1.El campanario de la Iglesia Parroquial de San Julián de Cantalojas
La Iglesia Parroquial
de San Julián de Cantalojas es un templo de una sola nave levantado
entre los siglo XVI y XVII con ampliaciones y modificaciones del
siglo XVIII y XIX. La torre se encuentra a los pies de la nave
central del templo, sirviendo su planta inferior como capilla
bautismal. Parece que la parte inferior de la torre corresponde a la
época de construcción del resto del templo, sin embargo aparecen
varias lápidas con inscripciones alusivas a diferentes reparaciones
del lado occidental. Sobre la ventana de la capilla de los pies de la
nave de la Epístola aparece una inscripción del siglo XVIII,
alusiva a su fecha de construcción: “HIZOSE ESTA OPA/
SIENDO MAYMO/
(Ilegible, tapado por una reja)/ AÑO/ D 1714”. En el muro que
cierra la nave del Evangelio, junto a la torre, existe otra lápida
con ostra inscripción: “SE HIZO ESTA/ OBRA SIENDO PCO./
DN. MATIAS RZ. DE LA/ PEÑA 1866”. En el
último cuerpo de la torre, entre la esfera del reloj y el ventanal
de la campana grande aparece una inscripción muy borrosa con una
fecha: “1899”, fecha en la que posiblemente se culminó el último
cuerpo de la torre.
Ilustración 1: Torre campanario de Cantalojas. |
Ilustración 2: Inscripción situada en el dintel de la ventana a los pies del templo, en el lado de la epístola. |
La torre consta de un
basamento de mampostería, un fuste de dos cuerpos (también en
mampostería), separados entre ambos por una imposta sencilla. El
último cuerpo, el campanario, realizado en el siglo XIX, es de
sillar. Se asienta sobre una cornisa bellamente tallada. Corona el
conjunto un cornisamento con arquitrabe, friso y cornisa. Las
campanas se disponen en los cuatro ventanales, uno por cada cara.
El interior del
campanario ha sido recientemente intervenido. En la última obra de
reparación se suprimieron las plantas interiores del campanario, los
“escansillos” y se construyó una escalera de hierro que sube
directamente al campanario. También se hizo nuevo el suelo del
campanario, sustituyendo el antiguo entramado de madera por viguetas
de hierro, rasillones y hormigón. El tejado conserva su maderamen
original.
La puerta de entrada a
la torre se localiza en la tribuna de los pies de la nave mayor.
Ilustración 3: Inscripción situada a los pies de la nave del Evangelio. |
Ilustración 4: Inscripción casi pérdida junto a la tronera de la campana Gorda, sobre la esfera del reloj. |
2. Campanas
El conjunto de campanas de la torre campanario de la Iglesia Parroquial de San Julián de Cantalojas es un ejemplo prototípico de una parroquia rural castellana. El conjunto se divide en dos parejas de bronces: dos campanas (grande y pequeña) y dos campanillos (grande y pequeña). Las campanas son de perfil romano, también llamado castellano, de hombros anchos y perfil abombado, mientras que los campanillos son de perfil esquilonado, de hombros estrechos y perfil curvo. Esta variedad de perfiles es característica de la mitad superior de la antigua corona castellana y su uso propiciaba la diferenciación no solo tonal (notas más graves o agudas) sino tímbrica.
Es
un conjunto relativamente moderno;: tres de ellas son del siglo XX
(la campana grande de 1904, la campana pequeña de 1919, el
campanillo pequeño de 1904), y sólo una es anterior al siglo XX, el
campanillo grande, un bronce anónimo de 1766. Dos de ellas fueron
fundidas por la familia de los Colina, asentados por aquel entonces
en Sigüenza, a cuyo obispado pertenece desde antiguo Cantalojas. La
campana grande fue fundida por Apolinar y Cornelio Colina, mientras
que el campanillo pequeño, fundido en el mismo año que ésta, es
firmada por Francisco Fernández Colina. La campana pequeña es
firmada por un tal Pellón, apellido que se ha identificado con
Arsenio Pellón Ruiz1,
fundidor de ascendencia cántabra, muy activo en Soria y en el
occidente segoviano en las primeras décadas del siglo XX.
