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martes, 5 de septiembre de 2023

Charla "Los Sagrados Bronces: el toque de campanas en la Iglesia toledana" -Alustante (Guadalajara)-

 


    El pasado 5 de agosto tuvo lugar la charla titulada Los Sagrados Bronces: el toque de campanas en la Iglesia toledana en la localidad molinesa de Alustante (provincia de Guadalajara). La charla tuvo lugar en la lonja del Ayuntamiento y fue acompañada de una muestra de toques manuales. 

Al final, después de las fotos, subimos el link del vídeo de la charla y dos sobre algunos de los toques de la muestra. Los toques manuales realizados fueron los de Escalonilla.







  


Charla


Toque Misa de Fiesta, Misa de Solemnidad, Ángelus y algunas explicaciones.


Toques de muerte de Niño, Toque de Misa diaria, de domingo, de fiesta y explicación del toque de Solemnidad.


Toque de Solemnidad.






martes, 7 de septiembre de 2021

EL TOQUE DE CAMPANAS EN ESCALONILLA, ¿UNA RESTAURACIÓN EJEMPLAR?

 


Jiménez-Jiménez, Carlos


Los electromazos a veces fallan

Una calurosa mañana del 14 de agosto de 2015. Las campanas de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Escalonilla, en Toledo, no tocan el ángelus a las 12 del mediodía. Uno de los monaguillos se percata de tal hecho y se dirige a la Iglesia a comprobar qué sucede: el ordenador que controla los electromazos responsables de la ejecución mecánica de los toques no funciona. - ¡no puede ser: las máquinas no fallan! - se dice así mismo el joven ayudante del cura mientras piensa cómo solucionar el problema. Esa misma tarde, después de la misa valedera, y al día siguiente, las campanas deberían sonar con estrépito anunciando la festividad de la Asunción. Al joven monaguillo no se le ocurre otra cosa que avisar a un grupo de amigos para que hagan sonar las campanas esa tarde a las vísperas.

Así comienza la recuperación de los toques tradicionales de las campanas en Escalonilla (Toledo). El que escribe estas líneas fue uno de los componentes de aquel grupo de jóvenes que, gateando por una escalera que más bien parecía un tobogán de palomino, se auparon a la torre de su iglesia aquella calurosa tarde de verano. Para muchos de los que ese día subimos a la torre era la primera vez que accedíamos a ese recinto que, durante siglos, ha despertado la curiosidad de las gentes de Escalonilla, y que, muy pocos paisanos, han tenido el privilegio de pisar.

El estado en que se encontraban tanto la escalera de acceso, como la sala de campanas, e incluso los propios bronces, solo podía ser calificado de un modo: lamentable. La escalera de acceso estaba cubierta de palomino hasta tal punto, que era imposible distinguir un escalón de otro. La sala de las campanas, con más de un palmo de palomino, hacía insalubre la permanencia en ella. Las campanas, de igual modo, cubiertas de excrementos de paloma y en un estado deplorable: redes antipalomas mal colocadas, enganchadas en las propias campanas, rotas y decoradas con cadáveres momificados de palomas y estorninos; una campana (la Rota) con el yugo casi desecho y los tirantes sueltos a punto de arrumbarse sobre el tejado de la iglesia; otra de ellas, la Chica, sujeta de un cable de la luz enganchado al techo para evitar que corriese la misma suerte que la Rota (Figura 1B’). De las 4 campanas que posee la torre, al fin, la que presentaba un mejor estado era la Campana Gorda (Figura 1A’). Quizá, el cariño que despierta entre los escalonilleros con su característico dalán-dán, que conforma la banda sonora de las grandes ocasiones (fiestas del Stmo. Cristo, Corpus Christi y Sta. María Magdalena), es la circunstancia que explicaba que, aún, presentase un estado de conservación aceptable (entre tanta inmundicia).

El volteo de la Campana Gorda de Escalonilla es una de las señas de identidad del pueblo, siendo, casi con total seguridad, el único pueblo de la provincia de Toledo en el cual se ha conservado la tradición del volteo desde que esta técnica de toque surgió entre los campaneros. Sin embargo, antes de ese año 2015, la última vez que sonó a volteo esa campana fue para la procesión de la Magdalena (22 de julio) del año 2003. Ese año se instaló una red antipolmas que, a modo de cincha, circundaba la torre cubriendo todas sus oquedades (incluido, claro está, los vanos de las campanas). Prudentemente, Don Pablo, el párroco de entonces, que había conocido recuperar[1] el volteo de La Gorda para las grandes fiestas y lo que significaba para Escalonilla, dejó abierto el hueco de La Gorda, cerrándolo con una alambrera independiente que permitía ser retirada. Sin embargo, no sabemos si por dejadez o por temor a manipular dicha alambrera casi suspendidos en el vacío del antepecho del vano, la misma nunca fue retirada y, La Campana Gorda, dejó de sonar.

