sábado, 20 de marzo de 2021

TOQUES DE CAMPANA DURANTE LA CUARESMA (Parte II)

 JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Carlos; ROMERA SOTILLO, Álvaro


En la anterior entrada tratamos la variación del toque de Misa y la sustitución del repique por otras técnicas de toque menos festivas durante la Cuaresma. En este trataremos sobre:


1.       2. Vísperas “Ante Prandium[1]

 

El ayuno era una de las prácticas habituales durante la Cuaresma. Aunque actualmente se reduce prácticamente a dos días (miércoles de ceniza y Viernes Santo), en origen este se ejercitaba todos los días (salvo los domingos). Para poder mitigar la pesadez del ayuno, fue común una práctica que consistía en rezar todas las horas canónicas del día durante la mañana, antes del mediodía. De esta forma, haciendo muestra de lo que al inicio del escrito se comentaba (“Los toques de campanas litúrgicas marcan el tiempo y el espacio de una forma jerárquica y de significado pleno, en contraste con las campanas horarias, que señalan una división cartesiana del tiempo…”), se daba por concluido el día litúrgico, permitiéndose entonces la comida o refrigerio. Así, las Vísperas, que son consideradas la primera hora del día se rezaban en las catedrales inmediatamente después de la Misa Mayor, sexta, y nona. Citamos a continuación un párrafo bastante elocuente de un manuscrito del fondo Borbón-Lorenzana que habla precisamente sobre esta cuestión y el particular uso y costumbre de la Sede Primada:

 

La hora de Nona se canta después de comer a excepción de la Quaresma, y días de Témporas, o Vigilias, porque en estos se conforma con la antigua disciplina, según la que en los Primeros siglos los fieles en los días de ayuno de Quaresma no comían hasta después de Vísperas, y cerca de ponerse el sol, y en el Adviento, Temporas y Vigilias no comían hasta después de Nona. Esta disciplina se fue relaxando insensiblemente y se mantiene alguna memoria cantando en Quaresma las vísperas, antes de comer, y en los otros días de Adviento, Témporas o Vigilias se canta la Nona antes de comer. Esto es común a todas las iglesias, y lo particular de esta está en que en todos los otros días del año, que no son de Ayuno, ni canta la Nona antes de mediodía, ni inmediatamente antes de Vísperas, sino media hora antes de que estas se empiecen, en lo que en algún modo conserva la propiedad de cantar la Nona después de mediodía según lo predicaban los Canónigos de París.[2]

 

Reloj de sol con la división de las Horcas Canónicas. Foto: https://blog.laveredadepuebla.com/



Coro de la Catedral de Toledo  en 1885. Fondo Casiano Alguacil / https://descargasarchivo.toledo.es/


Es frecuente encontrar en las reglas de toque catedralicias las indicaciones para variar los toques durante la Cuaresma. La de la Catedral de Sigüenza (todavía inédita), mandada redactar por el Sochantre Juan Pérez en 1609[3], está compuesta por 33 capítulos donde se describe con mucho detalle toda la relación de toques de la catedral. Tres de sus capítulos están dedicados a la Cuaresma: 

·         Capítulo 10. De las Dominicas de Adviento, Septuagésima y Quaresma.


·         Capítulo 11. Como se ha de tañer las ferias de Quaresma. 


·         Capítulo 12. De las fiestas que se celebren en la Quaresma. 

 

En estos capítulos se describe el número de campanas que intervienen en cada toque y cuándo se ha de ejecutar, poniendo especial interés en que las vísperas se tañan antes del mediodía. Esta regla merece un análisis en profundidad, esperamos en un futuro poder dedicar un artículo a ella.

Portada de la Orden de Toques de la Catedral de Sigüenza de 1609.

Poca información ofrece sobre este particular la regla de toque de El Ceremonial de la Santa Iglesia de Toledo, Primada de las Españas (1585-1590), conocido como ceremonial de Rincón, por ser este uno de sus redactores[4]. Los capítulos dedicados a las campanas describen muy someramente los toques, sin mencionar la mayoría de las veces qué campanas se emplean. En cuanto a la Cuaresma aporta dos pequeñas anotaciones:

 

Los días que se reçare de feria desde el primero lunes de quaresma fasta el miércoles santo inclusive tañeran a sexta y nona con una campana como a tercia empino.”[5]

 

A continuación, describe la forma en que deben tocarse a completas en Cuaresma (que se rezaban a la hora de las vísperas) si fueran fiesta con procesión o sábado: Tañerán con una campana y esquilón[6] como a nona empino”. A continuación, describe cómo se ha de tocar cuando hay oficio de difuntos[7].