Ilustración 5: Distribución de las campanas en el campanario. |
Ilustración 6: Campanillo pequeño y Campana grande. |
Ilustración 7: Campanillo grande y campana pequeña.
2.1 Campana grande
Nombre: Santísimo
Sacramento, Campana grande (4) |
Diámetro:
118 cm Altura del bronce: 94 cm
Borde: 8,5
|
Peso aproximado: 800
kg |
Fundidor: COLINA,
Apolinar y Cornelio (Sigüenza) |
Año: 1904 |
Descripción: |
Campana
romana de grandes dimensiones. En el tercio la dedicación de la
campana: “DEDICADA AL SANTISIMO SACRAMENTO”. En el medio (06)
un cartucho con los fundidores, el párroco, alcalde y fecha: “SE
FUNDIO EN SIGUENZA/ POR APOLINAR Y CORNE/ LIO COLINA SIENDO CURA/
PARROCO D GERBASIO OR/ TEGA Y ALCALDE D DEME/ TRIO CEREZO AÑO
1904”.
|
Asas: |
Tercio: |
Dos
cordones/
“DEDICADA
AL SANTISIMO SACRAMENTO”
cordón/
greca
|
Medio: |
(00)-
Cruz con calvario
(06)-
Cartucho coronado con custodia y dos pináculos: “SE FUNDIO EN
SIGUENZA/ POR APOLINAR Y CORNE/ LIO COLINA SIENDO CURA/ PARROCO D
GERBASIO OR/ TEGA Y ALCALDE D DEME/ TRIO CEREZO AÑO 1904”
|
2.2. Campana
pequeña
2.3.Campanillo
grande
2.4.Campanillo
pequeña
3. Los
yugos
Existe la percepción generalizada de que el instrumento que genera el sonido es la campana por si sola. Nada más lejos de la realidad. Las campanas son las cuerdas de una guitarra, el elemento fundamental que al golpearse genera el sonido, pero el instrumento en sí es la torre campanario junto con todos los elementos que la integran. La arquitectura de la torre está pensada como una gran caja de resonancia que potencia y dirige el sonido de las campanas para que puedan ser escuchadas desde kilómetros de distancia. Dentro de este complejo elemento entran en juego una serie de elementos fundamentales que permiten el toque de la campana: el yugo y el badajo. Junto a estos hay otros elementos secundarios pero igualmente importantes, como son las cuerdas, las garruchas, las tarimas, las argollas, etc.
El yugo de la campana pequeña es posiblemente el que mantiene un perfil más canónico, con los característicos pellizcos del centro y la cabeza en forma de “champiñón”. A pesar del deterioro de la madera, todavía es visible en la parte exterior algunas zonas con decoración tallada. A diferencia de la anterior, los tirantes se sujetan con cuñas de madera. Los ejes son acodados, de poca altura, como suele ser habitual en esta tipología. Cuenta además este ejemplar con una palanca de hierro rematada en una anilla, que permitía balancear la campana sin necesidad de tocarla.
4. La
tradición campanera del Obispado de Sigüenza
Existe la percepción generalizada de que el instrumento que genera el sonido es la campana por si sola. Nada más lejos de la realidad. Las campanas son las cuerdas de una guitarra, el elemento fundamental que al golpearse genera el sonido, pero el instrumento en sí es la torre campanario junto con todos los elementos que la integran. La arquitectura de la torre está pensada como una gran caja de resonancia que potencia y dirige el sonido de las campanas para que puedan ser escuchadas desde kilómetros de distancia. Dentro de este complejo elemento entran en juego una serie de elementos fundamentales que permiten el toque de la campana: el yugo y el badajo. Junto a estos hay otros elementos secundarios pero igualmente importantes, como son las cuerdas, las garruchas, las tarimas, las argollas, etc.
Ilustración 8: El interior del campanario es una gran caja de resonancia que potencia, amplifica y dirige el sonido. |
De
todos estos elementos los yugos presentan un gran interés
patrimonial, en ocasiones casi más que las propias campanas. Como
veremos más adelante, su diseño responden a unos patrones locales
que son compartidos con los pueblos pertenecientes a un mismo
territorio, que generalmente suele ser de jurisdicción eclesiástica,
obispados y arzobispados.