Con la emoción que pueden sentir unos jóvenes de entre 15 y 20 años tras haber subido a un lugar tan especial, y de haber dado voz a unos instrumentos tan peculiares como lo puedan ser las campanas de “tu pueblo”, surgió la idea de volver a voltear La Gorda para el Cristo de ese mismo año (14 de septiembre). Y así, aprovechando el tiempo de esparcimiento que supone el descanso estival para cualquier estudiante, las sucesivas tardes de ese mes de agosto se fueron copando en la limpieza de la torre, limpieza de las campanas y engrasado de los cojinetes de La Gorda con aceite y manteca para que volviese a sonar. Cuando, para el Cristo de ese año, La Gorda volvió a sonar, fueron no pocos los escalonilleros que dieron las gracias personalmente al párroco de ese momento, Don Francisco, por haber permitido recuperar esa tradición. De este modo, a pesar de que los electromazos fueron reparados y recuperaron su utilidad, las campanas volvieron a sonar manualmente para las festividades religiosas más marcadas para Escalonilla.



[1] La Campana Gorda de Escalonilla debió sufrir una interrupción en su toque a volteo entre finales de los 70 y 1991, año en que, un grupo de escalonilleros, decide restaurarla (ya que el yugo debía tener sueltos los tirantes, lo que imposibilitaba ponerla en movimiento) bajándola de la torre y reforzando su yugo con planchas de hierro de forja (Figura 1 A’). Entre el año 1991 y 2003, volvió a sonar a volteo para las grandes ocasiones de manera ininterrumpida.


Rehabilitación de las campanas

A finales de ese mismo año 2015 se comenzó con la reforma de la iglesia, que implicaba el arreglo de los tejados y la torre. Las campanas que, en un primer momento, no entraban en el plan de rehabilitación de la iglesia, fueron finalmente puestas en él. Es de suponer que la causa fuese el haber comenzado a tocar manualmente algunos días; probablemente, de no haber sido así, las campanas y el campanario seguirían actualmente en el mismo estado de ruina en que se hallaban. El arreglo de campanas, yugos y electromazos, fue encargado a la empresa campanera “Campanas Rivera”.

A cada una de las campanas se le instaló un yugo nuevo, en madera tropical con eje de rodamientos, así como nuevos electromazos (Figura 1A-C) y un nuevo ordenador de programación. Además, una de las campanas, la conocida tradicionalmente como de “Los Civiles” (por estar situada frente al cuartel) o “La Rota”, fue refundida y rehecha de nuevo, conservando los dibujos e inscripciones originales. Esta campana, fundida en el año 1850 y dedicada a Santa María, se encontraba rajada y sin badajo. Su rotura se produjo en el año 1938, y del cómo tuvo lugar el suceso existen 2 versiones: la campana se rompió porque mientras tocaba le pusieron un “papel de fumar” en el punto de golpe del badajo; o bien, que se rajó al tocar demasiado tiempo para anunciar la toma de Barcelona por las tropas nacionales. En cualquier caso, la campana permaneció inservible desde aquel momento.

La instalación de los nuevos yugos ha permitido que, cualquiera de las 4 campanas, pueda realizar con seguridad toques en movimiento, tipología de toque que solo había conservado La Gorda. Así mismo, la refundición de La Rota ha devuelto a la torre el conjunto de 4 campanas original, lo que permite la ejecución de una amplia variedad de toques en los cuales intervienen unas u otras campanas.

Por otro lado, el remozamiento de la torre ha eliminado las oquedades que presentaba la sala de campanas y que, a modo de palomar, servían de lugar de anidamiento de las palomas. Esto ha permitido reducir el número de estas aves y, por consiguiente, la suciedad que generan tanto dentro como fuera de la torre.

Ciertamente, el criterio seguido por el arquitecto y arqueólogos correspondientes ha sido, cuanto menos, errado: no solo se han eliminado oquedades que eran desperfectos generados por el paso del tiempo, sino también aquellas que ex profeso se habían hecho para instalar los cojinetes de las campanas (Figura 1A’) o bien para colocar una viga sobre la que, mediante poleas y sogas, colgar y descolgar la campana en caso de requerir una reparación (Figura 1A’,B’). Respecto a las campanas no podemos ignorar que, el perfil de los nuevos yugos, poco o nada tiene que ver con aquellos que originalmente asían los bronces. Si bien es cierto que tanto el yugo de La Rota como el de La Chica (Figura 1B’) se hallaban en estado de ruina total, el de La Gorda (Figura 1A’), podría haberse reutilizado o restaurado. Yendo más allá, los perfiles de los yugos para las campanas podían haber tomado como modelo el de La Gorda y haberse fabricado siguiendo su patrón.

El desconocimiento que por aquel entonces teníamos los responsables de las campanas sobre este mundo tan rico y complejo no nos permitió ver la posibilidad de que, ciertamente, la empresa seleccionada podría haber fabricado estos yugos si se hubieran pedido.