 

También parco, aunque un poco más explícito, es el erudito toledano Ramón Parro al describir las campanas de la catedral. Gracias a una escueta nota al pie, sabemos qué campana era la empleada en el toque de Completas de Cuaresma: la Resurrección, la pequeña de las once litúrgicas:

 

Esta campana, que venía sirviendo para toda clase de toques, ora jugasen todas, ora solo tres ó dos, y aun cuando fuese una sola (como acontece para las horas menores de la Semana Santa, para las Completas en Cuaresma, para Laudes en todo tiempo, y aun para Prima a excepción de los días clásicos), se cascó hace dos años, y permaneces sin renovar.[8]

 

Por tanto, esta campana tan activa, tocaba también las tardes de la Cuaresma para llamar a los canónigos a Completas, que se rezaba en el lugar de las Vísperas, que eran rezadas por la mañana.

 

Campana "Resurrección" de la Catedral de Toledo. Foto: LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com

Fotografía detalle de la cara oeste del campanario (la que da al Palacio Arzobispal). A la derecha la campana "Resurrección".

Pero quizás, uno de los toques más conocidos, con una denominación bastante curiosa es “el toque de Cangonda” de Yepes (Toledo). En la documentación y grabación de los toques de esta localidad, llevada a cabo por Francesc Llop en 1983, el toque de vísperas era interpretado con un repique durante todo el año a las dos de la tarde en invierno, a las tres en verano. En Cuaresma este toque cambiaba de forma y de hora. Se tocaba a las once de la mañana (después de la Misa del Párroco o Misa Mayor) y el repique se sustituía por el “volteo” de la “Sorda” (en el argot de Yepes ese volteo equivale a un balanceo) mientras se intercalaban badajazos con la “Gorda”. Esta variación incide en el carácter de gravedad que se imprimían a determinados toques durante la cuaresma, como ya hemos comentado anteriormente. El nombre de este toque (“de Candonga”) es bastante ilustrativo del motivo por el cual se adelantaban las vísperas a antes del mediodía. Entre sus varias acepciones en el diccionario de la RAE, la primera es “zalamero o astuto”. La tercera “Dicho o hecho con que se pretende desorientar a alguien para que no advierta el engaño de que va a ser objeto”. Es decir, con este toque se pretende “engañar” al ayuno diario que antiguamente se prescribía en Cuaresma adelantando las horas canónicas del día (recordemos que litúrgicamente la primera hora canónica del día son las Vísperas) para tocarlas todas antes de las doce del mediodía y poder comer a su hora. Esta “astucia” demuestra hasta qué punto las horas canónicas marcaban la división del día, incluso aunque estas no se ajustaran a una división objetiva y exacta del tiempo. Este toque debió ser común en todas las parroquias.

 

Yepes, toque "de Cangonda". LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com

Toque de Vísperas normal y Toque "de Cangonda". LLOP I BAYO, Francesc / http://campaners.com/php/v0.php?numer=998


A parte del toque documentado en Yepes, existe una grabación[9] de los toques de Torre de Juan Abad (Ciudad Real) realizada posiblemente en los años 60 por D. Manuel Menesses Ripoll, párroco de la localidad. Los toques son interpretados por el campanero Genaro Cortés, que los aprendió de su abuelo, Sacristán de la Parroquia. Las circunstancias de este toque son casi exactas a las de Yepes. El toque de vísperas de ordinario se toca a las dos de la tarde en invierno y a las tres en verano. En Cuaresma se toca a las 11 de la mañana. En la grabación de don Manuel no lo asocia con las Vísperas “ante prandium”, simplemente lo denomina como toque de Cuaresma de las 11 de la mañana de los días laborables. La forma de interpretarlo también varía al igual que en Yepes: de ordinario consiste en un repique con las dos campanas mayores. En Cuaresma el repique se sustituye por un toque sencillo que comienza con unas campanadas de la pequeña de las campanas grandes: tan…tantan….tan….tantan (esta secuencia recuerda al toque de Adviento de Guadamur que vimos en la anterior entrada), así varias veces hasta que se da una serie de campanadas seguidas: tantantantantan. Después de estas campanadas otra serie con la campana grande: tontontontonton. Esperamos poder dedicar una o varias entradas para analizar el conjunto de toques de Torre de Juan Abad, uno de los más ricos hasta ahora conocidos en Castilla-la Mancha.

Campana Grande. Torre de Juan Abad

Campana pequeña de las grandes. Torre de Juan Abad.

Torre campanario de Torre de Juan Abad.




