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domingo, 17 de enero de 2021

EL YUGO TRADICIONAL EN EL ANTIGUO OBISPADO DE CUENCA (1ª Parte)

ROMERA SOTILLO, Álvaro

1-Introducción


En el año 2017 publicamos un artículo dedicado a analizar las características del yugo tradicional de madera empleado en el antiguo Arzobispado de Toledo[1]. En el presente escrito realizaremos el mismo análisis para conocer cómo era el yugo de madera tradicional en el antiguo obispado de Cuenca, cuyo territorio no coincide plenamente con la actual diócesis conquense, acomodada a los límites provinciales.  Los límites tradicionales abarcaban diferentes territorios de las provincias colindantes: la zona norte tenía como límite natural el río Tajo, por tanto, la gran mayoría de los pueblos situados al sur del Tajo de la actual provincia de Guadalajara pertenecían al obispado conquense. Pertenecían también al antiguo obispado de Cuenca la franja norte de Albacete y algunas zonas del occidente valenciano, como el entorno de Requena y Utiel. La franja occidental de la actual provincia de Cuenca pertenecía al antiguo priorato de Uclés, jurisdicción de la Orden de Santiago, que en algunos aspectos puede considerarse como un territorio equiparable a un obispado (estaba regido por un Obispo-Prior).

 

Obispado de Cuenca, Manuel José López (1766).

Para la realización del presente artículo nos hemos basado en el conocimiento directo de algunos yugos en pueblos del sur de Guadalajara y Toledo que en origen estaban integrados en la diócesis de Cuenca. El resto de las imágenes han sido encontradas en internet a través de la búsqueda de todas las poblaciones de la actual provincia, prestando especial atención a las fotografías antiguas, pues por desgracia, existió una gran destrucción de campanas durante la guerra civil.

 

2-Torres campanario

 

Como venimos tratando a lo largo de los diferentes artículos publicados en este blog, los campanarios parroquiales de un obispado comparten una tipología estructural y constructiva, que también se manifiesta en el diseño de los yugos, el tipo y número de campanas y los toques. El antiguo obispado conquense, integrado en la antigua provincia eclesiástica toledana, muestra características propias del ámbito castellano con algunos elementos particulares. Analizamos ciertas peculiaridades que presentan los campanarios conquenses.

 

Debemos señalar la importancia que tuvo como modelo para los templos del obispado la desaparecida “torre del Giraldo”, el campanario de la catedral, conocida así por el giraldo o escultura de metal que la remataba y que hacía las veces de veleta. Este campanario se derrumbó de forma trágica mientras el campanero y su hija tañían las campanas el domingo 13 de abril de 1902. La torre constaba de un fuste de planta cuadrada. El último cuerpo de la torre presentaba parejas de ventanales de medio punto en cada una de sus caras. Sobre este último cuerpo se levantaba la original cubierta de piedra, un chapitel pétreo de planta octogonal de estilo barroco, horadado en cada una de sus caras por tres cuerpos de ventanales. En la cúspide de la cubierta el famoso “Giraldo”.

Vista de Cuenca con la Catedral y la torre del "Giraldo" antes de 1902. Foto: https://storage.googleapis.com/elblogdecuencavila-uploads/2016/04/Cuenca-y-torre.jpg



Fachada de la Catedral barroca con la torre del "Giraldo". Foto: https://www.latribunadeciudadreal.es/noticia/ze8601fc7-a2e6-60ed-057b19308e1cdb6b/20120827/restauraciones/irreparables 

Fachada barroca de la catedral y torre del "Giraldo". Foto: https://storage.googleapis.com/elblogdecuencavila-uploads/2016/04/Cuenca-y-torre.jpg


Las campanas se distribuían en dos alturas. En el último cuerpo de la torre había dos campanas romanas de gran tamaño, posiblemente las más grandes del conjunto. Se encontraban situadas en la cara sur, que daba a la nave principal. En las fotografías antiguas no se advierten más bronces en este cuerpo. El resto de las campanas se encontraban en el primer cuerpo de ventanales del chapitel. En las fotografías antiguas son perfectamente visibles dos de ellas.