Figura 1. Las campanas de Escalonilla antes y después de ser rehabilitadas.

A, A’) Campana Gorda tras la instalación del nuevo yugo (A) y con su antiguo yugo (A’). Dedicada a la advocación de Santa María Magdalena. Fundida en el año 1861. Posee un diámetro de boca de unos 90 cm, con un peso aproximado de unos 450 Kg. En la fotografía (A’) puede apreciarse como, el yugo antiguo, fue forrado con hierro de forja para su reforzamiento.

B, B’) Campana Chica tras la instalación del nuevo yugo (B) y con su antiguo yugo (B’). Dedicada a la Sagrada Familia (Jesús María José), fue fundida en el año 1774 por Martín de Güemes. Posee un diámetro de boca de unos 80 cm, con un peso aproximado de 350 Kg. En la fotografía (B’) se puede apreciar el ruinoso estado en que se hallaba y el cable que la sostenía (flecha roja). Así mismo, se puede apreciar como el badajo se encontraba descolgado.

C, C’) Campanillo tras la instalación del nuevo yugo (C) y con su antiguo yugo (C`). Dedicada a la Sagrada Familia y a Santa Bárbara, fue fundida en el año 1769. Posee un diámetro de boca de unos 48 cm, y un peso aproximado de 45 Kg. En la fotografía (C`) se puede apreciar el yugo de hierro soldado que se le instaló (posiblemente en los años 80), lo que imposibilitaba tocarle como se había hecho tradicionalmente: a medio vuelo.

Apréciese así mismo en las fotografías A’, B’ y C’, el mal estado de conservación de la torre y las alambreras que imposibilitaban el toque en movimiento de las campanas.























Documentación de los toques

Terminada la obra de restauración de las techumbres y de rehabilitación de las campanas, en el verano del 2016, se procedió a la investigación sobre los toques originales de Escalonilla (ANEXO I). Hasta ese momento, los toques ejecutados a mano habían sido aleatorios, a gusto del correspondiente campanero. Ni que decir tiene que, los toques grabados en el ordenador, no correspondían en absoluto con los originales del pueblo. Éstos habían sido programados siendo cura párroco Don Jesús, en torno al año 2005, a la par que se realizó la primera mecanización de las campanas. La empresa elegida para ello fue “Caresa”. Hasta ese momento, las campanas habían sido tocadas a mano, siendo el último responsable de ejecutar los toques Paco Otero (e.p.d.), que hacía las veces también de sacristán.

Este último “campanero” se limitaba a ejecutar los correspondientes toques de misa y señales de difuntos, sin subir a la sala de campanas, sirviéndose exclusivamente de las sogas que, atadas a los badajos de La Gorda y La Chica, bajaban mediante unas garruchas a la capilla bautismal (Figura 3a y 4A,B). Es probable que también ejecutase el toque conocido como “buenos días”, aunque de ello no conservamos testimonio. También tocó alguna vez a “quema” o “arrebato”. En cualquier caso, los toques que ejecutaba Paco Otero eran tan solo una sombra del rico patrimonio campanero que poseía el pueblo y que estuvo a punto de desaparecer.

Para la documentación de los toques originales se contactó con los hermanos Eloy y Catalina Gómez, de 84 y 87 años respectivamente. Eloy había sido monaguillo en su infancia y, ambos, habían estado durante toda su vida muy involucrados en los quehaceres de la parroquia. Si bien Catalina reportó una serie de toques que ella misma había ejecutado, pronto fue palpable que éstos eran de en torno a los años 60 y 70, y que ya por entonces, no había campanero ni sacristán que subiera a “repicar a la torre” (por lo que estaríamos ante la primera simplificación de los toques). Por su parte, Eloy sí recordaba los toques de la época en que él había sido monaguillo, en los años 40, siendo por tanto una versión más antigua de los mismos.

Se constató que Eloy había aprendido estos toques de la mano de un sacristán (Eulogio Fuentes) que, ya por aquel entonces era de avanzada edad, y de un campanero: Francisco Gutiérrez, conocido como “Paco Venedo”, también de avanzada edad. Por lo que Eloy comentaba se deducía que, Eulogio, el sacristán, se encargaba de todos los toques ordinarios, sirviéndose para ello de las sogas que colgaban hasta el baptisterio, estando la labor de Paco “Venedo” reservada a los repiques de fiesta o “doble repique”, que requerían subir a la torre. Por la edad de los “maestros” de Eloy, los toques que él nos describió podrían remontarse, casi con total seguridad, a toques aprendidos a finales del siglo XIX, hallándonos, por tanto, ante los toques originales de la parroquia transmitidos de campanero a campanero durante generaciones.