[1] - Ante prandium significa antes del almuerzo, es decir, antes del mediodía, antes de comer.

[2] - Biblioteca Pública de Castilla-La Mancha (BPCLM), Fondo Borbón-Lorenzana (FB-L), Ms. 154: Ceremonias Particulares de la Santa Yglesia Primada de Toledo, Fol. 48r.

[3] - Archivo Catedral de Sigüenza (ACS), Directorio de Coro IV, “El orden que en esta Sancta Iglesia Cathedral de Sigüença se tiene en tañer las campanas en todos los dias y fiestas por todo el discurso de todo el año”, f.269r – f.301.r

[4] - La regla de toques de este ceremonial se encuentra publicada en ALONSO MORALES, Mercedes: “El tañer de las campanas de la Catedral de Toledo”, Toletum: Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, nº 56 (2009), pp. 209-219.

[5]  - Ídem: p. 216

[6] - El “esquilón” es la forma al cimbalillo o campanillo conocido popularmente como el ángel, situada originalmente en el balcón superior de cuerpo octogonal de la torre, junto a los pies del chapitel. Actualmente se encuentra situado en el interior del cuerpo octogonal.  Era la campana empleada para indicar la entrada de los canónigos al coro.

[7] - ALONSO MORALES, Mercedes: "El tañer... Op. Cit., p. 216.

[8] - RAMÓN PARRO, Sixto: Toledo en la mano, o descripción histórico.artística de la Magnífica Catedral de los demás célebres Monumentos, Tomo I, Toledo, 1857 (Edición Facsímil Valladolid, 2012), p. 741.

[9] - Estos toques están parcialmente descritos en: MOYA MALENO, Francisco Javier: “Las campanas en el Campo de Montiel. Un estudio preliminar”, en Revista de Estudios del Campo de Montiel, 2009 (1), pp. 15-46.


jueves, 18 de marzo de 2021

TOQUES DE CAMPANA DURANTE LA CUARESMA (Parte I)

 

JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Carlos; ROMERA SOTILLO, Álvaro



Los toques de campana litúrgicas marcan el tiempo y el espacio de una forma jerárquica y de significado pleno, en contraste con las campanas horarias, que señalan una división cartesiana del tiempo carente de significado.

En esta jerarquización podemos decir que hay un doble ciclo: el diario y el anual[1]. El diario se inicia con la salida del sol y termina al atardecer. De hecho, en la antigüedad se consideraba que el inicio del día tenía lugar precisamente al atardecer, cuando se rezaban las Vísperas, una de las horas canónicas más importantes del rezo diario. El otro ciclo es el anual, marcado por el ritmo semanal de la jornada dominical (Dominus Dei, día del Señor), en el cual, un sinfín de fiestas se repartían a lo largo de los 365 días del año. Dentro de todas estas festividades destacan dos ciclos festivos, el de Navidad y el de Pascua. Ambos tiempos tienen a su vez un tiempo preparatorio (Adviento y Cuaresma respectivamente), cuya finalidad es preparar espiritualmente al fiel para celebrar debidamente las dos fiestas más importantes del calendario litúrgico. De hecho, en estos dos tiempos preparatorios, el color de las vestimentas es el morado, en señal de penitencia. La Cuaresma es el tiempo preparatorio más importante del calendario cristiano, que, como su propio nombre indica, dura 40 días, en recuerdo de los cuarenta días que estuvo Cristo retirado en el desierto antes de su predicación pública. Este tiempo (que comienza el miércoles de ceniza y concluye el Domingo de Ramos) la penitencia, el ayuno y la oración se intensifican. Los más mayores recordarán que el signo visible más evidente de esta celebración era la velación de imágenes y cuadros de Santos y representaciones no relacionadas con la Pasión. Hoy en día es difícil hacerse una idea del ambiente que se vivía en la sociedad tradicional, pero era una realidad que cambiaba su funcionamiento desde el miércoles de ceniza hasta la Pascua de Resurrección. El ambiente que se respiraba era de una enorme gravedad. El toque de campanas, como no podía ser de otra manera, también variaba. 