Derrumbe de la torre de la catedral en la prensa de la época. Nuevo Mundo / biblioteca Nacional. Foto: https://cadenaser.com/emisora/2018/04/10/ser_cuenca/1523374391_597071.html  

La original torre catedralicia fue un modelo a imitar por las parroquias del obispado. Muy destacable por su fidelidad al modelo catedralicio es el chapitel de la torre campanario de Villanueva de la Jara, que cubre la torre de estilo gótico de finales del siglo XV. 


Villanueva de la Jara. Torre campanario.


Villanueva de la Jara. Torre campanario.

Villanueva de la Jara. Torre campanario.

Villanueva de la Jara. Torre campanario.


Otro campanario barroco digno de ser destacado es la "Giralda" de la parroquia de Escamilla (Guadalajara), fechado en 1744, cuya silueta recuerda en muchos aspectos al Giraldo catedralicio. Su estructuración de este campanario presenta ciertas resonancias valencianas, cuya influencia en el arte sacro del antiguo obispado conquense es una constante desde finales del siglo XV hasta el siglo XVIII.

 

La "Giralda" de Escamilla (Guadalajara).

La "Giralda" de Escamilla (Guadalajara).

La "Giralda" de Escamilla (Guadalajara).

La presencia de un Giraldo coronando el chapitel del campanario catedralicio tuvo su emulación en algún campanario parroquial. Cabe destacar los giraldos de dos localidades actualmente en la provincia de Guadalajara: Escamilla y Arbeteta, conocidos respectivamente como “La Giralda” y “Mambrú”.

 

Escamilla (Guadalajara). La "Giralda" coronando la torre campanario. 

Arbeteta (Guadalajara). Torre campanario de la parroquia coronada por el "Mambrú". Foto: https://escamillavilla.blogspot.com/2017/04/los-amores-de-la-giralda-y-el-mambru.html

Arbeteta (Guadalajara). Detalle del "Mambrú". Foto: https://nuevaalcarria.com/articulos/mambru-se-fue-a-la-guerra-la-historia-del-mambru-de-arbeteta-y-la-giralda-de-escamilla


Aunque el modelo catedralicio es un modelo bastante excepcional, existió la tendencia de cubrir las torres con pináculos octogonales, o al menos realizar cubiertas muy pronunciadas que rompieran la horizontalidad de las terrazas con balaustres o los tejados a cuatro aguas de teja árabe (tendencia que fue la más extendida en los campanarios parroquiales). Son también frecuentes las espadañas, generalmente en conventos y pequeñas parroquias rurales. Son casi inexistentes los chapiteles de pizarra al estilo herreriano, muy frecuentes en el vecino arzobispado toledano.

 

Villar de la Encina (Cuenca). Espadaña de la parroquia. Foto: wikipedia

Valverde de Júcar (Cuenca). Torre campanario aterrazada. Foto: https://www.verpueblos.com/castilla+la+mancha/cuenca/valverde+del+jucar/foto/482725/

Rozalén del Monte. Campanario rematado en tejado a cuatro aguas con teja árabe. Foto: wikipedia.
Carrascosa del Haro (Cuenca). Foto: wikipedia.


Cuenca. Parroquia del Salvador. Foto: wikipedia.

Huélamo (Cuenca). Foto: https://trapatroles.wordpress.com/2015/11/26/huelamo-cuenca/#jp-carousel-2248


Tarazona de la Mancha (Albacete). Chapitel de estilo herreriano, uno de los pocos conservados en lo que fue el antiguo obispado de Cuenca. Foto: wikipedia.