Los toques que reportó Eloy superaban la veintena: misa de diario, misa primera de domingos, misa mayor, misa de fiesta, misa solemne, misa de difuntos, entierro, clamor de muerte de hombre, clamor de muerte de mujer, señal de niño difunto o dindón, viático, rosario, buenos días, ángelus, oraciones de la tarde, ánimas, consagración, gloria de la vigilia pascual, confesiones, arrebato o quema, señal de la hermandad del Santísimo, señal de la hermandad de la Estrella, señal de la hermandad del Corazón de Jesús, señal de la hermandad de Ánimas y señal de la hermandad de Santa Rita. Una descripción más detallada de los mismos puede ser encontrada en Jiménez-Jiménez, 2017 y en el ANEXO I del presente artículo.

Por su parte, el toque de señal de defunción de Pontífice fue reportado por otro informante, José Luís Guío, juez de paz de Escalonilla, puesto que Eloy y Catalina no recordaban cómo era exactamente.

Todos los toques documentados fueron explicados por los informantes, pero en ningún caso ejecutados in situ en la torre, ya que, por aquellas fechas, no existían ya las cuerdas que bajaban al baptisterio (Figura 4A) y, dada la avanzada edad de los informantes, no era prudente su acceso a las campanas. En cualquier caso, los toques fueron interpretados según las explicaciones dadas, y unas primeras grabaciones de los mismos se hayan en Jiménez-Jiménez, 2016. Una vez grabada esta primera versión, fue mostrada a los informantes, que corrigieron los fallos de ritmo al verlos interpretados. Así mismo, informaron de que, el toque de Ángelus que en un primer momento describieron, estaba cambiado con el de Buenos Días, por lo que en estas grabaciones (Jiménez-Jiménez, 2016) se encuentran mal nombrados.


Restauración y programación de los toques

Una mala decisión tras otra

Como se ha comentado con anterioridad, la primera mecanización de las campanas debió tener lugar en torno al año 2005. Se instalaron electromazos a todas las campanas, excepto a La Rota. Es de suponer que los toques programados entonces fueran propuestos por la propia empresa campanera. A continuación, se detallan:

·         Toque a misa de diario: 9 campanadas de La Gorda espaciadas en grupos de 3, seguidas de una serie de golpes con La Chica.

·         Toque a misa de domingos: La Gorda y La Chica imitando un medio vuelo.

·         Toque a misa de Fiesta: La Gorda, La Chica y el Campanillo imitando un medio vuelo.

·         Toque de Ángelus: 9 campanadas con La Chica espaciadas en grupos de 3, seguido de una serie de golpes con el Campanillo.

·         Toque de difuntos: un doble con La Gorda y La Chica, si era muerto del pueblo, y golpes simples con La Gorda si era “forastero”.

·         Toque de procesión: como el de misa de Fiesta, pero de más duración.

Por aquel entonces y, hasta el año 2014, las campanas Gorda y Chica seguían manteniendo sus sogas originales que bajaban hasta el baptisterio, aunque no volvieron a usarse por no haber nadie interesado en ello. En este año 2014, el nuevo párroco, Don Álvaro, decidió retirar las sogas y sellar el hueco de las garruchas por donde caían. La motivación de dicha decisión fueron unas lluvias de gran volumen que inundaron el suelo de la sala de campanas, cayendo el agua por los huecos de las garruchas hasta el techo del trascoro y de ahí a la sala del trascoro situada justo encima de la capilla bautismal. El techo del trascoro fue remozado y su suelo arreglado. Como consecuencia, también se perdieron los agujeros por los que penetraban las sogas hasta el baptisterio.

Los toques antes mencionados programados siendo párroco Don Jesús, pervivieron hasta mediados del 2016, fecha en que, concluida la restauración de los tejados y la torre, se hizo un primer intento de recuperación de los toques originales. La empresa encargada de la intervención instaló un nuevo ordenador, que permitía un elenco mayor de toques. Aprovechando la sustitución de la computadora, se pidió a la empresa que programara algunos de los toques originales. Éstos fueron el de ánimas, rosario y el de misa de entierro, aunque este último fue programado con un ritmo de toque que no se correspondía del todo con el documentado. En esta primera recuperación, además, se jerarquizaron en una sencilla consueta los toques que tenía el ordenador, para hacer más sencillo su uso en el momento adecuado (ANEXO II).

Al fin se consigue el objetivo

Desde la restauración de la torre, las campanas han sido tañidas manualmente para las fiestas más destacadas de la parroquia, a saber: Stmo. Cristo, el Pilar, Todos los Santos y Noche de Ánimas, Inmaculada, Navidad, Epifanía, San Antón, San José, Semana Santa, San Isidro, Corpus Crhisti, Sta. María Magdalena y la Asunción. Los toques ejecutados estos días eran el repique de fiesta o doble repique, el toque solemne (volteo de La Gorda) y el toque de difuntos la Noche de Ánimas.

