PREFACIO
Dada la situación extraordinaria
que estamos viviendo actualmente a consecuencia de la pandemia de coronavirus
de Whuan que estamos sufriendo, se ha puesto en marcha, desde distintos niveles
eclesiásticos, una iniciativa que invita a hacer sonar las campanas de nuestros
templos para acompañar la oración que el pueblo eleva en estos momentos hacia
Dios.
Una de esas iniciativas,
promovida por la Conferencia Episcopal Española (CEE), tiene como objetivo hacer
sonar las campanas a la hora del Ángelus, es decir, a las 12 del medio día,
para pedir por esta situación de necesidad que vivimos, uniéndonos con la
oración que Su Santidad ha preparado especialmente para ella.
Por otro lado, el toque de
Ángelus, también conocido como de Avemarias es quizá uno de los toques
que mejor conservado ha llegado hasta nosotros. Originalmente se ejecutaba al
amanecer, al medio día y al anochecer, y era una invitación al rezo de los
fieles de 3 avemarías, a las cuales estaba concedida una indulgencia.
MOTIVACIÓN
Debido a que, en los últimos años
se ha producido un olvido del uso litúrgico reglamentado de los Sagrados
Bronces, nos vemos en la tesitura de que, las campanas, se hacen sonar en cada
lugar a gusto y conveniencia del párroco particular de cada iglesia o del
sacristán correspondiente. Atrás quedan los tiempos en los cuales la
reglamentación del toque de campanas era objeto de primorosa ordenación por
parte de los obispados y arzobispados, que unificaban en su territorio el
lenguaje de sus bronces, de forma que era fácilmente legible por cualquier
miembro de su grey en cualquier lugar del territorio de la diócesis.
Sería interesante, en este
sentido, unificar esta propuesta de toque que se hace desde la CEE a las
diócesis y parroquias, pudiéndose adoptar en cada una de ellas el toque
original que como tal existía ya reglado desde antaño.
JUSTIFICACIÓN
El toque de Ángelus es uno de los
que mejor conservados ha llegado hasta nosotros, y, además, de una forma
bastante unificada en los que serían los antiguos territorios del arzobispado toledano,
es decir, las actuales provincias de Toledo, Madrid, Guadalajara, Cuenca y
Ciudad Real. Posiblemente sea esto debido a los insistentes avisos y
recomendaciones que, desde la seda primada, se hacían al respecto en los
sínodos que convocaron los diferentes arzobispos. Como muestra de ello, traemos
a estas letras una transcripción de las Constituciones Sinodales del
Cardenal Portocarrero del año 1682, en las cuales se explicita la forma en
que se ha de dar la señal de ángelus:
“Que los Sacristanes tañan al
Ave María, al anochecer […], al amanecer y al medio día […]: concédase
indulgencia a los que a estas horas rezaren”
Como podemos apreciar, el rezo de
estas tres Ave Marías, se hacia a primera hora de la mañana, a medio día y al
caer la tarde. El toque de medio día fue el que dio a luz a lo que ahora
conocemos como ángelus. Por su parte, los otros dos toques se siguieron
manteniendo en general en los pueblos, y se conocieron como “oraciones de la
mañana” o “buenos días”, al de por la mañana, y “oraciones de la tarde”, al
toque de por la tarde.
Continuamos con la transcripción
de esta constitución III:
“Cosa justa es que, en todas
las iglesias, se taña de un mismo modo al Ave María; y que donde haya más de
una iglesia comience este toque la Iglesia Matriz, o en su defecto la de más
antigüedad, uniéndose después las restantes”
Como podemos ver, desde el
arzobispado no solo daban orden de tañer para llamar a esas oraciones si no
que, comprendiendo que las oraciones de los fieles y, por ende, el uso de la
campana, formaban parte de una misma liturgia, se daban incluso instrucciones
de cómo debía hacerse en aquellos lugares en que había más de una iglesia, para
salvaguardar el orden y la armonía.