 

3-Campanas

 

La tradición campanera del antiguo obispado de Cuenca se encuadra dentro de la corona castellana. En la catedral había, al menos, dos campanas romanas. En otras parroquias de la ciudad (San Pedro, San Esteban) también las había. En algunos pueblos del norte (la zona de la Alcarria y la Sierra Alta principalmente) hay también campanas de este perfil netamente castellano. No obstante, también las encontramos en algunas localidades más al sur. Los campanarios parroquiales suelen estar compuestos por dos, tres o cuatro campanas (sin contar la de señales y la del reloj). Es raro encontrar campanarios con mayor número de bronces.

Cuenca. Estado de la torre del "Giraldo" después de su derrumbe. Pueden apreciarse dos campanas romanas. Foto: Jesús Enero, NUEVO MUNDO (23/04/1902)/ Biblioteca Nacional.


 

Cuenca. Campanario de primitiva parroquia de San Esteban. En la tronera frontal puede apreciarse una campana romana. Foto publicada en: IBÁÑEZ MARTÍNEZ, Pedro Miguel: Orígenes de la Semana Santa de Cuenca (siglos XVI-XVII), Cuenca, 2007, p. 169.

Cuenca. Parroquia de San Pedro antes de la guerra civil. En el ventanal del frente y en el derecho aparecen campanas romanas. Foto: Archivo José Vicente Ávila / https://cadenaser.com/emisora/2019/05/21/ser_cuenca/1558438143_702900.html

Cuenca. Campanas romanas de la torre del "Giraldo" después de su derrumbe. Foto: http://photoinvestigacionchema.blogspot.com.es

A tenor de los campanarios hasta ahora documentados en la provincia de Cuenca, podemos comprobar como su estructuración sonoridad es netamente castellana: campanas asociadas por parejas, con escasa diferencia de tono entre una y otra. Es probable que algunos campanarios (especialmente aquellos con cuatro campanas) se estructuraran buscando cierta armonía (que no afinación) entre los bronces, intentando que la nota de golpe fuera aproximadamente una tercera entre campanas. No obstante, no podemos afirmarlo de forma categórica, pues son muy pocos los campanarios documentados en esta provincia.

Requena (Valencia). Conjunto de campanas de la iglesia de San Nicolás. Foto: BUIGUES METOLA, Marcos / 
http://campaners.com/php/fotos_campanar.php?numer=367

 

4-Características de los yugos

 

Los yugos del antiguo obispado conquense presentan ciertas peculiaridades constructivas y decorativas. A diferencias de otros territorios donde la construcción de yugos presenta una mayor uniformidad (como Toledo), en Cuenca presentan una variedad de diseños y formas bastante amplia. Podríamos decir que no hay una forma prototípica, sino unas proporciones y elementos que se repiten combinados de diferentes formas. Analizamos ahora algunas de las principales peculiaridades.

 

Las características generales de los yugos del antiguo obispado conquense son netamente castellanas, lo cual se aprecia en la tendencia a realzar el bronce por encima del eje de rotación, bien recurriendo a empotrar la campana en el brazo (por lo general no más allá de los hombros y a veces solo las asas), o bien al uso de ejes acodados (generalmente de no mucha altura).

 

a.       Partes

 

Al igual que hicimos al tratar el yugo toledano, hablamos de dos partes principales del yugo, el brazo, que es la pieza de madera que sostiene el bronce, y la cabeza. Suelen estar compuestos por varias piezas, dos o tres, según el diseño y la proporción. La madera que parece emplearse tradicionalmente es el olmo, y en algunas ocasiones la encina.

