A
lo largo de la última Cuaresma analizamos en tres publicaciones los toques de
campanas característicos durante este tiempo litúrgico preparatorio para la
Pascua Florida. En estos artículos se mencionaron algunos paralelismos
existentes entre el carácter austero de los toques de Cuaresma y los de
Adviento. En la presentación publicación analizamos las características que
tenían los toques de campana que señalaban el Adviento.
Antes
de empezar a hablar sobre campanas, es conveniente recordar que la iglesia
hispano-visigoda, cuyo epicentro era la Iglesia de Toledo, ponía especial
énfasis en la celebración de este tiempo litúrgico. Aparte de la importancia
que tenían las Misas dominicales, cuyas lecturas y oraciones estaban orientadas
a preparar al fiel para la celebración de la Natividad, en este tiempo tenía
lugar una de las fiestas marianas más importantes y originales de la iglesia
hispana: la Expectación del parto Nuestra Señora (también conocida como Virgen
de la Esperanza o Virgen de la O) celebrado ocho días antes de la Navidad (el
18 de diciembre), en la que se conmemoraba la Anunciación y Encarnación del
Verbo. Esta fiesta fue la alternativa a la de la Encarnación del Señor del 25
de marzo, que, por coincidir con la Cuaresma o la Pascua de Resurrección no se
celebraba con la importancia que requería.
El
principal elemento distintivo del toque de campanas de este tiempo litúrgico es
la forma de tocar a Misa, especialmente la dominical. El toque habitual, o el
repique de los domingos, es sustituido por otro de carácter más austero.
Recordamos las palabras de Samuel Sesmero, sacristán de la Puebla de Almoradiel(Toledo) referentes al toque de Misa de Adviento: “no es ni triste ni alegre”. En
esta localidad se alternando una campanada a la gorda y otro con un campanillo
a un ritmo normal, ni lento ni rápido. Aunque Samuel no lo especifica, debía
tocarse antes de la primera señal de Misa.
Campanario de la Puebla de Almoradiel
Campana Gorda de la Puebla de Almoradiel
No
es este el único ejemplo conservado. En Guadamur, localidad ubicada a unos 20
km al sur de Toledo, sabemos que también tenía un toque específico para
Adviento. León González Ayuso, natural de esta localidad, y director de la
banda de música local, transcribió en partitura los diferentes toques de
campanas que había conocido de su abuelo, sacristán de la parroquia. Esta transcripción,
conservada en el CSIC, se interpreta por separado con cada una de las campanas.
Transcrito en un ritmo de 4/4 todos los compases siguen el mismo esquema:
blanca y dos negras, que, en forma de onomatopeya vendría a ser taaan, tan,
tan, taaan, tan, tan… esta secuencia se repite durante tres minutos, hasta
terminar con tres golpes espaciados. En una segunda línea de la partitura se
repite el mismo esquema, pero con la campana pequeña del conjunto. No sabemos
si esto corresponde al segundo toque de Misa o si se refiere a que la Misa se
celebra en la parroquia o en la ermita en función de la campana empleada, como
se indica en la transcripción del toque correspondiente a Misa diaria (campana
grande en la parroquia, campana pequeña en la ermita).
Partitura del toque de Adviento de Guadamur escrita por León González Ayudo en 1949. GIL GARCÍA, Bonifacio/ CSIC Fons de Música Tradicional: http://campaners.com/php/campanargran.php?numer=145069
En
el archivo parroquial de Fuensalida se conservan dos reglas de toque redactadas
en los años 50 (de las cuales hemos hablado en este blog). En una
de ellas, redactada en torno a 1952, aparece el toque de Misa de Domingo de
Adviento. En ella se indica que: “En Adviento los Domingos para la Misa se
toca solo con la campana Chica, tres veces y tres señales”. Es decir, se
dan una serie de campanadas a badajo con la Chica (la más pequeña de las cuatro
litúrgicas). Estas campanadas se supone que debían ser dadas antes de la
primera señal (las otras dos señales se daban cada 10 minutos aproximadamente).
Las señales se daban con el Campanillo a volteo (balanceo). Este campanillo,
ubicado originalmente bajo la campana Chica, fue trasladado en los años 90 a la
espadaña de la ermita de San Antón.
Regla de toque de la Parroquia de Fuensalida, escrita en torno a 1952. En el segundo párrafo se describe el toque de Misa de Domingo de Adviento.
Torre Campanario de la parroquia de Fuensalida.
Campana "Chica" de Fuensalida.
Antiguo "campanillo" de la Parroquia de Fuensalida, actualmente en la ermita de San Antón.
Una
cuarta población donde recientemente hemos podido localizar otro toque de
Adviento es en Mejorada, a pocos kilómetros de Talavera de la Reina (Toledo),
localidad que conserva un rico conjunto de toques que todavía siguen
interpretando manualmente. El toque de Adviento consiste en una serie de
campanadas, cuatro en una y otras cuatro en la otra. Después de repetir varias
veces esta secuencia se toca la primera señal de misa con la campana pequeña.