Retablo velado durante la Cuaresma. Foto: https://liturgiaytradicioncatolica.wordpress.com/2018/03/18/costumbre-tradicional-por-que-se-cubren-las-imagenes-el-i-domingo-de-pasion/


A continuación, se analizan tres aspectos en los que esta variación en los toques era palpable:

 

1.       1. Mayor gravedad en la forma de realizar los toques de Misa:

 

Una de las principales diferencias que se aprecian en la forma de tocar es la mayor gravedad en la ejecución de los toques de Misa. Probablemente, el caso más significativo que hayamos documentado sea el de Mocejón (Toledo). Los toques de Misa de esta localidad se dividían técnicamente en “toques” y repiques. En el toque se empleaban las dos campanas grandes, dando una serie de campanadas de forma rítmica, pero de una forma sencilla “poco florida”. En el repique se tañen dos campanas con un ritmo muy vivo, muy marcado, jugando con el golpeo rápido y doble de la mano derecha impulsando el badajo cuando se sube y baja el brazo, una especie de “trémolo”. Esta técnica, empleada en los repiques de las misas mayores de Domingo, Fiestas y en las procesiones, se suprime durante la cuaresma y se sustituye por el toque, mucho más acorde con la gravedad del tiempo penitencial.

Mocejón, campanas grandes de la torre campanario.


Mocejón. Repique.


Mocejón. Toque diario de misa (que sustituye al repique los Domingos y fiestas de Cuaresma).

 

Del mismo modo, existían también toques de este tipo durante el Adviento, tiempo preparatorio de la Navidad que también comparte un tiempo penitencial. Este es el caso de la Puebla de Almoradiel (Toledo) y Guadamur (Toledo). Según dice Samuel Sesmero, sacristán de la parroquia de San Juan Bautista de la Puebla de Almoradiel, este toque que no es “ni triste ni alegre”. Era un toque alternado entre la campana gorda y uno de los campanillos a un ritmo normal. Debía tañerse antes de la primera señal de Misa todos los días de Adviento. Para saber más sobre los toques de la Puebla de Almoradiel pinchar aquí .

La Puebla de Almoradiel, torre campanario.

La Puebla de Almoradiel, a la izquierda la campana Gorda.


 

Fotografía de principios del s. XX en cuyo fondo aparece la espadaña de la iglesia. Foto: https://www.religionenlibertad.com/blog/42204/toledo-31-de-julio-de1936-en-el-paseo-del-transito.html

Partitura del toque de Adviento de Guadamur escrita por León González Ayudo en 1949. GIL GARCÍA, Bonifacio/ CSIC Fons de Música Tradicional: http://campaners.com/php/campanargran.php?numer=145069

León González Ayuso, natural de Guadamur, y director de la banda de música de la localidad, transcribió en partitura los toques de campanas que había conocido de su abuelo, sacristán del pueblo. La transcripción se llevó a cabo en 1949. Uno de los recogidos es el toque de misas de Adviento, caracterizado también por el toque por separado de las dos campanas a un compás normal[2].

 

Modificaciones similares tienen lugar en “el toque de Candonga” de Yepes (Toledo) y “el de las 11 de la mañana en Cuaresma” de Torre de Juan Abad (Ciudad Real), de los que hablaremos más abajo.

 

Variantes como las anteriormente expuestas debieron ser muy comunes en las parroquias. Sirva de ejemplo una pequeña indicación de la Consueta de la Seo del Salvador de Zaragoza de 1672:

 

Al claustro (procesión) se repica todo el año, exceptuando la quaresma desde la septuagésima y adviento, y la dominica Gaudete y la de Letare, que aunque son de quaresma y adviento, se repica. Los dias de quaresma y adviento, el claustro se vandea[3] la campana Lorenza[4].

 

Torre campanario de la Seo de Zaragoza. Foto: wikipedia

Se entiende en estas pequeñas líneas, que el repique no es apropiado para determinadas celebraciones de la Cuaresma, y es preferible el bandeo de una campana. Esta alteración recuerda a la contraposición entre “toque” y “repique” de Mocejón. Esta variación en el toque todavía se sigue interpretando a mano en la Catedral de Valencia, en el toque conocido de “dominica morada”, que en comparación con otros toques de coro, es más simple y sencillo.


"Dominica morada" en la torre del Micalet (Valencia). autor: Joan Alepuz




[1] - Cfr. LLOP I BAYO, Francesc: Las campanas en Aragón: un medio de comunicación tradicional, Tesis Doctoral, Universidad Complutense, Madrid, 1988, pp. 166-173, consultado en http://campaners.com/php/textos.php?text=1156 (última consulta 10/03/2021).

[2] - Las partituras se encuentran almacenadas en CSIC Fons de música tradicional, y publicadas en la página de campaners: http://campaners.com/php/textos.php?text=9179 (última consulta 27-02-2021).

[3] - Aunque este término se emplea actualmente en Aragón para denominar el volteo (giros continuados de la campana en un sentido), creemos que en el contexto se refiere a balanceo parando la campana con el yugo abajo. En documentación de la época se le llama “tocar a pino”.

