A
lo largo de la última Cuaresma analizamos en tres publicaciones los toques de
campanas característicos durante este tiempo litúrgico preparatorio para la
Pascua Florida. En estos artículos se mencionaron algunos paralelismos
existentes entre el carácter austero de los toques de Cuaresma y los de
Adviento. En la presentación publicación analizamos las características que
tenían los toques de campana que señalaban el Adviento.
Antes
de empezar a hablar sobre campanas, es conveniente recordar que la iglesia
hispano-visigoda, cuyo epicentro era la Iglesia de Toledo, ponía especial
énfasis en la celebración de este tiempo litúrgico. Aparte de la importancia
que tenían las Misas dominicales, cuyas lecturas y oraciones estaban orientadas
a preparar al fiel para la celebración de la Natividad, en este tiempo tenía
lugar una de las fiestas marianas más importantes y originales de la iglesia
hispana: la Expectación del parto Nuestra Señora (también conocida como Virgen
de la Esperanza o Virgen de la O) celebrado ocho días antes de la Navidad (el
18 de diciembre), en la que se conmemoraba la Anunciación y Encarnación del
Verbo. Esta fiesta fue la alternativa a la de la Encarnación del Señor del 25
de marzo, que, por coincidir con la Cuaresma o la Pascua de Resurrección no se
celebraba con la importancia que requería.
El
principal elemento distintivo del toque de campanas de este tiempo litúrgico es
la forma de tocar a Misa, especialmente la dominical. El toque habitual, o el
repique de los domingos, es sustituido por otro de carácter más austero.
Recordamos las palabras de Samuel Sesmero, sacristán de la Puebla de Almoradiel(Toledo) referentes al toque de Misa de Adviento: “no es ni triste ni alegre”. En
esta localidad se alternando una campanada a la gorda y otro con un campanillo
a un ritmo normal, ni lento ni rápido. Aunque Samuel no lo especifica, debía
tocarse antes de la primera señal de Misa.
Campanario de la Puebla de Almoradiel
Campana Gorda de la Puebla de Almoradiel
No
es este el único ejemplo conservado. En Guadamur, localidad ubicada a unos 20
km al sur de Toledo, sabemos que también tenía un toque específico para
Adviento. León González Ayuso, natural de esta localidad, y director de la
banda de música local, transcribió en partitura los diferentes toques de
campanas que había conocido de su abuelo, sacristán de la parroquia. Esta transcripción,
conservada en el CSIC, se interpreta por separado con cada una de las campanas.
Transcrito en un ritmo de 4/4 todos los compases siguen el mismo esquema:
blanca y dos negras, que, en forma de onomatopeya vendría a ser taaan, tan,
tan, taaan, tan, tan… esta secuencia se repite durante tres minutos, hasta
terminar con tres golpes espaciados. En una segunda línea de la partitura se
repite el mismo esquema, pero con la campana pequeña del conjunto. No sabemos
si esto corresponde al segundo toque de Misa o si se refiere a que la Misa se
celebra en la parroquia o en la ermita en función de la campana empleada, como
se indica en la transcripción del toque correspondiente a Misa diaria (campana
grande en la parroquia, campana pequeña en la ermita).
Partitura del toque de Adviento de Guadamur escrita por León González Ayudo en 1949. GIL GARCÍA, Bonifacio/ CSIC Fons de Música Tradicional: http://campaners.com/php/campanargran.php?numer=145069
En
el archivo parroquial de Fuensalida se conservan dos reglas de toque redactadas
en los años 50 (de las cuales hemos hablado en este blog). En una
de ellas, redactada en torno a 1952, aparece el toque de Misa de Domingo de
Adviento. En ella se indica que: “En Adviento los Domingos para la Misa se
toca solo con la campana Chica, tres veces y tres señales”. Es decir, se
dan una serie de campanadas a badajo con la Chica (la más pequeña de las cuatro
litúrgicas). Estas campanadas se supone que debían ser dadas antes de la
primera señal (las otras dos señales se daban cada 10 minutos aproximadamente).
Las señales se daban con el Campanillo a volteo (balanceo). Este campanillo,
ubicado originalmente bajo la campana Chica, fue trasladado en los años 90 a la
espadaña de la ermita de San Antón.