Finalmente, tras la previa labor de concienciación del párroco sobre el valor tanto patrimonial como litúrgico de los toques que se habían documentado, se procede a la reimplantación total de los mismos a finales del verano de 2020. Todos los toques documentados fueron grabados, quedando guardados en el ordenador para poder ser tocados cuando se requieran. La mayoría de ellos fueron programados para su uso cotidiano, a excepción del de difuntos del pueblo y el del ángelus. En el caso del de difuntos del pueblo, se optó por mantener el doble de campanas que venía usándose desde 2005 puesto que, los parroquianos, tenían ya interiorizado el significado del toque, y su sustitución hubiera implicado desconcierto a la hora de interpretar el mensaje que transmitía. Por otro lado, el toque de ángelus siguió siendo, incomprensiblemente, el del Ave de Lourdes programado en la intervención del 2016. Suponemos que sería por mayor belleza sonora a oídos del párroco o por “presiones” del que aportó en su momento la idea de programar ese toque. En cualquier caso, el toque de ángelus original ha sido grabado en el ordenador y está a disposición para ser programado cuando lleguen las circunstancias oportunas.

Así mismo se elaboró un consueta muy completa que incluye, no solo el número correspondiente a cada toque, si no su explicación, dando indicaciones de cuándo ha de ser empleado (ANEXO III).

Dando la matraca

Los diferentes informantes que aportaron los toques también hicieron hincapié en que, durante el triduo pascual, en el cual las campanas callan en señal de duelo por la Pasión y muerte del Señor, los fieles eran llamados a los oficios religiosos mediante la matraca o “matrácula”, como se la conocía en Escalonilla.

En la sala de campanas se conserva aún la viga a la cual iba sujeta, aunque, por desgracia, ningún vestigio material queda del instrumento en sí, que debió desaparecer a finales de los 60. Movidos por la recuperación, no solo de las campanas, si no del conjunto en su totalidad, en el año 2017 se fabricó una nueva matraca (Figura 2B). Ésta se diseñó de tal modo que pudiese ser desmontada y guardada durante todo el año al resguardo de las inclemencias meteorológicas, en lugar de permanecer perennemente instalada en la sala de campanas. De esta forma se conseguiría prolongar su vida útil.

Figura 2. La rueda de campanas y la matraca.

A) rueda de campanas, conocida popularmente como “carrillón”, situada en la pared del coro frente al Altar Mayor, junto al órgano barroco del S. XVIII. Se toca mediante cigüeñal en los cantos del Gloria en la Vigilia Pascual y Misa del Gallo, y durante la consagración en las misas solemnes. Posee 6 campanillas (a).

B) nueva matraca construida en 2017; son desmontables tanto el trípode como la manivela mediante la cual se toca.


Vuelven las sogas

Documentados los toques, con las campanas arregladas y la matraca en uso, solo quedaba un último paso: recuperar las sogas que bajaban a la base de la torre y que facilitaban el toque manual sin necesidad de subir constantemente a la sala de campanas.

Con esa motivación, en el verano de 2021, se diseñó un sistema de poleas que condujesen las cuerdas atadas a los badajos de La Gorda y La Chica hasta la sala del trascoro (Figura 3). No se optó por la reapertura de los huecos de las garruchas, a pesar de que éstas se siguen conservando (Figura 3a), previniendo de este modo que nuevamente pudiese caer agua al interior del templo. Tampoco se optó por bajar las cuerdas al baptisterio (Figura 4A), ya que, el sellado de los anteriores huecos en el suelo del trascoro implicaría la necesidad de apertura de otros nuevos, siendo este un trabajo muy laborioso al tener dicho suelo un espesor aproximado de medio metro. Con esta última intervención se consiguió facilitar la labor de los campaneros, no siendo necesario el ascenso a la sala de campanas nada más que para ejecutar los doble repiques de la misa festiva y el volteo de La Gorda, pudiéndose realizar el resto de toques y señales desde el trascoro.

El éxito de dicha decisión tiene su reflejo patente en la circunstancia de que, desde la puesta en uso de dicho sistema de poleas, las campanas han tañido más veces de forma manual que mecánica: la no necesidad de ascender a la torre para tocar ha motivado a los acólitos asistentes del sacerdote a tañer manualmente para prácticamente todas las misas, lo cual demuestra el interés que las campanas siguen despertando en las generaciones más jóvenes y los frutos que ha dado la concienciación sobre su valor cultural y litúrgico a lo largo de estos años.

Figura 3. El nuevo sistema de poleas y sogas.

A) cuerdas guía atadas del badajo a la pared, y cuerdas de toque atadas a las cuerdas guía.

B) sistema de poleas que conducen a las sogas desde la sala de campanas a la parte baja de la torre aprovechando el hueco de la escalera de acceso.

C) interior de la torre y techo del trascoro, en donde se han realizado los correspondientes agujeros para pasar las sogas.

D) habitación del trascoro hasta las que bajan las sogas.