 

Parte del yugo

b.      Proporciones

 

Como pudimos ver en el artículo dedicado al yugo toledano[2], y ya anteriormente en otros estudios similares sobre el yugo valenciano[3], existía una forma de dimensionar el yugo de la campana tomando como referencia la altura del bronce, desde el hombro a la parte inferior. Al igual que ocurre en otros obispados, como el de Sigüenza, existe un doble sistema de proporcionar los yugos respecto a la campana:

 

                                                              i.      Yugos de la misma altura que la campana (proporción 1-1). Es decir, la altura total del yugo (desde la parte inferior del brazo a la parte superior de la cabeza) es la misma que hay desde el hombro a la parte inferior. En este sistema es frecuente realzar el bronce por encima del eje de rotación empleando ejes acodados y empotrando la campana en el brazo. Esta es la proporción habitual de los yugos “toledanos” que les confiere un aspecto más bien achatado. Los yugos fabricados con esta proporción suelen estar compuestos por dos piezas (brazo y cabeza), y una tercera si existe el cabezal cruzado que sujeta los tirantes de hierro.

 

                                                            ii.      Yugos de mayor altura que la campana (proporción 1-1,3). La proporción de estos yugos suele ser la misma más 1/3, es decir, una cabeza que viene a ser de la misma altura que la campana y un brazo que viene a ser 1/3 de la altura de la campana. En esta proporción no suelen emplearse ejes acodados, y si los hay realzan muy poco el bronce. Existen algunos yugos de eje único, atravesando éste el asa central del bronce. Estos yugos solo suelen empotrar la corona de la campana, en alguna ocasión también los hombros. Este tipo de yugos suele estar compuesto por tres piezas de madera (una para el brazo y dos para la cabeza), y una cuarta si presenta cabezal de sujeción de los tirantes en la parte superior de la cabeza.

 

Esquema proporciones. Campana de la parroquia de Saceda (Cuenca)

Esquema proporciones. Campana María del Carmen, iglesia de San Nicolás. Requena (Valencia).

Esquema proporciones. Campana mediana del campanario parroquial de Motilla del Palancar (Cuenca).

 

c.       Sujeción de los tirantes: cabezal cruzado o cornisa superior.

 

Todos los yugos presentan algún tipo de sistema de fijar a la cabeza los tirantes y abarcones de hierro que sostienen la campana. La finalidad de esta sujeción es mantener la integridad de todo el contrapeso y evitar que, en un eventual aflojamiento de las tuercas, los herrajes se muevan y desestabilicen el yugo. Este sistema de anclaje es variado, desde sencillas grapas de forja, pletinas colocadas en cada frente, o cabezal superior cruzado (como en el yugo toledano) atravesado por diferentes orificios.

 

Este último sistema, muy frecuente en los yugos tradicionales de Toledo y Sigüenza, aparece en los yugos conquenses con bastante frecuencia.

 

En el antiguo obispado de Cuenca era frecuente emplear otro sistema de sujeción consistente en colocar una cornisa tallada en la parte superior con el suficiente vuelo para ser atravesado por estos herrajes[4].

 

Estas molduras pueden ser piezas independientes que se colocan a modo de tapa sobre la cabeza, o bien formar parte del cabezal superior. Son numerosos los ejemplares que presentan una cornisa curvada, muy característica de la línea decorativa del barroco.

Jabalera (Cuenca). Cabezal cruzado para la sujeción de los tirantes.

Puebla de Almoradiel (Toledo). Antiguo yugo de la campana "Gorda". Cornisa recta para la sujeción de los tirantes.

Motilla del Palancar. Campana grande. Cornisa curvada para la sujeción de los tirantes. 


 

d.      Herrajes “abarcantes” de refuerzo

 

Como vimos en los yugos toledanos, la escotadura efectuada en la parte inferior del brazo obliga a colocar herrajes de refuerzo en el brazo. Al igual que ocurre en los yugos toledanos, los conquenses también suelen contar con este tipo de refuerzo, en forma de arco o rectos en disposición diagonal.

 

En Cuenca aparece una variante de este tipo de herraje consistente en par de herrajes verticales y curvados que refuerzan el conjunto del yugo, abarcando el brazo y la cabeza (por eso los llamamos “abarcantes”). Este tipo de herrajes aparecen también en Ciudad Real.