Regla de toque de la Parroquia de Fuensalida, escrita en torno a 1952. En el segundo párrafo se describe el toque de Misa de Domingo de Adviento.
Torre Campanario de la parroquia de Fuensalida.
Campana "Chica" de Fuensalida.
Antiguo "campanillo" de la Parroquia de Fuensalida, actualmente en la ermita de San Antón.
Una
cuarta población donde recientemente hemos podido localizar otro toque de
Adviento es en Mejorada, a pocos kilómetros de Talavera de la Reina (Toledo),
localidad que conserva un rico conjunto de toques que todavía siguen
interpretando manualmente. El toque de Adviento consiste en una serie de
campanadas, cuatro en una y otras cuatro en la otra. Después de repetir varias
veces esta secuencia se toca la primera señal de misa con la campana pequeña.
La segunda señal de Misa se toca también con la pequeña y la tercera y última
con la Gorda. Este toque solo se realizaba los domingos de Adviento en
sustitución del repique de los domingos. Por lo que nos comentaron durante la
documentación, este toque lleva bastantes años sin tocarse, siendo sustituido
por el de domingo.
Campanario de la parroquia de Mejorada
Campanas de la Parroquia de Mejorada.
Como
podemos ver, la localización de estos toques es bastante distante: la Mancha
(Puebla de Almoradiel), Montes de Toledo (Guadamur), Torrijos (Fuensalida) y Talavera
de la Reina (Mejorada), lo cual nos hace pensar que debió ser bastante común en
el territorio del arzobispado. Observamos también que todos los ejemplos
expuestos comparten un cierto estilo de severidad, pero no una forma concreta y
definida como ocurre con otros toques como el de Oración cuya forma aparecía
más o menos fijada en diferentes constituciones sinodales del siglo XVII (ver aquí). Esto demuestra la organicidad en la que se gestaron los toques de
campana a nivel local. Suponemos que su forma, en buena medida estaba
determinada por el toque de Misa de Domingo, con el cual debía contrastar.
El
toque de Misa de Adviento enriquece y rompe la monotonía del ciclo anual, marcando
con carácter propio el tiempo preparatorio para la Pascua de Navidad. Es por
ello que, en una hipotética recuperación del toque tradicional de campanas, sería
conveniente plantear la posibilidad de incluirlo tomando como modelo estos
toques documentados. Sirva de ejemplo la recuperación que estamos llevando a
cabo en la Parroquia de Horche (Guadalajara), en la que se ha tomado como
modelo el toque de Adviento de Mejorada.
En
las anteriores entradas veíamos la variación sonora que tenía lugar durante la
Cuaresma. Durante el Triduo Pascual ocurría algo similar. Desde el canto del Gloria
de la Misa “in Coena Domini” del Jueves Santo, hasta el Gloria de la Vigilia
Pascual del Sábado Santo las campanas enmudecen y son sustituidas por matracas
y carracas de madera que producen un sonido estruendoso, seco y desapacible.
Aunque a veces ambas denominaciones suelen emplearse para designar al mismo
instrumento, existe una diferencia técnica en la forma de producir el sonido. La
matraca es un instrumento de madera en forma de aspa con martillos en sus
vértices que al girar producen un sonido estruendoso y desapacible. La carraca
produce su sonido un piñón que levanta una o varias lengüetas al girar.
Matraca de mano. Foto: https://tonoreguera.wordpress.com/
Matracas de aldabas. Foto: http://ladymarloleon.blogspot.com/2019/04/las-carracas-y-las-matracas.html
Exposición de Carracas o carracones de mano. Foto: http://ladymarloleon.blogspot.com/2019/04/las-carracas-y-las-matracas.html
Muestra de diferentes carracas y matracas de mano
El
origen de este instrumento es bastante antiguo. Los monasterios Ortodoxos
todavía conservan el uso de la toaca o semantron, una viga de
madera que se toca con sendos martillos de madera para convocar a los monjes a
la oración. El canonista francés Guillermo Durando (1230-1296) ofrece la
explicación mística de la sustitución de las campanas por las matracas y
carracas durante el Triduo Pascual: al representar las campanas los
predicadores evangélicos, y durante este triduo todos los Apóstoles estuvieron
escondidos y callados por miedo, y Cristo solo y abandonado daba testimonio de
la verdad desde el leño de la cruz con voz solitaria y casi apagada, por eso
callan las campanas y solo se oye el sonidos de los maderos[1].