Cada
uno de los yugos presenta unas proporciones y un diseño diferentes,
en buena medida determinado por la angostura de los ventanales. El
caso más llamativo es el de la campana grande, cuyo ventanal está
rebajado cerca de diez centímetros en cada lado para permitir el
volteo del bronce. El reducido espacio y el gran tamaño del bronce
(de 118 cm de diámetro) obligaron a recurrir a unos ejes acodados de
unos 17 cm. de altura, algo realmente extraño en esta tipología de
yugos. El brazo conserva el orificio de enganche de la desaparecida
palanca de balanceo.
Ilustración 9: Yugo de la campana grande. Vista exterior. |
El yugo de la campana pequeña es posiblemente el que mantiene un perfil más canónico, con los característicos pellizcos del centro y la cabeza en forma de “champiñón”. A pesar del deterioro de la madera, todavía es visible en la parte exterior algunas zonas con decoración tallada. A diferencia de la anterior, los tirantes se sujetan con cuñas de madera. Los ejes son acodados, de poca altura, como suele ser habitual en esta tipología. Cuenta además este ejemplar con una palanca de hierro rematada en una anilla, que permitía balancear la campana sin necesidad de tocarla.
Ilustración 10: yugo de la campana pequeña. |
Ilustración 11: Palanca de balanceo de la campana pequeña. |
El
del campanillo grande es quizás el más singular. Es el único que
presenta un único eje de hierro que atraviesa además el campanillo
por su asa central. Gracias a esta pieza el yugo todavía se mantiene
colgado en su tronera, pues el brazo, por la falta de conservación,
se ha ladeado hasta deformar y romper el brazo con una grieta que lo
cruza de lado a lado. Al igual que el anterior presenta una sujeción
con cuñas. El brazo conserva orificio de sujeción de palanca de
balanceo, hoy desaparecida.
Ilustración 12: Campanillo grande. Grieta longitudinal del brazo. |
Ilustración 13: Eje de hierro único encastrado en la acanaladura. Pasa por el asa central de la campana. |
El
campanillo pequeño presenta un yugo con unas líneas muy cercanas a
las de la campana pequeña, con cabeza en forma de “champiñón”
y decoración con talla en la parte que da al exterior.
Podemos
decir que en España existen varias tradiciones campaneras que vienen
a coincidir con la geografía eclesiástica hasta mediados del siglo
XIX. Cada obispado se integraba en una provincia eclesiástica,
encabezada por una sede arzobispal, también llamada metropolitana.
Sigüenza era una de las sedes pertenecientes a la provincia
eclesiástica Toledana, cuya sede metropolitana, Toledo, es también
Primada de España. Por tanto, la tradición campanera seguntina se
encuadra, en primer lugar, dentro de a tradición castellana (con
algunas variantes y coincidencias respecto a las de la corona
aragonesa); dentro del ámbito castellano, pertenecía a la Provincia
Toledana, cuya tradición, por lo que hemos podido conocer hasta
ahora, es bastante homogénea. No obstante, dentro de esta
homogeneización, el obispado seguntino presenta ciertos elementos de
notable singularidad, posiblemente debidos en buena medida a su
situación fronteriza con otros territorios eclesiásticos y civiles.
5. El
Reloj Mecánico
6. Relación
de toques de Cantalojas
7. Propuesta
de restauración en una eventual intervención
Ilustración 16: Mapa del Obispado de Sigüenza antes de la creación del Obispado de Sigüenza-Guadalajara en 1955. |
El
obispado de Sigüenza, antes de la erección canónica de la diócesis
Sigüenza-Guadalajara en el año 1955 (en la que se ajustó la
jurisdicción eclesiástica con la de la provincia de Guadalajara),
se extendía por la zona norte de Guadalajara, el Señorío de
Molina, por el sur de Soria y el sureste de Segovia. En esta zona
existe rasgos comunes que denotan una pertenencia a una jurisdicción
común que se evidencia en una serie de características materiales e
inmateriales. Al referirnos a la vertiente material hablamos de la
tipología de campanas, la forma de articular el conjunto, el tipo de
yugo, la forma de las torres etc. En cuanto a la vertiente inmaterial
hablamos de los toques, la forma de interpretarlos y estructurarlos.