A continuación, da indicación
expresa de cómo se ha de tocar:
“Ordenamos y mandamos que, de
aquí en adelante, en cada una de las iglesias de este arzobispado, los
sacristanes y campaneros, cada día […] tañan al Ave María dando nueve golpes de
una campana grande, de tres en tres; y acabados los dichos nueve golpes tañan
una campana a vuelo.”
Aunque no lo explicite, esta
estructuración del toque encaja con la del rezo, los tres golpes por las tres
jaculatorias y Ave Marías y la campana a vuelo por la oración final “Derrama,
Señor, tu gracia sobre nosotros…” (Gratiaum tuam, quaesumus, Domini…).
En alguna localidad esta segunda parte se la denomina “la plegaria” en alusión
a la oración.
Y continúa exhortando al pueblo a
unirse a esta oración:
“Amonestamos a todos los
fieles del arzobispado a que, al tiempo de tocar dichas horas, recen […] las
preces del Angelus Domini y las Ave Marías […]. Y porque con mayor fervor se
muevan a continuar esta devoción, les concedemos [a los fieles] 40 días de
indulgencia por cada vez que rezasen una de estas horas”
PROPUESTA
Tanto efecto debieron tener estas
continuas amonestaciones del arzobispado en las parroquias, que, curiosamente,
en la mayoría de pueblos de estos territorios que pertenecieron antaño al arzobispado
primado, se ha seguido tañendo hasta hace no muchos años, o incluso sigue vigente,
esta forma de tocar a las “Ave Marías”.
Por ello, proponemos que, en
estos mismos territorios, se pueda implementar para esta circunstancia que se
nos pide desde la CEE este modo de tocar, que es el propio de nuestra tierra.
Sería interesante así mismo que no solo se llevara a cabo el toque de ángelus
en estos momentos de epidemia, si no durante todo el año cristiano, para llamar
a los fieles a unirse juntos en oración.
Pasamos a detallar cómo sería
este toque de ángelus, para lo cual nos serviremos de una tabla en la que se
indica el número de golpes de badajo de campana y qué campana usar:
NÚMERO DE GOLPES
DE BADAJO
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CAMPANA
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COMENTARIOS
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9 golpes de
badajo en grupos de 3:
3 golpes
Unos segundos de espacio
3 golpes
Unos segundos de espacio
3 golpes
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Con la campana más
grave (generalmente la más grande) del campanario
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33 golpes seguidos
*Para esta secuencia
se puede optar por usar una sola campana, o bien tañer 2 campanas de timbre
distintos alternando una y otra (un repique)
**Otra posibilidad es
emplear una campana pequeña a volteo, en cuyo caso no haremos caso del número
de golpes, si no que estará tocando un tiempo prudencial
***La tercera
posibilidad sería tañer una campana a medio vuelo, como indica Portocarrero;
pero comprendemos que al no ser toques manuales es más difícil de implementar
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Con una campana
más aguda que la primera
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Pese a que las
constituciones de Portocarrero no especifican el número de estos golpes,
elegimos 33 por ser un número muy simbólico dentro del cristianismo: la edad
de Cristo
*Portocarrero
menciona que se ha de tocar “a vuelo”. Entendemos por ese vuelo una campana
tocada a medio bando, es decir, que oscila sin llegar a dar una vuelta
completa (que sería un volteo)
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3 golpes seguidos
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Con la campana
grave del principio
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Portocarrero no lo
especifica así, pero es costumbre extendida entre los campaneros y
sacristanes el rematar los toques con esta señal, para indicar que el toque
ha terminado. Dejamos la implantación de esta parte del toque a gusto del
párroco, sacristán o campanero de cada parroquia.
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Sirvan de ejemplo estas grabaciones:
Yepes (Toledo), toque de la oración a la puesta del sol (www.campaners.com):
http://campaners.com/video/video999.mp4
Escalonilla (Toledo), toque del Ángelus (www.campaners.com):
http://campaners.com/video/video960.mp4
Horche (Guadalajara), toque del Ángelus (vídeo propio):