Monje ortodoxo tocando una Toaca. Foto: https://photographychronicles.files.wordpress.com/
Toaca
En
España, prácticamente todas las catedrales contaban con una matraca en su torre
campanario. Las parroquias urbanas y de poblaciones grandes, también solían
contar con una, en cambio, las poblaciones pequeñas carecían de ella. En estos
casos los monaguillos y muchachos convocaban a los diferentes oficios con
carracas, carracones y matracas de mano.
La
Catedral de Toledo cuenta con una matraca, denominada por su gran tamaño “matracón”. Se encuentra ubicado en la parte más alta del campanario, justo
debajo del chapitel. Es probable que el actual “matracón”, con posteriores
reformas, fuera el realizado por el carpintero Francisco Reinado en 1681. Este,
vino a sustituir al anterior perdido en el pavoroso incendio que se originó en
el chapitel de la torre y que también dañó a las dos campanas grandes del
cuerpo octogonal[2].
El año 2015 fue bajado para ser restaurado. En esta intervención se le dotó de
un motor de volteo.
"Matracón" de la Catedral Primada. ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com
"Matracón" de la Catedral Primada. ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com
El "Matracón" descendido al suelo del cuerpo ochavado del campanario para ser restaurado. Foto: www.latribunadetoledo.es
El "Matracón" subido por el exterior del campanario después de su restauración. Foto: www.latribunadetoledo.es
"Matracón" colocado en su sitio después de la restauración. Foto: OSA MILLÁN, Sergio / www.campaners.com
"Matracón" de la Catedral Primada
Ramón
Parro le dedica unas líneas en su descripción de la Catedral:
“Aunque
no es campana, como quiera que desde el Gloria de la misa en el Jueves Santo
hasta la del sábado siguiente haces las veces de tal para llamar a los divinos
oficios, debo hacer mención aquí al matracón
que hay colocado encima de esta campana. Es una especie de cilindro como de 5
pies de largo por 3 de diámetro, hecho de madera con diversas chapas de hierro
y varios martillos móviles que, al hacer rodar el cilindro sobre su eje, por
medio de una cigüeña que tiene a un lado a la que atan una cuerda, golpean
sobre las chapas con bastante fuerza, y como son muchos y caen sucesivamente
por la rapidez con que voltea la máquina, y se oye desde muy lejos por la mucha
altura de que goza.”[3]
En
la Regla de Toque del Ceremonial de Rincón (1585-1590) no se habla del uso del
“matracón” durante el Triduo Pascual, aunque se supone, pero si lo menciona al
hablar del toque de entredicho[4].
“Quando
pusieren entredicho tañeran aceleradamente con todas las campanas sin orden por
tres veces entre las una vez y la otra harán un poco pausa y después de a ver
tañido todas tres veces tañeran otras tres veces el matracón por el mesmo orden
de las campanas y quando se quitare el entredicho tañeran con todas las
campanas empino tres veces como quando tañen a vísperas solemnes”.[5]
En
uno de los manuscritos del fondo Borbón-Lorenzana se hace mención en varias
ocasiones al toque de entredicho, mencionándose en ellas la forma del toque.
Aunque este documento fue redactado durante el siglo XVII, el tipo de letra de
esta explicación parece del siglo XVIII:
“Toquese
a entredicho con dos tres o quatro campanas dando con la lengua un golpe y
después arrastrando la lengua esto es media hora y despues se toca el matracon
un poco”[6].
Aunque
en la Catedral de Sigüenza no se ha conocido la existencia de matraca, la regla
de toque del sochantre Juan Pérez (1609) la menciona en el capítulo 30:
“El
Juebes Sancto han de tañer al mandato una hora entera y començaran a la hora
que el sochantre les dixere. Suelen tañer de dos a tres y tañen a mano dando
golpes con algunas pausas de la campana mayor.