La
tradición material se evidencia de forma muy característica en la
tipología de yugos. Este tipo de yugos, realizados generalmente en
madera de olmo, suelen estar compuestos por tres o cuatro piezas de
madera: brazo; cabeza de dos piezas; y una pequeña pieza de remate
que es atravesadas por los tirantes de hierro y en cuya parte
superior se atornillan. Presentan además un sinuoso perfil, con
curvas y contracurvas alternadas con un característico pellizco en
el centro y un habitual remate en forma de “champiñón”
generalmente cerrado con una voluta.
En
cuanto a la proporción, suelen tener una altura total aproximada de
1,3 la altura de la campana (la cabeza suele tener la misma altura
que la campana), aunque en otras ocasiones su altura es de 1:1. A
diferencia de otras tipologías cercanas, como la Toledana, no suelen
realzar mucho el bronce por encima del eje de rotación: por lo
general suelen empotrar en el brazo la corona y escasamente los
hombros. En algunas ocasiones se recurre a los ejes acodados, pero
suelen ser de poca altura. Uno de los yugos conserva un elemento muy
importante para el toque, una palanca de hierro forjado, ligeramente
curvada hacia arriba, que permite balancear la campana sin necesidad
de empujarla. Tanto el yugo de la campana grande como del campanillo
grande tienen el orificio en el que se insertaba esta pieza.
La
composición y estructuración de los campanarios, sigue el patrón
habitual de la mitad norte de la corona de Castilla: pareja de
romanas y uno o dos campanillos.
Por
el reducido tamaño de las poblaciones de este antiguo obispado, son
muy frecuentes las espadañas con campanario adosado en la parte
trasera, aunque también está muy extendida la tipología de torre
campanario de planta cuadrada con una tronera por cara.
La
tradición de toque es plenamente Castellana, siendo el repique la
base principal del toque. El volteo parece tener mayor peso que en
otras latitudes de la provincia eclesiástica, como en el arzobispado
toledano, dónde sólo se volteaba unas cuatro o cinco veces al año.
Los pocos pueblos que han conservado una relación de toques amplia
muestran una mayor frecuencia de ocasiones en las que se volteaban
las campanas (manteniendo una gradación), combinado o alternado con
el repique.
Ilustración 18: Palazuelos, Campana grande. Croquis de proporciones del yugo. |
Ilustración 19: Palazuelos, Campana pequeña. Croquis de proporciones del yugo. |
En
la parte baja de la torre se conserva un reloj mecánico que podemos
datar en el siglo XIX. Aunque no ha podido documentarse
convenientemente, parece construido en piezas de hierro forjado.
Cuenta también con alguna pieza de madera. Junto a éste se
conservan también el péndulo y las pesas. Cuenta con dos bombos (en
los que se enrollaban las pesas) , uno que movía las manillas del
reloj y el otro que activaba el martillo de las horas.
Ilustración 20: Reloj mecánico junto al péndulo y las pesas. |
Ilustración 21: Esfera del reloj oxidada junto al ventanal de la Campana grande. |
Desconocemos cuál era
la ubicación original de esta maquinaria (¿el campanario o un
“escansillo” intermedio?). En la cara occidental del campanario,
a la izquierda (si miramos desde fuera) de la campana grande se
encuentra oxidada una esfera horaria. No es descartable que la
maquinaria se encontrara en esa esquina de la torre, encerrada en un
cuarto de tapial o madera que lo protegiera de las inclemencias
meteorológicas. Desconocemos si alguna campana tenía incorporado un
martillo mecánico para dar las horas.
Cantalojas
ha conservado en la memoria de Antonio Garrido, hijo del sacristán,
el repertorio de toques completo. Estos fueron recogidos el sábado
28 de septiembre de 2019, el mismo día que se documentó el
campanario.