 

Antiguo yugo del "Campanón" de Tarazona, con herraje de refuerzo en forma de arco y un par de herrajes "abarcantes".

e.       Traza y diseño

 

Es difícil identificar un diseño concreto de los yugos conquenses. Algunos ejemplares recuerdan al diseño mixtilíneo de los yugos toledanos. Hay ejemplares que presentan los característicos pechos de paloma de los “toledanos”. En otros casos los diseños son originales, en los cuales predominan curvas y contracurvas. Hay un notable número de yugos que rematan en cornisa curvada.

Existe cierta tendencia en poblaciones limítrofes con Valencia a realizar diseños similares los de este territorio.

En la segunda parte de este artículo analizaremos diferentes ejemplares por comarcas.

 

f.        Otros elementos

 

Los yugos tradicionales presentan también la palanca de balanceo, colocada en uno de los lados atravesando el brazo. Los badajos parece que en su gran mayoría solían ser de hierro forjado, aunque hay algunos ejemplares de caña de madera.

En algunas ocasiones pueden aparecen yugos con decoración de talla.

Existen algunos yugos con eje de una sola pieza, atravesando este el asa central de la campana, aunque es un recurso muy poco extendido. Esta solución se da en ejes rectos, sin acodamiento. 



[1] ROMERA SOTILLO, Álvaro: El yugo “toledano” Fue publicado en 2017 en el blog hermano Miscelánea de Arte Sacro en dos partes (Parte I y Parte II). En ese mismo año fue publicado en www.campaners.com (http://campaners.com/php/textos.php?text=9009). Este artículo puede también consultarse en este blog en (Parte I y Parte II).

[2] - Ver nota 1. Las proporciones del yugo “toledano” aparecen analizadas en la parte 1. Puede consultarse en este blog: https://vozdebronce.blogspot.com/2019/01/el-yugo-toledano-1-parte.html

[3] - BARRERA, Albert: “Jous de fusta per a campanes manuals i motoritzades. Problemàtica i solucions tècniques de les instal·lacions de Cheste i Vilafamés”, Campaners,1993 (6). Disponible en http://campaners.com/php/textos.php?text=1478 (consulta 28/07/2020).

[4] - No podemos decir que sea privativo, pues conocemos tres casos similares en campanarios del arzobispado de Toledo: Centenera, Horche y Fuentidueña de Tajo (los dos primeros en Guadalajara, el segundo en Madrid). Hay un yugo similar en Tartanedo (Guadalajara, Señorío de Molina). En Valencia aparece también algún caso similar, donde esta opción también resulta minoritaria.


martes, 30 de julio de 2019

INTRODUCCIÓN AL MUNDO DE LAS CAMPANAS. PARTE 2ª: EL GRAN INSTRUMENTO MUSICAL: LAS TORRES CAMPANARIO, LAS HERRAMIENTAS DE TOQUE Y OTROS OBJETOS


JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Carlos
ROMERA SOTILLO, Álvaro

2. EL GRAN INSTRUMENTO MUSICAL: LAS TORRES CAMPANARIO, LAS HERRAMIENTAS DE TOQUE Y OTROS OBJETOS


    Por lo general se suele pensar que la campana es un instrumento musical en sí mismo, pero no es así: si bien es cierto que se trata de un objeto que al golpearlo produce un sonido, este no es percibido en todo su esplendor y significado si no se encuentra en una torre campanario.

    Para entender esto compararemos las campanas con la cuerda de una guitarra. Si se tensa una cuerda y se tira de ella, al soltarla su vibración producirá un sonido. Pero si esa cuerda es colocada convenientemente en una guitarra su sonido es potenciado por la caja de resonancia y su nota puede ser variada al presionar sobre ella en los trastes. Este símil nos sirve para entender que las campanas son una parte de un instrumento musical complejo y grande.