Despues
del sermon popular del mandato tañen un poco menos de un quarto de hora con la
matraca y con la misma tañen a los Maytines algo mas lago. Y el día siguiente
tañen con la matraca a Prima una hora y a completas y a Maytines a la hora que
les dira el sochantre y el sábado a Prima con la matraca una hora y no se haçe
señal en el choro ni se tañen mas veces”[7].
Prosigue
este capítulo con una interesante indicación:
“A
la oraçion a prima noche dan tres golpes con la campana mayor y no se tañe la
otra campana y a los sermones desta semana que son Jueves y Viernes Sancto no
se tañe”.
Parece
ser que en esta ocasión sí que se tañían las campanas. Creemos que esta
excepción es debida a la costumbre y ceremonial propio de la Catedral, pues
contraviene la norma general.
Fachada principal y torre campanario de la Catedral de Sigüenza. Foto: LLOP I BAYO, Francesc / www.campaners.com
En
estos últimos años hemos podido documentar algunas matracas que, como viene
siendo normal, toman como referencia la tipología de la Catedral Primada. Las
características de las matracas “toledanas” se caracterizan por no tener una
gran caja de resonancia. Los macillos golpean sobre una tabla. En otras
latitudes (como Valencia o Andalucía) son habituales las matracas con caja de
resonancia, construidas como una especie de cruz griega hueca.
Matraca de la Catedral de Valencia.
Matraca de la Parroquia de Santa María de Écija (Sevilla).
Matraca de la Parroquia de Santa María de Écija (Sevilla).
En
el interior campanario de Novés se conserva el “Matraco”. Gracias a los
testimonios obtenidos durante la documentación, sabemos que el toque del
matraco requería la presencia de varias personas que fueran turnándose, pues resultaba
bastante fatigoso mantener un ritmo continuado durante un largo tiempo.
Actualmente el matraco se toca mediante un motor de volteo continuado. Es interesante el diseño de esta matraca, pues en los macillos golpean sobre cuatro sencillas cajas de resonancia.
"Matraco", Novés (Toledo)
"Matraco", Novés (Toledo)
"Matraco", Novés (Toledo)
"Matraco", Novés (Toledo)
"Matraco", Novés (Toledo)
En
la Puebla de Almoradiel pudimos documentar la matraca durante la restauración
de la torre, conservada en unas dependencias de la parroquia hasta que
terminaran estas. Una vez concluidas fue subida al campanario. Originalmente se
encontraba ubicada en el interior, entre los dos ventanales del lado
occidental. Después de la restauración fue colocado en uno de los ventanales
del lado norte.
Matraca de la Puebla de Almoradiel almacenada durante la restauración de la torre.
Matraca de la Puebla de Almoradiel almacenada durante la restauración de la torre.
Matraca de la Puebla de Almoradiel después de restauración de la torre.
Matraca de la Puebla de Almoradiel después de restauración de la torre.
Matraca de la Puebla de Almoradiel después de restauración de la torre.
En
la Puebla de Montalbán y Mocejón existieron matracas. En la primera localidad
fue destruida durante la guerra civil. En Mocejón se encontraba en uno de los
ventanales del lado norte, todavía se conservan algunos herrajes y otros restos
en la torre. Esta matraca tenía la peculiaridad de ser volteada a mano. Era
frecuente que al impulsarla los martillos golpearan en los dedos del campanero
si este no retiraba la mano a tiempo.
Mocejón, restos de los arañazos producidos por la matraca al voltear.
Recientemente
hemos encontrado unas interesantes fotografías de la guerra civil en Torrejón
de Velasco (Madrid). En una de ellas se puede ver una matraca en la parte
superior de uno de los ventanales. Esta matraca recuerda a la de Novés, con pequeñas cajas de resonancia en los extremos de las aspas.
Soldados Nacionales colocando una ametralladora en el campanario de Torrejón de Velasco. En rojo la matraca. Foto: Archivo de la Guerra Civil Española / Erich Andrés
En Vicálvaro (hoy distrito de Madrid, antiguamente pueblo) el Museo de la Asociación “Vicus Albus” se conserva la antigua matraca de la
parroquia de Santa María la Antigua. Junto a esta se
conservan dos yugos de madera y algunos badajos.