La segunda señal de Misa se toca también con la pequeña y la tercera y última
con la Gorda. Este toque solo se realizaba los domingos de Adviento en
sustitución del repique de los domingos. Por lo que nos comentaron durante la
documentación, este toque lleva bastantes años sin tocarse, siendo sustituido
por el de domingo.
Campanario de la parroquia de Mejorada
Campanas de la Parroquia de Mejorada.
Como
podemos ver, la localización de estos toques es bastante distante: la Mancha
(Puebla de Almoradiel), Montes de Toledo (Guadamur), Torrijos (Fuensalida) y Talavera
de la Reina (Mejorada), lo cual nos hace pensar que debió ser bastante común en
el territorio del arzobispado. Observamos también que todos los ejemplos
expuestos comparten un cierto estilo de severidad, pero no una forma concreta y
definida como ocurre con otros toques como el de Oración cuya forma aparecía
más o menos fijada en diferentes constituciones sinodales del siglo XVII (ver aquí). Esto demuestra la organicidad en la que se gestaron los toques de
campana a nivel local. Suponemos que su forma, en buena medida estaba
determinada por el toque de Misa de Domingo, con el cual debía contrastar.
El
toque de Misa de Adviento enriquece y rompe la monotonía del ciclo anual, marcando
con carácter propio el tiempo preparatorio para la Pascua de Navidad. Es por
ello que, en una hipotética recuperación del toque tradicional de campanas, sería
conveniente plantear la posibilidad de incluirlo tomando como modelo estos
toques documentados. Sirva de ejemplo la recuperación que estamos llevando a
cabo en la Parroquia de Horche (Guadalajara), en la que se ha tomado como
modelo el toque de Adviento de Mejorada.
Dada la situación extraordinaria
que estamos viviendo actualmente a consecuencia de la pandemia de coronavirus
de Whuan que estamos sufriendo, se ha puesto en marcha, desde distintos niveles
eclesiásticos, una iniciativa que invita a hacer sonar las campanas de nuestros
templos para acompañar la oración que el pueblo eleva en estos momentos hacia
Dios.
Una de esas iniciativas,
promovida por la Conferencia Episcopal Española (CEE), tiene como objetivo hacer
sonar las campanas a la hora del Ángelus, es decir, a las 12 del medio día,
para pedir por esta situación de necesidad que vivimos, uniéndonos con la
oración que Su Santidad ha preparado especialmente para ella.
Por otro lado, el toque de
Ángelus, también conocido como de Avemarias es quizá uno de los toques
que mejor conservado ha llegado hasta nosotros. Originalmente se ejecutaba al
amanecer, al medio día y al anochecer, y era una invitación al rezo de los
fieles de 3 avemarías, a las cuales estaba concedida una indulgencia.
MOTIVACIÓN
Debido a que, en los últimos años
se ha producido un olvido del uso litúrgico reglamentado de los Sagrados
Bronces, nos vemos en la tesitura de que, las campanas, se hacen sonar en cada
lugar a gusto y conveniencia del párroco particular de cada iglesia o del
sacristán correspondiente. Atrás quedan los tiempos en los cuales la
reglamentación del toque de campanas era objeto de primorosa ordenación por
parte de los obispados y arzobispados, que unificaban en su territorio el
lenguaje de sus bronces, de forma que era fácilmente legible por cualquier
miembro de su grey en cualquier lugar del territorio de la diócesis.
Sería interesante, en este
sentido, unificar esta propuesta de toque que se hace desde la CEE a las
diócesis y parroquias, pudiéndose adoptar en cada una de ellas el toque
original que como tal existía ya reglado desde antaño.
JUSTIFICACIÓN
El toque de Ángelus es uno de los
que mejor conservados ha llegado hasta nosotros, y, además, de una forma
bastante unificada en los que serían los antiguos territorios del arzobispado toledano,
es decir, las actuales provincias de Toledo, Madrid, Guadalajara, Cuenca y
Ciudad Real. Posiblemente sea esto debido a los insistentes avisos y
recomendaciones que, desde la seda primada, se hacían al respecto en los
sínodos que convocaron los diferentes arzobispos. Como muestra de ello, traemos
a estas letras una transcripción de las Constituciones Sinodales del
Cardenal Portocarrero del año 1682, en las cuales se explicita la forma en
que se ha de dar la señal de ángelus:
“Que los Sacristanes tañan al
Ave María, al anochecer […], al amanecer y al medio día […]: concédase
indulgencia a los que a estas horas rezaren”
(Libro I, Título IV,
Constitución III)
Como podemos apreciar, el rezo de
estas tres Ave Marías, se hacia a primera hora de la mañana, a medio día y al
caer la tarde. El toque de medio día fue el que dio a luz a lo que ahora
conocemos como ángelus. Por su parte, los otros dos toques se siguieron
manteniendo en general en los pueblos, y se conocieron como “oraciones de la
mañana” o “buenos días”, al de por la mañana, y “oraciones de la tarde”, al
toque de por la tarde.