   El instrumento en sí es la torre campanario con las campanas y con todos los objetos y herramientas que facilitan su toque. Por desgracia estamos asistiendo a numerosas restauraciones (incluso de catedrales) que están obviando la función sonora de las torres campanario, eliminándose elementos del toque en aras de una mayor pureza arquitectónica, sin relacionar la existencia de todos estos objetos con aquel fin último con el que se levantó la torre: hacer sonar las campanas.

   Analizamos a continuación los principales elementos que componen el gran instrumento musical que es una torre campanario.

Durante siglos las torres campanarios han sido las construcciones más altas de ciudades y pueblos. Gracias a esta altura el sonido de las campanas era escuchado desde grandes distancias. En la imagen una vista de Toledo de 1880 con la desaparecida torre del Reloj, la torre de de la fachada y al fondo las torres de San Ildefonso. Foto: Casiano Alguacil/https://www.abc.es



     2.1. LA TORRE CAMPANARIO


    La finalidad principal que movió desde la edad media a construir altos campanario era colocar en ellas campanas y potenciar su sonido lo más lejos posible. Los campanarios son, por tanto, grandes cajas de resonancia a varios metros de altura.

    En España se da la peculiaridad de que las campanas suelen colocarse en los ventanales del campanario, de manera que se convierten además en un referente visual cargado de significado (En el resto de Europa las campanas suelen estar dentro de la torre, y son difícilmente visibles desde afuera). Una variación de las torres campanario son las conocidas como espadañas, un sencillo muro levantado generalmente a los pies de las iglesias y generalmente de poca altura, propio de conventos y pequeñas parroquias que no pudieron levantar una torre.


Palazuelos (Guadalajara) Campanario en forma de espadaña.

    Existen numerosos recursos arquitectónicos potenciadores del sonido. Uno de los más empleados en España es la colocación de muretes o antepechos en la parte baja de los ventanales. Estos no son unos quita miedos que evitan posibles caídas, sino que cumplen la función acústica de potenciar las notas más graves.

Romancos (Guadalajara). Antepechos de piedra en la parte baja de las troneras para potenciar las notas más bajas. 
    Si observamos los ventanales de los campanarios veremos que en la gran mayoría la campana está muy centrada, de forma que solo se encuentra abierto el espacio justo para que pueda girar. En algunas ocasiones, si el ventanal es muy alto la campana se colocará en la parte superior, como ocurre en algunos campanarios catedralicios o en numerosos campanarios catalanes. En otras ocasiones, si el grosor del muro lo permite, o si las campanas se encuentran en el interior, los ventanales suelen ser parcialmente cerrados (aproximadamente unos dos tercios de su apertura), como por ejemplo en la catedral de Valencia. En otros casos los ventanales sin campanas son completamente cegados.


Bujalaro (Guadalajara). Los ventanales sin campana se solían cergar parcial o completamente. 


     En el caso de las espadañas es muy frecuente encontrar un pequeño cuarto o habitación adosado a la parte trasera, que, además de cumplir con la misión de resguardar al campanero de las inclemencias meteorológicas durante los toques, cumple la función de mezclar, potenciar y dirigir el sonido de las campanas.


El Sotillo (Guadalajara). Iglesia típica con espadaña a los pies con cuarto adosado a su parte posterior.



Hontanares (Guadalajara). Interior del cuarto adosado a la espadaña.


   Quizás los campanarios valencianos son los que mayor número de potenciadores acústicos contienen. Aparte de los muretes inferiores, la sala suele estar cubierta por una bóveda baída que tiene la propiedad de mezclar el sonido de las campanas. Por su parte, la entrada a la sala de campanas suele realizarse a través de una trampilla enrasada con el suelo, de forma que al cerrar la trampilla no queda en la sala-campanario ninguna oquedad que disminuya el efecto de “caja de resonancia” de la torre.