En
el interior del campanario de la Colegiata de Pastrana (Guadalajara) sabemos
que se conserva una, todavía no la hemos podido documentar.
Colegiata de Pastrana. Foto: www.wikipedia.org
En
Villatobas (Toledo) hasta hace poco tiempo la matraca se ha conservado en uno
de los ventanales. Actualmente se encuentra descolgada en el interior del
campanario. Al igual que las vistas en Torrejón de Velasco y Novés, cuenta con pequeñas cajas de resonancia en los extremos de las aspas.
Matraca de Villatobas (Toledo)
Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio
Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio
Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio
Matraca de Villatobas (Toledo). Foto: LÓPEZ PEREIRA, Juan Antonio
Todos
estos pueblos formaron parte del antiguo arzobispado de Toledo (salvo Torrejón
de Velasco y Vicálvaro, todos se encuentran actualmente en la provincia de
Toledo), pero fuera de él hay también matracas. Destacamos la conservada en la
torre de la parroquia de Horcajo de Santiago (Cuenca). Esta sigue la misma
tipología que las toledanas. Actualmente se encuentra motorizada.
Matraca de Horcajo de Santiago. Foto: https://www.youtube.com/watch?v=rIntj_CbLQQ&t=9s
Es
muy probable que, su decaimiento y olvido, sea parejo al de las campanas. No son
pocos los campanarios que conservan restos de cojinetes que pudieron ser en
origen el asiento de estos instrumentos, lo cual nos hace sospechar que su uso
estaba más extendido de lo que podríamos pensar en un principio.
Hace
pocos años, el campanero de Escalonilla (Toledo) y co-propietario de este blog (Carlos Jiménez) construyó una
matraca para la torre campanario de su parroquia, cuya antigua matraca, instalada en una esquina interior de la sala de campanas, desapareció en torno a los años 70. El soporte de la matraca se diseñó de tal forma que permitiese su desmontaje para ser subida a la torre desde el Jueves Santo hasta la Vigilia Pascual (cuando es usada), estando el resto del año guardada en una dependencia del templo. Esta original idea permite una mejor conservación de un instrumento que, al estar elaborado principalmente en madera, y dado su restringiddo uso (solo tres días al año), quedaría demasiado expuesto a las inclemencias meteorológicas del campanario, acortándose su vida util.
Matraca de Escalonilla.
Matraca de Escalonilla.
Su
uso en ningún momento ha sido prohibido, sino más bien olvidado, lo cuál,
puede permitir a las parroquias su recuperación, cuyo coste es bastante más
económico que el de las campanas. Desde estas líneas animamos a las parroquias
a que restauren, o tengan una matraca en su campanario para poder convocar a
los fieles durante los oficios del Triduo Pascual.
[1] - Cfr: FERRERES, Juan Bautista
(S.J.): Las campanas: Su historia, su bendición, su uso litúrgico, dominio
de propiedad sobre ellas, influencia de su toque durante las tempestades.
Tratado histórico, litúrgico, jurídico y científico, Madrid, 1910, p. 97.
[2] - ALONSO MORALES, Mercedes: Campanas
de la Catedral de Toledo. Campana gorda, Aranjuez, 2005, p. 147.
[3] - RAMÓN PARRO, Sixto: Toledo en la mano, o descripción histórico.artística
de la Magnífica Catedral de los demás célebres Monumentos, Tomo I,Toledo,
1857 (Edición Facsímil Valladolid, 2012), p 743, nota 1.
[4] - El entredicho es una censura
eclesiástica que prohíbe a ciertas personas o en determinados lugares el uso de
los divinos oficios, de algunos sacramentos y de la sepultura eclesiástica.
[5] - ALONSO MORALES, Mercedes: “El tañer
de las campanas de la Catedral de Toledo”, Toletum: Boletín de la Real
Academia de Bellas Artes y Ciencias históricas de Toledo, nº 59 (2009), p.
216.