[4] - “Documentos relacionados con las campanas, los campaneros y los toques de las Catedrales de Zaragoza”, www.campaners.com (última consulta 27-02-2021). Este documento es un compendio de documentos entre las que se encuentran dos consuetas antiguas, una del Pilar (1578) y otra de la Seo (1672). En la del Pilar también aparece reflejado el toque de claustra de forma similar: “Item ha de taner a la claustra en quaresma y aduiento las dominicas dos campanas a bando la Maria y la noueçica los otros dias y fiestas ha de repicar en todas las claustras que se pasaren en la yglesia y quando salle el cabildo a la seo a algunas Processiones ordinarias y extraordinarias y lo mismo quando buelue”.


jueves, 11 de marzo de 2021

RESTAURACIÓN DE LAS CAMPANAS DE CANTALOJAS (GUADALAJARA)

 

Desde que abrió este blog hace ya dos años (el 15 de enero de 2019) poco a poco hemos ido viendo el resultado de los trabajos de documentación llevados a cabo en diferentes campanarios.

Fruto de una de esas documentaciones, realizada en Cantalojas (sierra de Guadalajara) el 28 de septiembre de 2019, ha sido la restauración del conjunto de campanas. Como se puede ver en el artículo que publicamos sobre esta localidad (ver aquí), cuenta con un conjunto de campanas muy interesante, que además conserva sus yugos de madera. En esta documentación también pudimos registrar el repertorio de toques (ver aquí), que lamentablemente, debido al mal estado del conjunto, no se pudieron interpretar durante la documentación.

La documentación sirvió para que los vecinos de este pueblo, encabezados por Antonio Garrido, hijo del último sacristán y campanero de la parroquia, fueran conscientes del patrimonio campanil que tenían, cuyo estado de conservación era bastante deficiente (una campana rota, yugos en mal estado e inmovilizados).

El criterio empleado ha sido bastante respetuoso con el conjunto, orientado a recuperar los valores iniciales y originales del conjunto: una de las campanas, la pequeña, ha sido trasladada a Alemania para soldar una grieta que rompía su sonido; los yugos han sido restaurados, sustituyéndose únicamente las partes que menos seguridad ofrecían. Destaca el yugo de la campana grande, el cual ha sido conservado entero; los herrajes han sido repuestos, sustituyendo la sujeción de cuñas o palomillas por tuercas industriales que ofrecen una mejor garantía de seguridad; las campanas han sido limpiadas, recuperando tanto el sonido como el aspecto original; los antiguos cojinetes de madera han sido sustituidos por rodamientos que facilitan el movimiento del bronce y un menor esfuerzo al campanero. 

En resumen, ha sido una restauración modélica, basada en unos principios de restauración que ha devuelto el esplendor, el sonido y la belleza original de este interesante conjunto.




































lunes, 22 de febrero de 2021

El FALSO CIGÜEÑAL (2ª PARTE)

 ROMERA SOTILLO, Álvaro



El pasado 8 de enero publicamos en este blog un post dedicado a una peculiar forma de volteo que denominamos "falso cigüeñal" (ver aquí). Este tipo de volteo consiste en pasar una cuerda sobre uno de los brazos del yugo y tirar y soltar de ella como si fuera un cigüeñal. Con el uso continuado el rozamiento de la cuerda va formando una serie de acanaladuras y desgastes. En el citado post mencionamos una serie de lugares donde se ha documentado esta técnica de toque, y otros en los que se han encontrado evidencias de este toque (brazos desgastados con acanaladuras). En el presente post mostramos otro de esos campanarios donde se ha localizado esta técnica, nos referimos al campanario de la parroquia de Angón, pequeña localidad cercana a Jadraque. El campanario está compuesto por dos campanas romanas con unos bellos yugos de perfil seguntino, que presentan un preocupante estado de conservación, de hecho la romana pequeña está descolgada, depositada sobre el suelo del campanario. Como contrapunto a las romanas, un campanillo en uno de los ventanales laterales. Este ejemplar conserva yugo de madera de bello perfil. El brazo de este yugo conserva en ambos lados los desgastes característicos del volteo con cuerda. Esperamos seguir encontrando yugos con similares evidencias, de forma que podamos hacer una idea de la extensión de esta técnica. 

Vista general de la torre campanario

Parte trasera de la torre campanario.

Cementerio a los pies del campanario.


Torre campanario

Campana romana grande.

Campana romana pequeña descolgada.


Campanillo en el ventanal norte.

Campanillo.

Campanillo. Desgaste en ambos lados del brazo.

Campanillo. Desgaste en ambos lados del brazo.