueblo por el sonido de las campanas, informamos a la parroquia que, siempre que sean tocadas de forma manual, no existe posibilidad de denuncia ni sanciones, al estar el toque manual de las campanas protegido como Patrimonio Inmaterial (véase el Real Decreto 296/2019, de 22 de abril - https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2019-6064-). Esto supone un aliciente si cabe para implementar en la medida de lo posible el toque a mano de los bronces.




[1]-  PARES, Archivo Histórico Nacional, Universidades, 568, Exp. 8 “Memoria descriptiva de la villa de Novés (Toledo) y su jurisdicción”
[2]- Archivo Parroquial de Novés (APN), Libro de fábrica 1535-1568, f. 206v.
[3]- Sebastián de la Torre fue el autor de la campana conocida como Ascensión Espanta diablos de la Catedral Primada, fundida en 1545 cuya boca tiene 145 cm de diámetro. Es también conocida con el nombre de sermonera, pues era tañida la víspera de los sermones. http://campaners.com/php/fonedor.php?numer=740  (última consulta 19/02/2020).
[4]- APN, Libro de fábrica 1535-1568, Fundición de una campana 23 de abril de 1566.
[5]-  En el siglo XIX y XX aparecen algunos campaneros con este apellido, lo cual prueba su descendencia cántabra, de donde procedían la mayoría de los fundidores de campanas que trabajaban por España.  http://campaners.com/php/fonedors.php  (última consulta 06/02/2020)
[6]- APN, Libro de Fábrica
[7]- Pedro de la Sota fue uno de los maestros de fundir campanas más importantes de mediados del siglo XVII del entorno de Madrid y Toledo. Simultaneaba su oficio de maestro de fundir campanas con el de maestro broncista, requiriéndose su trabajo en numerosos trabajos artísticos del Alcázar de Madrid y del Escorial. En la Catedral de Toledo se conserva todavía una campana fundida por él en 1652 (San Juan). La campana “Gorda” de la Primada que fue sustituida por la actual (Alejandro Gargollo ,1763), fue fundida por de la Sota en 1635. Cfr. PEREDA GÓMEZ, Julio: “Pedro de la Sota, maestro mayor de hacer campanas”, Ajalbir, 1-10-2010, publicado en http://campaners.com/ (última consulta  07/02/2020); Campana San Juan (3), Catedral Primada, Toledo, Castilla-la Mancha: http://campaners.com/php/campana1.php?numer=597  (última consulta  07/02/2020).
[8]-  APN, Libro 5º de Bautismos 1667-1687, Confirmaciones 23 de abril de 1659.