[6] - Biblioteca de Castilla-la Mancha,
Fondo Borbón-Lorenzana, Ceremonias y sucesos de la Santa Iglesia de Toledo
(Ms. 184), Fol. 141v.
[7] - Archivo Catedral de Sigüenza (ACS),
Directorio de Coro IV, “El orden que en esta Sancta Iglesia Cathedral de
Sigüença se tiene en tañer las campanas en todos los dias y fiestas por todo el
discurso de todo el año”, f. 299v – f. 300r.
Los toques de campana litúrgicas marcan el tiempo y el espacio de
una forma jerárquica y de significado pleno, en contraste con las campanas
horarias, que señalan una división cartesiana del tiempo carente de
significado.
En esta
jerarquización podemos decir que hay un doble ciclo: el diario y el anual[1]. El
diario se inicia con la salida del sol y termina al atardecer. De hecho, en la
antigüedad se consideraba que el inicio del día tenía lugar precisamente al
atardecer, cuando se rezaban las Vísperas, una de las horas canónicas más
importantes del rezo diario. El otro ciclo es el anual, marcado por el ritmo semanal
de la jornada dominical (Dominus Dei, día del Señor), en el cual, un
sinfín de fiestas se repartían a lo largo de los 365 días del año. Dentro de
todas estas festividades destacan dos ciclos festivos, el de Navidad y el de
Pascua. Ambos tiempos tienen a su vez un tiempo preparatorio (Adviento y
Cuaresma respectivamente), cuya finalidad es preparar espiritualmente al fiel
para celebrar debidamente las dos fiestas más importantes del calendario
litúrgico. De hecho, en estos dos tiempos preparatorios, el color de las
vestimentas es el morado, en señal de penitencia. La Cuaresma es el tiempo
preparatorio más importante del calendario cristiano, que, como su propio
nombre indica, dura 40 días, en recuerdo de los cuarenta días que estuvo Cristo
retirado en el desierto antes de su predicación pública. Este tiempo (que
comienza el miércoles de ceniza y concluye el Domingo de Ramos) la penitencia,
el ayuno y la oración se intensifican. Los más mayores recordarán que el signo
visible más evidente de esta celebración era la velación de imágenes y cuadros
de Santos y representaciones no relacionadas con la Pasión. Hoy en día es
difícil hacerse una idea del ambiente que se vivía en la sociedad tradicional,
pero era una realidad que cambiaba su funcionamiento desde el miércoles de
ceniza hasta la Pascua de Resurrección. El ambiente que se respiraba era de una
enorme gravedad. El toque de campanas, como no podía ser de otra manera, también
variaba.
Retablo velado durante la Cuaresma. Foto: https://liturgiaytradicioncatolica.wordpress.com/2018/03/18/costumbre-tradicional-por-que-se-cubren-las-imagenes-el-i-domingo-de-pasion/
A continuación, se analizan tres aspectos en los que esta
variación en los toques era palpable:
1.1. Mayor
gravedad en la forma de realizar los toques de Misa:
Una de las principales
diferencias que se aprecian en la forma de tocar es la mayor gravedad en la
ejecución de los toques de Misa. Probablemente, el caso más significativo que
hayamos documentado sea el de Mocejón (Toledo). Los toques de Misa de esta
localidad se dividían técnicamente en “toques” y repiques. En el toque se empleaban las dos
campanas grandes, dando una serie de campanadas de forma rítmica, pero de una
forma sencilla “poco florida”. En el repique se tañen dos campanas con un ritmo
muy vivo, muy marcado, jugando con el golpeo rápido y doble de la mano derecha
impulsando el badajo cuando se sube y baja el brazo, una especie de “trémolo”.
Esta técnica, empleada en los repiques de las misas mayores de Domingo, Fiestas
y en las procesiones, se suprime durante la cuaresma y se sustituye por el
toque, mucho más acorde con la gravedad del tiempo penitencial.
Mocejón, campanas grandes de la torre campanario.
Mocejón. Repique.
Mocejón. Toque diario de misa (que sustituye al repique los Domingos y fiestas de Cuaresma).