Apréciese como aún se conservan las garruchas originales, pero con el hueco del suelo tapiado (a). Con flechas amarillas se indica el mecanismo de cuerdas que permite accionar el badajo de La Chica. La flecha roja señala el reloj con que se ha dotado al trascoro para permitir una ejecución precisa de los toques. Desde el trascoro se accede por una puerta al coro, y por ella se puede seguir visualmente en todo momento la misa, lo que permite coordinar los toques.



Figura 4. Esquema de la torre campanario y la sala de campanas. A) esquema de la torre campanario, concebida en su todo como un instrumento para el toque de las campanas; en rojo, (1) el carrillón en la pared del coro frente al altar mayor y (2) recorrido actual de las sogas de las campanas que permiten el toque de La Gorda (4) y La Chica (3); en azul (3) recorrido original de las sogas de las campanas.

B) esquema de la sala de campanas donde se puede apreciar el hueco de la escalera de acceso (C), la disposición de las garruchas originales (A) y la viga a la que estaba sujeta la antigua matraca (B); las líneas discontinuas en naranja indican la disposición del sistema de cuerdas que permiten el toque de La Gorda (4); las líneas discontinuas en rojo oscuro indican la disposición del sistema de cuerdas que permiten el toque de La Chica (3); (2) campana Rota o Civilera; (1) el Campanillo.; La flecha contigua indica la orientación NORTE de la torre.

Apréciese como la disposición original de las sogas (3) permitía el toque de las campanas desde el baptisterio, guardando la tradición secular que consideraba a la torre “el atrio de los gentiles”, mientras que en la actualidad solo bajan hasta el trascoro (2). En cualquier caso, el tramo de escaleras a ascender para poder tocar a mano se ha reducido considerablemente.


 












A guisa de conclusión

En el presente artículo se recoge con todo detalle el proceso que ha llevado a la recuperación de los toques de campanas de Escalonilla. Por un lado, se ha recuperado el toque manual, y por otra parte, se han recuperado todos los toques originales, grabándose en el ordenador de programación que controla el toque mecánico de las campanas. Más aún, no solo se han recuperado los toques de campana, si no que se ha recuperado “la torre como instrumento musical” en su conjunto: campanas, matraca y toques.

Es probable que, se pueda objetar con cierta razón, que esta recuperación no ha sido una restauración en toda regla, puesto que, tanto la instalación de las campanas (yugos) y la matraca, así como la recuperación de los mecanismos de toque (garruchas), no ha guardado los cánones originales. Ante ello se puede argumentar que, las campanas, mejor dicho, la torre campanario, fue concebida en su momento como un instrumento al servicio de la liturgia de la Iglesia, y que, por tanto, una vez recuperada la posibilidad de ejecutar todos los toques originales de forma manual, se puede hablar de una recuperación satisfactoria de la funcionalidad para la cual fue concebida la torre.

En la actual corriente conceptual sobre el mundo de las campanas se corren 2 peligros: 1) concebir las torres campanario como un hecho cultural, de cierto interés patrimonial (tanto material como inmaterial) pero desligado del hecho litúrgico; y 2) concebir el patrimonio campanero como algo estático e inmutable.

Respecto a la primera de estas cuestiones, no se puede perder de vista que, hay campanas y torre porque hay Iglesia, pero que podría haber igualmente Iglesia sin haber torre y campanas. Por tanto, la primera labor de recuperación de este patrimonio (que ciertamente lo es, tanto material como inmaterial) es la concienciación sobre el uso litúrgico que tienen los Sagrados Bronces. Al respecto, es muy hermoso el hecho de que, en Escalonilla, en el mismo espacio del templo, convivan a la vez y estén actualmente en uso, los instrumentos que siempre se consideraron como al servicio de lo sagrado: el órgano y las campanas (carrillón, torre campanario y matraca). Una correcta labor de concienciación sobre el valor litúrgico que representa este conjunto es la que ha permitido, en el caso de Escalonilla, sacar del olvido a estos instrumentos latréuticos.

Respecto a la segunda cuestión (la concepción estática e inmutable del patrimonio), podemos caer en el error del “fosilismo”: concebir el valor patrimonial de un ente (material o inmaterial) como una especie de “foto quieta”, como un fósil que ha de ser preservado de toda mutación. No debería caber este fenómeno dentro del mundo del estudio de las campanas: si bien es cierto que, tanto yugos, como instalaciones responden a las necesidades circunstanciales de un momento histórico y un lugar concreto, conformando una singularidad de valor cultural, no debemos perder olvidar que, todas ellas, son anejos de un hecho de rango superior que es el que verdaderamente posee por sí mismo el valor cultural, tanto material como inmaterial. Este sujeto a conservar no es otro que la presencia de campanas en nuestras iglesias y sus toques.