Campanario del Real Colegio del Patriarca (Valencia). Sala de campanas cubierta con bóveda vaida y los "tiples" ubicados cerca del techo.


    La ubicación de las campanas está también muy estudiada. Los tiples, las campanas pequeñas, suelen estar colocados en el interior de la torre, en vigas pegadas a la bóveda para aprovechas las cualidades acústicas de ésta y garantizar mejor la expansión sonora de sus agudas voces.


      2.2. EL YUGO


     El yugo es el nombre genérico que recibe la sujeción de madera de la campana, aunque recibe diferentes denominaciones a nivel local. Existen dos tipos de yugos: los yugos fijos(que suelen ser una viga encastrada en la pared) y los yugos de movimiento (que cuentan con ejes para poder tocar la campana a balanceo o volteo).

Iglesia de San Dionisio (Jerez de la Frontera). A la izquierda campana de movimiento, a la derecha campana fija 


     Una de las principales peculiaridades de los yugos en España es que aparte de servir de sujeción a la campana, también la contrapesa durante los volteos. Debido a ello, aparte de contar con una gran viga de madera que sirve a la vez de sujeción y de eje, cuenta con una cabeza de madera que la contrapesa.


     2.3. EL BADAJO


     El badajo es la pieza percutora de la campana. Suelen ser de hierro forjado, aunque en algunas zonas (como Aragón, y la mitad norte de la corona de Castilla) suelen combinar la madera (la caña) y el hierro (bola y sujeción).

    La parte superior, por donde se “ata” a la campana, tiene forma de argolla o ancla. Tradicionalmente suelen atarse al asa de la campana con cuerdas o con badanas de cuero. En su parte inferior se encuentra la bola que golpea el badajo. El badajo debe estar colocado correctamente, puesto que un badajo mal atado puede romper una campana. La bola debe golpear exactamente en el vértice inferior donde se unen el pie y las paredes laterales. Si golpea bajo, o si lo hace unos centímetros por arriba la campana puede quebrarse.


Badajo con caña de madera.


Badajos de hierro.

Badajo golpleando en su punto.


    Como curiosidad, en algunas zonas (Valencia, Aragón) suele colocarse entre el badajo y el asa una pieza de madera para evitar que el badajo golpee de lado.


Badajo con "soquet", pieza de madera entre el badajo y la anilla.



     2.4. HERRAMIENTAS DE TOQUE


   En el campanario existen numerosas herramientas que permiten el toque manual de campanas. Las cuerdas son una de las principales herramientas de toque, bien para tocar con el badajo, bien para balancear o voltear la campana. En ocasiones existen argollas o arandelas en las paredes que servían para tensar las cuerdas durante los repiques o bien para sujetar las campanas. También podemos encontrar garruchas, a veces asociadas a complejas estructuras, que orientan las cuerdas hasta la parte baja de la torre y poder interpretar algunos toques sin necesidad de subir al campanario. En algunas torres donde las campanas se encuentra a cierta altura existen tarimas que proporcionan una mayor cercanía entre el campanero y el bronce.

 
Segovia, interior del campanario de la Catedral antes de su restauración. Aunque las campanas tienen yugos de hierro se conservan los antiguos de madera en el suelo. Se conservan los cerramientos inferiores, escaleras, tablados y demás objetos y elementos de la instalación tradicional. Foto: SÁNCHEZ DEL BARRIO, Antonio; ALONSO PONGA, José Luis: Las campanas de las Catedrales de Castilla y León. Valladolid, 2002, p. 110, también publicada en http://campaners.com/php/campanar.php?numer=650

Segovia, interior de la torre de la Catedral después de su última restauración. Se han eliminado los cerramientos inferiores que potenciaban la acústica y las escaleras y tablados que permitían el toque de las campanas. Las campanas no fueron restauradas. Foto: http://www.elnortedecastilla.es/segovia/201704/18/catedral-segovia-aumenta-visitas-20170418231053.html