Por
desgracia hoy es prácticamente imposible interpretarlo, una campana
se encuentra rota, un campanillo está descolgado y los yugos se
encuentran inmobilizados. De ordinario bajaban dos cuerdas a la parte
baja de la torre, una enganchada al badajo de la campana grande, y
otra a la palanca de la campana pequeña. La relación de toques tradicionales de la torre fueron publicados hace pocos meses en este blog, pueden consultarse en el siguiente enlace: https://vozdebronce.blogspot.com/2019/10/relacion-de-toques-de-campana-de.html
La
aplicación de criterios de restauración en las intervenciones de
campanarios es un hecho reciente. Por desgracia, en la mayoría de
las intervenciones sobre campanarios no suelen tener en cuenta la
función sonora de las torres campanario. Suele primar la búsqueda
de una arquitectura prístina, supuestamente original. Sin embargo,
el resultado de estas intervenciones en muchos casos poco tiene que
ver con el aspecto y las circunstancias que buscan pues se olvidan de
las circunstancias sonoras y técnicas que permitían el toque de
campanas: se suprimen cerramientos, que por ser posteriores se
entiende que desvirtúan la arquitectura (sin evaluar su finalidad
acústica); se suprimen garruchas (porque ya no se usan); se eliminan
tarimas (porque están mal y no se usan); se colocan redes para
impedir que entren las palomas y que a la vez impiden que se muevan
las campanas, etc.
En
este aspecto defendemos que la restauración de torres campanario
debe ser respetuosa con todos estos elementos. El ideal que se debe
plantear en intervenciones de este tipo es que el resultado final
debería ser de tal modo que se pudieran tocar manualmente tal y como
se hacía tradicionalmente en esa torre.
Enumeramos
a continuación una serie de puntos a seguir en una hipotética
restauración:
Campanas:
La campana pequeña se encuentra actualmente rota. Habría que
evaluar la posibilidad de soldarla o bien sustituirla por una nueva.
De este modo se conservaría la actual, y podría ser colocada en el
atrio de la iglesia u otro sitio que pudiera ser visto a modo de
monumento. Quizás esta segunda opción sea la más conveniente, ya
que no nos encontramos ante una campana excesivamente antigua. La
nueva campana deberá ser de las mismas dimensiones y diseño que la
actual. Para el resto de campanas se propone la limpieza con chorro
de arena húmedo por fuera y por dentro.
Ilustración 22: Grieta de la campana pequeña. |
Ilustración 23: Badajo del Campanillo grande. |
Las
badanas y sistemas de sujeción serán también renovados. El badajo
del campanillo grande deberá ser sustituido por otro, ya que el
actual tiene una bola excesivamente gruesa y poco apta para el
volteo. Puede provocar la rotura del bronce en un eventual volteo de
fiesta.
Yugos:
Los yugos de este campanario presentan el mismo interés (o quizás
más) que las campanas. Son unos bellos ejemplares que muestran una
variedad de diseños basados en el patrón seguntino. Presentan un
estado de deterioro bastante acusado, sin embargo, habría que
evaluar su estado de conservación y plantear la posibilidad de ser
restaurados, rellenando con madera o masillas las grietas.
Lamentablemente, muy pocas empresas en España tratan los yugos como
bienes culturales susceptibles de ser restaurados, optando en la
mayoría de las ocasiones por la sustitución de yugos de fabricación
propia basados en un catálogo que no respeta ni las formas ni el
perfil de los yugos tradicionales. En caso de que haya piezas cuyo
estado de conservación desaconseje su vuelta al uso (como por
ejemplo el brazo del campanillo grande), deberán ser sustituidas por
copias exactas realizadas en maderas tropicales.
Ilustración 25: Yugo seguntino en proceso de restauración en el que se pueden observar las diferentes fases de intervención. |
Los
herrajes deberán ser también restaurados. Si el estado de
conservación desaconsejase su reposición, se deberá sustituir por
otro de similar diseño.
Las
zapatas de la pared deberían ser sustituidas por rodamientos
autocentrados industriales.
Eventual
mecanización: Hasta hace unos años la tendencia habitual de las
mecanizaciones era colocar motores, o martillos eléctricos como
sustitutos del campanero. En muchos casos esta instalación ha
supuesto el fin de un oficio secular en aras de la modernidad y la
comodidad. En otros casos la ausencia de campanero se ha venido a
suplir con la mecanización.
La
tendencia actual es compatibilizar el toque mecánico con el manual
(que la mecánica no impida que eventualmente se toque de forma
manual). La mecanización se convierte en una herramienta del
campanero, un aliado que le suple en determinados momentos.