Continuamos con la transcripción
de esta constitución III:
“Cosa justa es que, en todas
las iglesias, se taña de un mismo modo al Ave María; y que donde haya más de
una iglesia comience este toque la Iglesia Matriz, o en su defecto la de más
antigüedad, uniéndose después las restantes”
Como podemos ver, desde el
arzobispado no solo daban orden de tañer para llamar a esas oraciones si no
que, comprendiendo que las oraciones de los fieles y, por ende, el uso de la
campana, formaban parte de una misma liturgia, se daban incluso instrucciones
de cómo debía hacerse en aquellos lugares en que había más de una iglesia, para
salvaguardar el orden y la armonía.
A continuación, da indicación
expresa de cómo se ha de tocar:
“Ordenamos y mandamos que, de
aquí en adelante, en cada una de las iglesias de este arzobispado, los
sacristanes y campaneros, cada día […] tañan al Ave María dando nueve golpes de
una campana grande, de tres en tres; y acabados los dichos nueve golpes tañan
una campana a vuelo.”
Aunque no lo explicite, esta
estructuración del toque encaja con la del rezo, los tres golpes por las tres
jaculatorias y Ave Marías y la campana a vuelo por la oración final “Derrama,
Señor, tu gracia sobre nosotros…” (Gratiaum tuam, quaesumus, Domini…).
En alguna localidad esta segunda parte se la denomina “la plegaria” en alusión
a la oración.
Y continúa exhortando al pueblo a
unirse a esta oración:
“Amonestamos a todos los
fieles del arzobispado a que, al tiempo de tocar dichas horas, recen […] las
preces del Angelus Domini y las Ave Marías […]. Y porque con mayor fervor se
muevan a continuar esta devoción, les concedemos [a los fieles] 40 días de
indulgencia por cada vez que rezasen una de estas horas”
PROPUESTA
Tanto efecto debieron tener estas
continuas amonestaciones del arzobispado en las parroquias, que, curiosamente,
en la mayoría de pueblos de estos territorios que pertenecieron antaño al arzobispado
primado, se ha seguido tañendo hasta hace no muchos años, o incluso sigue vigente,
esta forma de tocar a las “Ave Marías”.
Por ello, proponemos que, en
estos mismos territorios, se pueda implementar para esta circunstancia que se
nos pide desde la CEE este modo de tocar, que es el propio de nuestra tierra.
Sería interesante así mismo que no solo se llevara a cabo el toque de ángelus
en estos momentos de epidemia, si no durante todo el año cristiano, para llamar
a los fieles a unirse juntos en oración.
Pasamos a detallar cómo sería
este toque de ángelus, para lo cual nos serviremos de una tabla en la que se
indica el número de golpes de badajo de campana y qué campana usar:
NÚMERO DE GOLPES
DE BADAJO
CAMPANA
COMENTARIOS
9 golpes de
badajo en grupos de 3:
3 golpes
Unos segundos de espacio
3 golpes
Unos segundos de espacio
3 golpes
Con la campana más
grave (generalmente la más grande) del campanario
33 golpes seguidos
*Para esta secuencia
se puede optar por usar una sola campana, o bien tañer 2 campanas de timbre
distintos alternando una y otra (un repique)
**Otra posibilidad es
emplear una campana pequeña a volteo, en cuyo caso no haremos caso del número
de golpes, si no que estará tocando un tiempo prudencial
***La tercera
posibilidad sería tañer una campana a medio vuelo, como indica Portocarrero;
pero comprendemos que al no ser toques manuales es más difícil de implementar
Con una campana
más aguda que la primera
Pese a que las
constituciones de Portocarrero no especifican el número de estos golpes,
elegimos 33 por ser un número muy simbólico dentro del cristianismo: la edad
de Cristo
*Portocarrero
menciona que se ha de tocar “a vuelo”. Entendemos por ese vuelo una campana
tocada a medio bando, es decir, que oscila sin llegar a dar una vuelta
completa (que sería un volteo)
3 golpes seguidos
Con la campana
grave del principio
Portocarrero no lo
especifica así, pero es costumbre extendida entre los campaneros y
sacristanes el rematar los toques con esta señal, para indicar que el toque
ha terminado. Dejamos la implantación de esta parte del toque a gusto del
párroco, sacristán o campanero de cada parroquia.
Sirvan de ejemplo estas grabaciones:
Yepes (Toledo), toque de la oración a la puesta del sol (www.campaners.com):
http://campaners.com/video/video999.mp4
Escalonilla (Toledo), toque del Ángelus (www.campaners.com):
http://campaners.com/video/video960.mp4
Horche (Guadalajara), toque del Ángelus (vídeo propio):