Del mismo modo, existían
también toques de este tipo durante el Adviento, tiempo preparatorio de la
Navidad que también comparte un tiempo penitencial. Este es el caso de la Puebla de
Almoradiel (Toledo) y Guadamur (Toledo). Según dice Samuel Sesmero,
sacristán de la parroquia de San Juan Bautista de la Puebla de Almoradiel, este
toque que no es “ni triste ni alegre”. Era un
toque alternado entre la campana gorda y uno de los campanillos a un ritmo
normal. Debía tañerse antes de la primera señal de Misa todos los días de
Adviento. Para saber más sobre los toques de la Puebla de Almoradiel
pinchar aquí .
La Puebla de Almoradiel, torre campanario.
La Puebla de Almoradiel, a la izquierda la campana Gorda.
Partitura del toque de Adviento de Guadamur escrita por León González Ayudo en 1949. GIL GARCÍA, Bonifacio/ CSIC Fons de Música Tradicional: http://campaners.com/php/campanargran.php?numer=145069
León González Ayuso, natural de
Guadamur, y director de la banda de música de la localidad, transcribió en
partitura los toques de campanas que había conocido de su abuelo, sacristán del
pueblo. La transcripción se llevó a cabo en 1949. Uno de los recogidos es el
toque de misas de Adviento, caracterizado también por el toque por separado de
las dos campanas a un compás normal[2].
Modificaciones similares tienen lugar
en “el toque de Candonga” de Yepes (Toledo) y “el de las 11 de la mañana en
Cuaresma” de Torre de Juan Abad (Ciudad Real), de los que hablaremos más abajo.
Variantes como las
anteriormente expuestas debieron ser muy comunes en las parroquias. Sirva de ejemplo una pequeña
indicación de la Consueta de la Seo del Salvador de Zaragoza de 1672:
Al claustro (procesión) se repica todo
el año, exceptuando la quaresma desde la septuagésima y adviento, y la dominica
Gaudete y la de Letare, que aunque son de quaresma y adviento, se repica. Los
dias de quaresma y adviento, el claustro se vandea[3]
la campana Lorenza[4].
Torre campanario de la Seo de Zaragoza. Foto: wikipedia
Se entiende en estas pequeñas líneas,
que el repique no es apropiado para determinadas celebraciones de la Cuaresma,
y es preferible el bandeo de una campana. Esta alteración recuerda a la
contraposición entre “toque” y “repique” de Mocejón. Esta
variación en el toque todavía se sigue interpretando a mano en la Catedral de
Valencia, en el toque conocido de “dominica morada”, que en comparación con otros toques de coro, es más simple y sencillo.
"Dominica morada" en la torre del Micalet (Valencia). autor: Joan Alepuz
[1] - Cfr. LLOP I BAYO,
Francesc: Las campanas en Aragón: un medio de comunicación tradicional,
Tesis Doctoral, Universidad Complutense, Madrid, 1988, pp. 166-173, consultado
en http://campaners.com/php/textos.php?text=1156 (última consulta
10/03/2021).
[2] - Las partituras se
encuentran almacenadas en CSIC Fons de música tradicional, y publicadas
en la página de campaners: http://campaners.com/php/textos.php?text=9179 (última consulta
27-02-2021).
[3] - Aunque este término
se emplea actualmente en Aragón para denominar el volteo (giros continuados de
la campana en un sentido), creemos que en el contexto se refiere a balanceo
parando la campana con el yugo abajo. En documentación de la época se le llama
“tocar a pino”.
[4] - “Documentos
relacionados con las campanas, los campaneros y los toques de las Catedrales de
Zaragoza”, www.campaners.com (última consulta
27-02-2021). Este documento es un compendio de documentos entre las que se
encuentran dos consuetas antiguas, una del Pilar (1578) y otra de la Seo
(1672). En la del Pilar también aparece reflejado el toque de claustra de forma
similar: “Item ha de taner a la claustra en quaresma y aduiento las
dominicas dos campanas a bando la Maria y la noueçica los otros dias y fiestas
ha de repicar en todas las claustras que se pasaren en la yglesia y quando
salle el cabildo a la seo a algunas Processiones ordinarias y extraordinarias y
lo mismo quando buelue”.