Si nuestros antepasados hubieran adoptado esa visión inmovilista de este hecho, actualmente no existiría la gran variedad tipológica de campanas que tenemos en España, ni podríamos hablar del valor cultural que tiene esa evolución en los perfiles del trazado de los bronces, o de la riqueza histórica de sus inscripciones tipográficas. No existirían las esbeltas y perfeccionadas campanas dieciochescas, ni los toques en movimiento y todas sus derivaciones que tenemos en España (volteos, balanceos, toques a pino). Sin lugar a duda, el mundo de las campanas no ha de ser tomado como una “foto fija” a preservar del paso del tiempo, sino como un fotograma de un proceso continuo de evolución, adaptación y perfeccionamiento histórico.

Más aún, no se debe olvidar que, el patrimonio a preservar es el hecho litúrgico de las campanas, su uso, sus toques. Este fenómeno, al que podríamos clasificar dentro de la categoría de “patrimonio inmaterial”, es el que verdaderamente debemos andar diligentes en conservar: una vez rota la cadena de transmisión oral de esta cultura, no se puede recuperar en su totalidad.  En cambio, el anejo material que suponen yugos o instalaciones, puede ser fácilmente recreado a pesar de haberse perdido en algún momento. Tomando una posición quizá un tanto radical, cualquier intervención de rehabilitación en una torre se podría considerar, por tanto, correcta si 1) permite ejecutar todos los toques originales de forma manual; 2) en caso de mecanización preserva programados los toques originales; y 3) no adiciona elementos perjudiciales para el conjunto (yugos metálicos o mal contrapesados, mazos o badajos mal colocados).

A lo largo de estos años se han podido documentar en la archidiócesis toledana numerosos ejemplos de campanarios (VOZ DE BRONCE: DOCUMENTACIÓN CAMPANARIOS). Además, en no pocas ocasiones se han podido documentar los toques originales de sus campanas (Jiménez-Jiménez and Romera Sotillo, 2019; Romera Sotillo, 2020; Jiménez-Jiménez & Romera Sotillo, 2021). Por desgracia, en algunas de ellas, al poco de su documentación se dejó de tañer a mano y se perdieron los toques originales (La Puebla de Montalbán-Toledo). En otras, sin embargo, se ha comprobado con satisfacción cómo las campanas seguían siendo tañidas a mano de forma habitual (Mejorada-Toledo). Pero, sin ningún género de dudas, no se ha documentado (al menos hasta ahora) ningún conjunto de torre campanario más completo que el de Escalonilla, y ello por cuatro razones:

1)      Conservación de los toques originales, tanto documentados como programados y, por tanto, actualmente en uso.

2)      Conservación de una diversidad de toques que los convierte en ejemplo de estructuración y jerarquización en la archidiócesis toledana.

3)        Posibilidad de ejecución manual de cualquiera de los toques originales.

4)        Presencia de matraca y rueda de campanas, conformando un conjunto litúrgico completo.

Así mismo, la torre campanario de Escalonilla es pionera en la recuperación de un hecho litúrgico y patrimonial que parecía condenado a desaparecer, como lo eran los toques de sus campanas. Si bien existen torres en las cuales se sigue tañendo a mano (Mejorada-Toledo), no se ha podido documentar ninguna en la cual, una vez perdidos los toques, se hayan vuelto a recuperar en su totalidad.

Por todas estas razones, la torre campanario de Escalonilla junto con sus toques originales, suponen, hasta la fecha, un ejemplo paradigmático y pionero (en la archidiócesis toledana) de la labor que se ha de desarrollar en nuestros campanarios. Por tanto, en respuesta al título que encabeza este artículo, con certeza podemos afirmar que estamos ante una restauración ejemplar.

Bibliografía

Jiménez-Jiménez, C. (2016) ESCALONILLA (TOLEDO) (CASTILLA LA MANCHA) (ESPAÑA). Disponible en: http://campaners.com/php/poblacio.php?numer=1939 (Acceso: 1 September 2021).

Jiménez-Jiménez, C. (2017) ‘LOS TOQUES DE CAMPANA EN ESCALONILLA’. Disponible en: http://campaners.com/pdf/pdf861.pdf (Acceso: 1 September 2021).

Jiménez-jiménez, C. and Romera Sotillo, Á. (2019) VOZ DE BRONCE: INFORME SOBRE LAS CAMPANAS Y SUS TOQUES DE LA TORRE DE SAN MIGUEL DE LA PUEBLA DE MONTALBÁN (TOLEDO). Disponible en: https://vozdebronce.blogspot.com/2019/01/informe-sobre-las-campanas-y-sus-toques_16.html (Acceso: 1 September 2021).

Jiménez-Jiménez, C. and Romera Sotillo, Á. (2021) VOZ DE BRONCE: CAMPANARIOS CAMPANAS Y TOQUES DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR DE MOCEJÓN (TOLEDO). Disponible en: http://vozdebronce.blogspot.com/2021/02/campanarios-campanas-y-toques-de-la.html (Acceso: 26 August 2021).