En
base a ello proponemos, si se decidiera mecanizar la torre, una
mecanización ligera de las campanas, consistente en colocar
martillos eléctricos en las dos campanas, y un motor de volteo por
impulsos en la campana pequeña. Los toques grabados en el ordenador
serán los correspondientes a las oraciones del día tal y cómo eran
interpretados (con las limitaciones técnicas que ello implica): los
toques de Oración diaria (amanecer, mediodía y anochecer); Misa
diaria; Misa Domingos; Rosario; Muerto adulto, y Entierro. El resto
de toques: fiesta;Ánimas; bautizo, por su excepcionalidad, se obliga
a que sean interpretados a mano. Esta mecanización no debería
impedir que puedan ser tocados a manos los toques grabados: si por
ejemplo, un Domingo, se decide tocar a mano, o un día a mediodía
repicar el toque de oración, basta con desconectar previamente el
toque programado en el ordenador y volver a activarlo una vez haya
terminado.
Instalación
garruchas: Sería interesante
poder colocar una garrucha más correspondiente a la de la campana
pequeña, de forma que se pudieran tocar a mano los toques desde
abajo tal y cómo se realizaban antaño.
Reloj
mecánico: Dentro
de todo el patrimonio relativo a las campanas, el de relojes
mecánicos es el más vulnerable de todos, puesto que la tendencia
generalizada es sustituir la maquinaria por un ordenador, que a la
postre, da casi más problemas que un reloj mecánico, cuya vida útil
es además mucho más larga. Por desgracia el destino de muchas de
estas maquinarias es un cuarto almacén de la iglesia, del
ayuntamiento, de una persona interesada por la historia local o
sencillamente la chatarrería. Son muchas las maquinarias que han
desaparecido, algunas de ellas históricas, del siglo XVIII o
anteriores.
En este caso,
desconocemos la localización original de la maquinaria, pues toda la
estructura interior de la torre ha sido modificada hace unos años,
suprimiéndose los “escansillos” intermedios, así como el suelo
del campanario, siendo imposible poder encontrar restos de su
original ubicación.
Proponemos la
restauración de la maquinaria. Primeramente deberá ser documentada,
convenientemente desmontada y limpiada pieza a pieza. Aquellas piezas
cuyo deterioro impidan el correcto funcionamiento serán sustituidas
por copias. Las ruedas de subida de los pesos pueden ser conectadas a
un elevador accionado por un ordenador. Actualmente existen
ordenadores conectados a relojes mecánicos que aparte de elevar las
pesas corrigen posibles desajustes horarios. Deberá también
recuperarse el martillo del reloj activado de forma mecánica.
En cuanto a su
ubicación, la única posibilidad que actualmente existe es el
campanario, habilitándose un cuarto en la esquina noroccidental de
la sala (entre las troneras de la campana grande y el campanillo
pequeño). Este cuarto, tiene como función aislar convenientemente
la maquinaria de las inclemencias meteorológicas así como
protegerla de temperaturas extremas que pueden alterar su
funcionamiento. En esta ubicación la maquinaria podría hacer
transmisión a una nueva esfera horaria, que sustituiría a la
actualmente conservada. El diseño de esta nueva esfera se haría
copiando el aspecto de la original.
Palomas:
Aunque el campanario se encuentra más o menos limpio de palomina y
parece no haber tenido en tiempos pasados una colonia numerosa de
palomas viviendo en la torre, es conveniente tomar ciertas medidas
preventivas para evitar el anidamiento de palomas en la torre, cuyos
excrementos deterioran las campanas y especialmente los yugos. En una
torre de estas características, es conveniente evitar el anidamiento
de palomas en las vigas que sostienen el tejado del campanario, una
zona llena de recovecos y oquedades idóneas para el anidamiento.
Quizás le mejor forma de evitarlo sería la colocación de una red
que evitase el acceso de palomas a esta zona. Esta red se colocaría
de forma que se pudiera acceder a esta zona a través de un punto en
el que se trabajando desde una escalera de mano se pudiera retirar
una pequeña zona que diera acceso a las vigas.
Ilustración 27: Vigas del tejado, zona poco accesible y llena de oquedades que puede propiciar el anidamiento de palomas. |
1-
En la base de datos de
www.campaners.com existe una
pequeña reseña sobre este fundidor, del cual se puede elaborar a
grandes rasgos un mapa de actividad:
http://campaners.com/php/fonedor.php?numer=646
( última visita 17-11-2019).
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