Romera Sotillo, Á. (2020) VOZ DE BRONCE: LOS TOQUES DE CAMPANAS EN LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN BAUTISTA DE FUENSALIDA (TOLEDO). Disponible en: http://vozdebronce.blogspot.com/2020/04/los-toques-de-campanas-en-la-iglesia.html (Acceso: 26 August 2021).

VOZ DE BRONCE: DOCUMENTACIÓN CAMPANARIOS. Disponible en: https://vozdebronce.blogspot.com/p/estudios-realizados.html (Acceso: 1 September 2021).


ANEXO I

Toques documentados en Escalonilla (Toledo)

NOMBRE

REALIZACIÓN

CAMPANAS EMPLEADAS Y EJECUCIÓN

Buenos días y oraciones de la tarde (oraciones de la mañana y la tarde)

Por la mañana a primera hora, al amanecer

Gorda y Chica. TAN TAN TAN X3 tantón tantón tantón... TON TON TON con las dos.

Ángelus

A medio día

Gorda y Chica. TAN TAN TAN Talón-tolán talón-tolán talontantontán X2 tantón tantón tantón... Talón-tolán talón-tolán talontantontán X2 tantón tantón tantón... Talón-tolán talón-tolán talontantontán X2 TON TON TON

Ánimas

Después de anochecer

Gorda y Chica. TAN TAN TAN (ton tan tontan-tontan) X N veces TON TON TON con las dos

Rosario

A rezo del rosario

Chica.

Ton ton-ton....

Confesiones

A confesiones

Campanillo.

Medio vuelo del campanillo.

Muerto hombre

Anuncio defunción

33 golpes con la Gorda (a este toque se sumaban 5 campanadas con la Chica si el finado era del pueblo)

Muerto mujer

Anuncio defunción

30 golpes con la Gorda (a este toque se sumaban 5 campanadas con la Chica si el finado era del pueblo)

Muerto niño

Anuncio defunción

Campanillo y Chica.

Tin ton tin ton tintinton …

Muerto Papa

Anuncio defunción

Todas las campanas.

33 clamores con las campanas gorda, chica y rota, intercalando un repique rapido (unos 12 golpes) con el campanillo.

Misa de difuntos/ entierro

 

Gorda y Chica.

TAN TAN TAN Talón tolán ton tan tan ton (se repite)

·         Finalización misa: 3 golpes con las dos campanas juntas

·         Finalización entierro: talón tolán ton tan tan ton tan ton ton TAN (acelerando)

Viático

A llevar el viático

15 golpes con la campana Gorda repartidos en 3 grupos de 5.

Misa diaria

Misa de los días de diario. Media hora antes de misa.

Gorda y Chica.

tan-ton tan-ton tan-ton...

Misa primera de domingo

 

 

 

 

 

Misa de 9 de los domingos. Media hora antes de misa y a en punto.

Campanillo.

Medio vuelo.

Misa mayor de domingo

 

Gorda y Chica.

·         Primer toque: ton ton tan-ton X3 tan-ton tan-ton tan-ton.... tan ton tan ton ton TON +15 golpes con la gorda

·         Segundo toque: golpes con la gorda

·         Tercer toque: golpes con la chica

 

Misa festiva

(Fiestas como la inmaculada, navidad, asunción...)

Gorda y Chica.

Reportan que era un “repique doble”, como una especie de redoble, por lo que se podría asemejar a los toques conocidos como “la molinera” y otros repiques floreados.

·         Es probable que al mismo tiempo que se hacía el repique, el campanillo “tintineara”.

Misa solemne

Misas del Corpus, Magdalena y Cristo y sus vísperas.

Todas las campanas.

Comienza volteo de la Gorda, respondiéndole la Chica con sendos golpes a badajo. La Gorda se deja a la mitad del toque boca arriba, momento en el cual empieza a voltear la Rota. Después prosigue volteando y para la Rota. Se para de voltear y se termina con un repique como de fiesta con la Gorda y la Chica.

Consagración

Misas de domingo y fiestas

Con la Gorda

3 campanadas al alzar la Hostia y 3 al alzar el Cáliz

Gloria

Gloria en la vigilia Pascual, Jueves Santo y Sábado de Glroria.

Todas las campanas.

Repique de todas las campanas alternadas. Se reporta que alguna vez se volteó también la Gorda para este toque.

 

Arrebato

Anuncio de peligros. Quemas, por ejemplo.

Gorda y Chica.

Badajazos rápidos simultáneos y al mismo tiempo.

Corazón de Jesús

Antes del toque de muerto para anunciar que había pagado esa hermandad

Gorda.

5 campanazos.

Estrella

Idem

Chica.

Ton-ton ton-ton ton-ton

Santísimo

Idem

 

Gorda.

3 campanazos

Ánimas

Idem

 

Gorda.

6 campanazos.

Santa Rita

Idem

 

Campanillo ¿o Chica?

4 campanazos.




ANEXO II

 Consueta vigente entre los años 2016 y 2020.



ANEXO III

Consueta actual con todos los toques originales ya grabados.